PRIDE (Michaeng)

34.

Chaeyoung POV

Ha pasado una semana. Una semana sin hablar con ella, no hemos cruzado ni si quiera una sola palabra.
La veo cuando entra al salón y cuando estamos en la cafetería, a veces hacemos contacto visual pero lo evitamos de inmediato.
No sé nada de ella, no sé cómo está. ¿Es feliz? ¿Le duele escuchar mi nombre? Me pregunto ella también sueña con los momentos que pasábamos juntas. No lo creo.
Me encontraba en la mesa de siempre con mis amigas, a penas si quería comer una manzana verde que me habían dado.
-Anda Chae, ya anímate.
Decía Tzuyu mientras acariciaba mi espalda.
-¿Quieres que vaya a romperle la cara a esa chica?
Dijo Jeong enojada.
-¡No! ¡No, siéntate! No le hagas nada.
Dije asustada.
-Chae, tienes que aprender que comenzar algo también significa terminarlo. Algún día esto iba a pasar...
Tomé una servilleta para limpiar mis lágrimas cristalinas.
-No se suponía que debía terminar de esta manera. No soporto verla con Jae Bum.
-Pero... ¿No notas algo extraño en ella? Ni si quiera se ve feliz con él.
Tzuyu mencionó.
Okay, eso es importante y cierto. No la he visto sonreír ni una sola vez cuando está a su lado. La veo igual de mal que yo...
-Tzuyu tiene razón.
Habló Jeongyeon para después darle una mordida a su sándwich.
Estaba a punto de creerlo pero no... prefiero olvidarlo. Capaz y sólo estoy ilusionándome.
-Dejemos de hablar de ella.
-Bien... ¿Sabes qué? Tengo una idea.
-No, no una de tus ideas locas Jeong.
-Iremos el viernes a un club gay. Ahí encontrarás a alguien seguro.
Tzuyu comenzó a reír.
La miré con disgusto.
-¿Estás loca? Yo no quiero conocer a nadie.
Dije con tristeza.
-Eso te va a quitar la depresión. Ya, una fiesta no hace daño.
Jeongyeon insistió.
Miré a Tzuyu.
La chica asintió.
-Las acompaño. Seguro necesitarán a alguien que las cuide.
Jeong le dio un choque de manos al aire.
-Ugh, no puede ser.
Dije sin fuerzas.
-Quita esa cara de amargada, que Mina vea lo que se perdió.
Jeong comenzó a reír.
Sonreí un poco.
Tal vez tengan razón, tal vez encuentre a alguien mucho mejor que ella.
-Estoy dentro.
Dije.
-¡Esa es nuestra Chae!
Gritó Tzuyu.