luego de que el auto de chan se alejara por la oscuridad del final de la calle, cerró de un portazo la puerta y con el ceño fruncido. su rostro mostraba claramente molestia y podía leerse «no me toquen, estoy enojado».
«¿quién es ese chico y qué hace con chan?» pensó apoyado en la puerta recién cerrada.
el sentimiento de su corazón siendo apretujado no le gustaba; chan era su primer novio y él le hacia sentir bien cuando estaban juntos, pero cuando se separaban jeongin se aburría porque no tenía a su adulto favorito haciéndole reír.
—¿quién era, hyung? —preguntó el hermano de jeongin que lo había estado espiando por la ventana.
—un amigo —respondió con dulzura, agachado hasta quedar a la altura del más pequeño. ocultaba el enojo por el tierno tono que usaba para hablar con sus hermanos menores.
—¿qué amigo, hyung? —preguntó de nuevo curioso. jeongin pasó su mano por el pelo del menor.
—seungmin —le respondió parándose del piso. se dirigió a su habitación y su hermano iba detrás.
—¿y por qué tenía un auto, hyung? —preguntó.
—porque tiene la licencia de conductor —respondió harto de la situación.
—¿y porque tiene la licencia de conductor, hyung?
suspiró cansado, debía calmarse antes de responder o si no le gritaría y podían regañarlo por molestar a sus hermanos, aunque él era un pan de dios.
—¿por qué no le preguntas a mamá? tal vez ella sepa —le dijo a medio entrar a su habitación. su tono con una pizca de fastidio.
el niño de seis años sonrió mostrando sus dientes y corrió donde su progenitora cocinaba para la familia.
«niños... ¿por qué son tan curiosos?» se preguntó cuando cerró la puerta de su habitación.
sus hermanos menores eran la razón de su madurez –además de su relación con un adulto–, con ellos debía actuar como el hermano mayor que era y ser un buen ejemplo para ellos. no iba a negar que hubo veces en las que colmaban su paciencia y aplicaba un trato un poco más duro al que el que habitualmente usa con ellos: dulzura.
y ¡boom!
chan y ese chico de un particular color de cabello volvió a su mente. no iba a preguntarse por qué se preocupaba tanto por aquel hecho pasado, porque claramente estaba celoso de tener que compartir a su novio con otras personas. no era del tipo de novio egoísta y tampoco quería serlo, ambos tenían la libertad de estar con quienes querían y, entonces, chan y ese chico podía estar juntos y hacer lo que quisieran –sin pasarse del límite del significado de amigos–.
«mejor me voy a dormir para no pensar en eso... tal vez le pregunte mañana quién era el chico».
entonces, sin haber siquiera haber cenado, se desvistió y se puso su pijama con unos lindos zorros, luego se arropó entre las cobijas de su cama y cerrar sus ojos.
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un spoiler del final:
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