4. Espíritu libre

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Dacia, de once años de edad, está corriendo junto al resto de los chicos. Siente que le hacen trampa ya que los chicos son capaces de transformarse y tenían experiencia. Ella seguía corriendo junto a ellos aunque estuviese descalza. Jadeaba por cada paso que daba mientras que el sudor le corría por el rostro y el cabello rojizo bailaba con el viento mientras corría por el bosque Hoai junto con la manada y los aprendices. Obviamente, ella era la única chica, pero a ella no le importaba. Ella no se iba a rendir ya que si meta era ser alfa.

-"¡Vamos, chicos! ¡Faltan dos vueltas!"- dijo uno de los miembros de la manada en su forma de lobo.

A él realmente no le importaba si había una chica entre ellos.

-"¡Oye! ¡Hay una chica en el grupo!"- grita Dacia mientras continuaba corriendo con todas sus fuerzas.

. . .

Después de terminar sus vueltas, los niños ya habían llegado y ella llegó última. Ella se detiene lentamente jadeando mientras se dobla un poco y coloca sus manos sobre sus rodillas.

-"Dacia Lupu. Haz llegado última... otra vez."- dice el mentor mientras hacía una marca en su libreta y se marchó.

Dacia frunce el ceño mientras se aguanta los insultos y se sienta lentamente en el suelo. ¡Claro que era última! Cómo no quedaría última si todos sus compañeros siempre corrían en sus formas de lobo y ya eran más rápidos que ella aunque estuviesen corriendo como humanos gracias a sus habilidades plenamente desarrolladas. Dorin se sienta junto a ella y bebe un poco de agua de su cantina. Se la pasa a ella y ella la toma sin pensarlo y se la bebe toda.

-"¡Hey! ¡Solo te ofrecía un poco!"- se queja Dorin.

-" El pelón ese piensa que no puedo hacerlo. Yo sé que él quiere que me dé por vencida ya...sobre mi cadáver"- murmura Dacia un poco ahogada.

En comparación con sus hermanas, Dacia usualmente estaba cubierta de rasguños, tierra y su ropa tenía parchos ya que siempre se le rompan durante su entrenamiento o por haberse ido a buscarse alguna aventura. Dorin había terminado prestándole la ropa que ya le quedaba chica para que le quedase. Sino, Crina se las arregla a para que le quedaran a la talla.

Dorin suspira y le sonríe a Dacia. Ella le devuelve la cantina vacía, se pone en pie y estira sus brazos.

-"Voy a entrenar por un rato"- dice Dacia.

-"¿Más entrenamiento? ¡¿Me estás jodiendo?! ¡¿Cuánta energía te queda?!"- dice Dorin algo sorprendido al darse cuenta que Dacia tenía energía de sobra.

Dacia se dirige hacia un árbol y se trepa hasta alcanzar una rama. Ahí se aguanta fuertemente mientras deja el resto de su cuerpo en el aire. Dorin la mira de lejos mientras ella trata de alzarse como pueda. Ella quiere crear resistencia y fuerza. Nadie sabía si se podía transformar en lobo o no, pero si lo hacía, ella quería estar preparada para ello.  

. . .

-"¡Vamos chicos! ¡Una ronda más!"- gritaba el mentor.

Dacia continúa corriendo con todas sus fuerzas mientas las gotas de sudor le corrían por el rostro. Esta vez corría en medio del grupo. Ella no iba a permitir que le era imposible ser uno de ellos. Ella no lo iba a aceptar como quiera, pero aún así ella quería seguir dando lo mejor de sí. Dorin la observa mientras corre junto a los demás. Sus esfuerzos no eran en vano y él lo sabía perfectamente.

Tan pronto regresaron a la mansión, el mentor se quedó algo sorprendido al ver que Dacia no era la última.

-"Último lugar"-dijo mientras estaba a punto de hacer una marca en su papel, pero Dacia lo toma por la muñeca para que no escribiese nada.
 
-"¿Último lugar, dices? Mira a aquel chico. Él  es el último en llegar. No se atreva a ponerme en último lugar cuando ya le pasé al niño ese"- dijo mientras arqueaba una ceja.

El hombre nota la seriedad de sus ojos y suelta un suspiro.

-"Está bien. Hoy...solo por hoy, no llegaste última"- dijo mientras tomaba nota.

La expresión de Dacia no tenía precio mientras que una una enorme sonrisa brilla en su rostro. Sus ojos brillan llenos de emoción y sus mejillas se sonrojan un poco. Ella sale corriendo mientras da unos cuantos saltitos aquí y allá mientras que el mentor sacude su cabeza.

-"¿Cómo esa raza rara logró correr más rápido que tú?"- le pregunta el mentor a uno de los chicos que usualmente le pasaban a Dacia cuando entrenaban.

-"Señor, la velocidad de esa chica es increíble. No solo su velocidad, creo que hay algo más que eso...Ella se ve más calmada que cualquiera de nosotros"- dijo el chico entre jadeos.

Lo que no sabían era que Dacia estaba creando resistencia, no solo por trepar ramas...

. . .

Esa noche...

Dacia resopla mientras ttrota por el camino cerca de la mansión mientras es observada por Dorin quien sonríe para si sorprendido por las acciones de la chica. Su aliento ahora era visible por el frío, pero aún así ella seguía entrenando.

. . .

Invierno...

-"¡Vamos, chicos!"- dice el mentor mientras tratan de correr sobre la nieve.

Dacia, quien usualmente estaba en desventaja entre sus colegas, estaba pasando un poco de trabajo con la nieve. Sus pies se hundían en la nieve mientras que la brisa fría le causaba escalofrío por todo el cuerpo. Obviamente ella estaba acostumbrada a la manera en que los humanos percibían el frío y no se había adaptado aún a la forma en la que los hombre-bestia lo había. Ella seguía corriendo, dando lo mejor de sí con cada paso que daba. Muchos de sus colegas comienzan a perder energía y temrinqn caminando o trotando aunque estuviesen en su forma de lobos. El viento era helado y era algo cansón correr en la nieve. Para completar, ellos habían comenzado a correr demasiado rápido desde el principio pensando que era una obligación ganarles a Dacia.

Ella continúa trotando mientras tiembla un poco de frío. Dorin sigue detrás de ella. Él siempre la sigue, lo que le había dado la experiencia para adaptarse a cualquier estación del año.
 
-"¿Cuál es tu apuro?"- le pregunta Dorin mientras trata de alcanzarla.

Dacia mira hacia atrás y ve a los demás tratando de correr de nuevo.

-"¿Cuántas vueltas?"- le pregunta algo sorprendida.

-"Se supone que serían diez hoy...La nieve cansa...¿Segura que estás bien?"-

Dacia pestañea algo confundida.

-"Si. ¿Por qué?"-le pregunta.

Cuando al fin llegan, otros dos le logran pasar en el último instante y llegan primero. Miran a Dacia y Dorin entre jadeos. Dacia suspira y se deja caer sobre la nieve mientras mira hacia el cielo.

-"Lo hice..."- dice para sí.
. . .

Dos años más tarde...

Era verano y estaban corriendo cerca de un río bosque adentro. Dacia, como siempre, estaba descalza mientras los demás estaban en su forma de lobo. Dacia corría con una sonrisa en su rostro. Su cabello bailaba con el viento mientras que sus ojos impares se llenaban de emoción mientras la adrenalina corría por su cuerpo haciéndola sentirse viva y libre. Al principio había Sido difícil, pero ahora ya estaba totalmente acostumbrada. Durante esos dos años ella había dejado de ser la última y siempre estaba en una nueva posición.

-"¿Algún progreso?"- pregunta Dan mientras se acerca al mentor.

El mentor mira al alfa algo sorprendido.

-"Bueno...Debí admitir que ya no sé si es una media-raza o una portadora de sangre de lobo."- dice el mentor. " Ella ha mejorado en estos tiempos años tan rápido, que aún no lo puedo creer."

Dan mira hacia su hija, quien corresponda justo en frente de la manada con tanta facilidad seguida por Dorin. Sus ojos estaban enfocados en su hija. Ante sus ojos todo se veía lento: la chica corría cerca del río mojando sus pies desnudos con cada paso. Su cabello rojizo volando tras ella y su espíritu libre emanando su energía a todo el que la veía. De repente, vio algo extraño...Había sido por un instante, pero vio el reflejo de un lobo blanco corriendo junto a ella; simplemente sonrió para sí.

Convirtiéndola en Alfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora