Epílogo.

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Lo siento si has leído demasiados libros y poemas.

Lo siento si te has dejado envenenar el corazón por los finales felices que leías.

Lo siento si te has criado macerando en tu cabeza una idea del amor demasiado astral y surrealista.

Lo siento si el olor a príncipe ó princesa que desprendían esos versos llegó a nublarte la conciencia.

Pero en la vida real, al final de cada día, no hay un ángel escondido debajo de la cama cuando lloras.

En la vida real, la noche puede ser un lugar horrible del que nadie te rescate.

En la vida real,la luna no te dará la solución a los problemas.

En la vida real, la soledad será el menor de esos problemas si te acomodas en el "ojalá que alguien me ame";

si dejas que todo dependa de él ó ella; si estás esperando a que un beso corte la cuerda.

El la vida real, los huracanes de pasión te arrastrarán a ti con ellos.

En la vida real, no conseguirás amor a costa de dar lástima.

En la vida real, el ritmo de la felicidad no se escribe a golpe de tristeza.

Así que recoge los pellejos muertos de tu alma, y limpíales los trozos de luna muerta.

Siente de nuevo orgullo por tus luces y tus sombras.

Evoluciona para ti, pero no cambies para otros.

Carga con tus errores con la cabeza bien alta...

Porque en la vida real nadie es perfecto,

Está bien romperse a veces, está bien estar mal.

En la vida real, no todo es color de rosa

Pero cuando mires hacia atrás esa fracción de segundo

Y cuando vuelvas a ver a quien te hizo daño

Déjale bien claro que ya no duele.

Las cicatrices flotando en tu sonrisa

serán la prueba

de que al fin ya te has curado.

No quiero recordarte, quiero estar contigo • Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora