Amy se apresuró a buscar a Sonic con una gran sonrisa en el rostro, "Si Sticks no está podré pasar todo el día con él", dedujo alegremente la chica, aunque lo último de la carta que Sticks le había dejado la mantenía pensando, "¿a qué se refería Sticks con lo de la nota?, ¿acaso seria literal o tenían alguna competencia de algo?", muchas dudas se albergaban en la cabeza de Amy, no obstante, su propósito original seguía en pie, abordar al erizo azul y convencerlo de que eran el uno para el otro una vez más.
Amy ocultaba, de forma muy mala, que le gustaba Sonic y lo negaba si surgía la pregunta, pero esta vez tenía la oportunidad perfecta, con Tails ocupado en un proyecto, Sticks de excursión en la selva y Knuckles siendo él mismo, los planetas estaban alineados en favor de la erizo.
En lo que Amy pensaba, Sonic se encontraba cerca de su choza en una hamaca amarrada de forma peligrosa y burda, sus ganas de descansar rivalizaban fuertemente con el sentimiento de que estaba mal el colgar una hamaca de dos bastones clavados a poca profundidad, sus inquietudes no le causaban problemas, pero una alerta dentro de él lo despertó en un instante el alarmante zumbido de una erizo corriendo a gran velocidad.
Amy corría hacia Sonic sin tardanza alguna, y este, desesperado, buscó la forma de bajar de su intento de hamaca y tratar de ocultarse tras su maltrecha choza, lográndolo en el último instante.
—¿Sonic?, ¿estas por ahí? —vociferó Amy al llegar a la choza del erizo azul. —¿Sonic?...
Amy miró a su alrededor buscando al celeste erizo, aunque al no encontrarlo regresó unos pasos y se alejó para buscar en otra parte. El erizo azul suspiró profundamente y respiró de nuevo aliviado. "Eso estuvo cerca", meditó Sonic, pero ignoraba una silueta que lentamente se acercaba a sus espaldas.
— ¡Te encontré! —exclamó alegremente Amy sorprendiendo a Sonic por la espalda.
—H-hey Amy ¿c-cómo te va? —preguntó muy nervioso el erizo, evitando la mirada de la eriza a toda costa. —N-no note que estabas ahí.
Sonic reía de forma nerviosa controlándose un poco, pero sus piernas se movían como si fuera a escapar en cualquier segundo.
—Sonic... dime, ¿tienes algo que hacer hoy? —cuestionó en forma tierna, y algo tímida, la erizo. Amy apretaba fuertemente la hoja que le había dejado Sticks. Sonic permaneció en silencio alejando sus ojos, tratando de pensar que decirle a la erizo rosada.
Amy se veía notoriamente nerviosa y antes que pudiera articular alguna otra palabra Sonic comenzó a olfatear algo de forma rápida.
— ¿Hueles eso? —preguntó apresurado el erizo —Es como algo muy dulce, no sé qué es, pero me está dando mucha hambre de chilli dog's.
Sonic parecía perdido buscando la fuente de lo que comenzó a olisquear, hasta que en un segundo salió corriendo dirigido hacia Meh-Burger como un demonio.
Amy solo pudo ver a Sonic alejándose sin poder detenerlo, se quedó sola junto a la maltrecha choza. Un ligero, pero a su vez pesaroso, suspiró escapó de la chica quien dirigió su mirada al suelo, sus ojos reflejaban tristeza y ganas de llorar, más la erizo soportó sus sentimientos, su carácter fuerte le dejó anteponerse al dolor, sin embargo, aun así se sentía realmente vulnerable en ese momento.
—¡Pues bien, si no quieres pasar el día conmigo buscare quien si quiera! — gritó a todo pulmón Amy, Sonic ya no estaba ni cerca para escucharla. Aquellas palabras eran algo que había querido decir desde hacía mucho tiempo, más aun no podía decirlas en presencia de aquel compañero celeste. La melancólica eriza caminó lentamente hacia la playa, alejándose de aquella demacrada choza.
—Tal vez... ¡Knuckles no tenga nada que hacer! —se dijo a sí misma Amy tomando velocidad, la chica comenzaba a recuperar animo yendo a la morada del tonto fortachón. La rosada joven se miraba entusiasmada, "no hay mal que por bien no venga", pensaba mientras corría.
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Amor al vuelo (Tailamy).
FanfictionAmy, que siempre estuvo enamorada de Sonic, esta sintiendo cosas diferentes por uno de sus mejores amigos, solo su corazón le dejara saber si lo que siente es lo correcto o solamente es un despecho.