Limerencia VIII

3.3K 436 43
                                    


Mir gimió de dolor al sentir los casilleros golpear contra su espalda.

Levantó la mirada para observar a la persona que lo había embestido... y su ira comenzó a aumentar cuando sus ojos encontraron a esa persona.

Al culpable de todo.

Sin poder evitarlo y aún con su lobo reprimiéndolo por el miedo de enfrentarse a alguien mucho más fuerte que él... lo hizo.

Lo golpeó con toda la fuerza que tenía como Beta.

–¡¿Como siquiera te atreves a aparecer frente a mi?!–

Jonghyun lamió disimuladamente la sangre que escurría de su labio inferior por el repentino golpe. Su Alfa estaba enojado y ofendido, no solo de que alguien inferior lo golpeara, sino tambien de que el golpe haya sido lo suficientemente fuerte como para hacerlo sangrar.

Pero por muy disgustado que estuviera, él no había ido a pelear con el insolente Beta.

–Dime donde está– exigió, removiendose nervioso, desde que había salido del salón de clases, había tenido un mal presentimiento.

Tan pronto escuchó el mandato, a Mir se le aguaron los ojos.

–¿Para qué? ¿Para seguir haciéndolo mierda?– soltó completamente enojado, su rostro estaba rojo y sus lágrimas de coraje ya empezaban a caer –¡¿Para seguir tratándolo como basura?! ¡¿Para seguir matándolo?!–

Jonghyun se mordió el labio inferior y apretó los puños sintiéndose completamente impotente.

Todas las palabras de Mir eran ciertas.

Fue muy terco y lo entendió tarde, sabía que todo era su culpa, pero... ¿No hubieran otras personas reaccionado igual a él?

Siempre soñó que su pareja sería la más hermosa y perfecta del mundo.

Una Omega que le recordará a su fallecida madre.

Conoció a Ji Eun y creyó haber encontrado lo que tanto había buscado... pero se decepcionó al saber que ella no era para él.

Entonces llegó Kibum con su encantadora sonrisa, pero aún así, sin llenar ningúna de sus expectativas.

Cualquiera entraría en una etapa de negación ¿O acaso él hubiera sido el único?

Era su culpa, pero él no era realmente el culpable...

No se le dió la oportunidad de elegir a su pareja y más allá de sus jerarquías y de sus lazos, el amor no es algo que se obligue a sentir.

En los pasados meses Kibum con su insistencia solo lo había estado alejando, porque se sentía obligado a quererlo.

Las otras personas no lo entendían, y por eso lo culpaban.

Pero había algo más.

Algo que comprendió hacía justo algunas horas.

Él tampoco entendía a Kibum.

No entendía su exagerada sumisión ante él incluso demasiada hasta para un Omega, no entendía su deseo por que Jonghyun lo notara, pero sobre todo...

No entendía esas excesivas ganas de ser correspondido.

A tal grado de humillarse a sí mismo y sufrir en silencio solo para estar unos limitados momentos a su lado.

Jonghyun no lo entendía.

Pero ahora, algo dentro de él había cambiado.

Justo en ese momento, Jonghyun comprendió que después de todo quizás el destino no se había equivocado con su lazo.

Porque aunque intentó negarlo muchas veces, la insistencia de Kibum había dado frutos.

Jonghyun había caído muy fuerte por él.

Y solo hasta ahora, dejó de ocultarlo.

–Dame una oportunidad– susurró.

Mir lo miró sorprendido, aún con lágrimas cayendo por su rostro.

–¿Q-que?–

–Dame una oportunidad– repitió, esta vez levantando su rostro y mirando a Mir desesperado, haciendo que el Beta retrocediera por la impresión –Tan solo una, dime donde está, dejame verlo, necesito verlo... por favor– más desesperación se escuchaba en su voz, y dejando su orgullo de lado se arrodilló frente al Beta mientras sin darse cuenta sus ojos volvían a llenarse de lágrimas.

Mir dejó caer su boca en toda su extensión.

Nunca, ni en sus sueños más locos, imaginó ver a Kim Jonghyun arrodillado frente a él a punto de llorar.

Él no confiaba para nada en el Alfa, y probablemente nunca lo haría.

Pero verlo así... tan arrepentido y desesperado, hizo que su Beta se compadeciera.

Además...

Quizás esta podría ser la única forma de salvar a su Kibum.

–Está en el hospital del Centro, primer piso, habitación 12– susurró de forma audible, luego miró a Jonghyun duramente directo a los ojos –No hagas que me arrepienta–

Y tan pronto dejó escapar esas palabras, Jonghyun desapareció de su vista.

Mir intentó limpiarse las lágrimas, en vano, ya que estas seguían cayendo libremente mientras observaba al Alfa desaparecer al final del pasillo.

No hagas que me arrepienta
Repitió en un susurro, dándose media vuelta para dejar que su frente se contrapusiera contra el frío metal de los casilleros mientras cerraba sus irritados ojos con cansancio.

Su estabilidad emocional se había ido desde que vió a su amigo en estado crítico en esa camilla de hospital.

Ahora todas sus esperanzas estaban sobre Jonghyun.

*

*

*

*

*

*

*

*

*

*

*

*

*

*×*×*×*×*×*×*×*×*

2/3 💕

LimerenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora