El placer, la alegría, la tranquilidad
el deseo de querer conquistarlo todo;
el fuego que extinguieron sin dejar rastro.
Todo aquello que una vez sentí
no lo sé, no lo recuerdo.
El dolor, la tristeza, la desesperaciónla angustia de ver derrumbarse todo;
mis entumecidos brazos ya no me abrazan.
El fantasmas, que una vez pintó blanco y negro,
fue teñido de rojo.
La verdad, el odio, el amor no pueden ser definidos;
la problemática razón se vuelve invisible,
no hay lógica en ver la lluvia caer.
Todo se revuelve como un remolino.
Siempre juntos; nada es más distante que ello.

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Letras codificadas
PoesíaPoemas cortos en los que he canalizado mis demonios interiores, para ayudarme como terapia en mi camino hacia un entendimiento del agotamiento mental por el que pasé al tener que enfrentar una amarga aprehensión.