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CAPITULO 28

—buenos días —dijo la voz de su amigo antes-peli-azul entrando por la puerta de la habitación

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—buenos días —dijo la voz de su amigo antes-peli-azul entrando por la puerta de la habitación. chan no abrió los ojos y sacó la almohada de debajo de su cabeza y cubrió su cara cuando un rayo de luz golpeó en sus ojos, acostumbrados a estar en la oscuridad de la noche.

chan acostumbraba dormir sin su camiseta ya que el es muy caluroso, nunca pasa frío por las noches. entonces aprovecha para dormir cómodo. pero tuvo que llegar su amigo –vecino de jeongin–, woojin, a molestar por a mañana y arruinar su incomodidad.

—uy, qué vago que andas. no te recordaba así —rió el chico y chan le imitó quitando la almohada de su rostro, procediendo a lanzársela al adverso.

—¿tenía que venir a esta hora, hyung? —preguntó chan sentándose en la cama y refregándose los ojos con sus manos. el fornido abdomen de chan estaba al descubierto y eso era lo que woojin más quería evitar ver.

—¿y sino cuándo, chan? —devolvió mientras buscaba en los cajones del menor algo de ropa para que se cambiara—. ten, ponte eso. luego vámonos a desayunar por ahí, quiero revivir momentos contigo. —chan lo miró levantando una ceja—. yo invito.

—me gusta la idea —respondió al segundo con una sonrisa tomando la prenda que el mayor le extendía.

jeongin despertó en los cielos, había tenido un excitante y húmedo sueño junto a chan que lo tentó a escribirlo en una hoja y guardarla en alguna caja debajo de su cama

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jeongin despertó en los cielos, había tenido un excitante y húmedo sueño junto a chan que lo tentó a escribirlo en una hoja y guardarla en alguna caja debajo de su cama.

todo era hermoso hasta que la puerta se abrió de golpe, logrando asustar a jeongin que seguía en risueño.

—buenos días, mi pequeño, querido y tierno jeonginie—saludó seungmin cuando entró al cuarto del menor.

—¿qué quieres? —le preguntó dudando de su amabilidad. conocía a su amigo y el no era de esparcir amor a nadie, excepto a hyunjin, sólo que... de otra manera, pero no viene al caso.

—¿por qué insinúas que quiero algo? ¿No puedo demostrarle amor a una persona que aprecio y quiero mucho, mucho? —preguntó kim abrazando el cuerpo flacucho de jeongin que, según él, era débil como su actitud –a veces–.

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