Monserrat Diaz es una mujer alta morena, cabello cafe y ojos verdes, ella aprendio desde pequeña a luchar por lo que quiere, pero cuando muere su padre tiene que ver la forma de mantener a su madre ya que esta enferma y su unica salida es la prostit...
Estamos a unas horas de llegar a nuestro destino, ayer salimos algo temprano de la fiesta para llegar a disfrutar del lugar que pague, Mari esta dormida a mi lado aun con el maldito vestido de novia que mi hermana no permitio que se cambiara solo dejo que se quitara la corona, al llegar la muevo.
-Cariño.- susurro. -Despierta amor.- digo y abre los ojos despacio.
-¿Ya llegamos?- pregunta adormilada.
-Si amor, pero antes de bajar quiero que veas el paisaje.- digo y ella se fija y abre los ojos emocionada.
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-Es hermoso.- dice sonriendo.
-No tanto como tu.- digo haciendola sonrojar, bajamos del helicoptero y entremos a la casa. -El cuarto y el baño estan ahi por si gustas.- digo dejando las maletas en el cuarto, ella suspira y se acerca a mi.
-Te amo.- dice y me besa con suavidad, pongo mis manos en su cuello y ella pasa sus brazos por mi cuello, paso mi lengua por su labio inferior y ella abre los labios provocando que profundice mas el beso, bajo mis manos a su cadera y la pego a mi.
-¿Estas segura?- pregunto inseguro, no la quiero presionar.
-Si amor.- dice y me vuelve a besar gimo en su bosa y desabrocho su vestido lo mas rapido que puedo, al sentirlo libre me separo de ella y lo bajo lentamente dejandola en una ropa interior que me hace tener una ereccion inmediata.
-Eres hermosa.- digo besando su cuello. Le quito el brasier y luego hago lo mismo con su sbragas y sus medias, no pienso hacerle el amor a lo menso y menos si se que es su primera vez. -Amor, quiero hacer el amor contigo.- murmuro y dejo un beso en sus labios, ella me ve atenta y asiente lentamente.
-Hazlo.- susurra y junto nuestos labios. Me senti en la gloria cuando ella abrio sus labios y me dejo profundizar el cuello, la bese suave y lento para no asustarla, la tomo de la nuca para profundizar mas el beso, ella inclino la cabeza para darme mejor acceso a su cabidad bucal, nos separamos y junto nuestras frentes.
-Te amo.- susurro y la vuelvo a besar y la tomo entre mis brazos y camino a la cama a tropiezos ya que literalmente nos estabamos comiendo la boca. La deposito suavemente sobre la cama como si fuera lo más preciado que tengo y es que es lo que mas amo en mi vida, me subo en ella sin dejar que mi peso la aplastara por completo.
Me separo un poco para verla mejor y ella me tenia vuelto loco en este punto, Mari se remueve nerviosa y la miro a los ojos notando que esta sonrojada.
-¿Que tienes princesa?- pregunto.
-No me veas asi.- dice sonrojandose mas.
-¿Por que no? Eres hermosa amor, ya perdi la cabeza por ti.- digo sonriendo.
