Capítulo 32: primera impresión

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Hoy debía conocerla, es mas, hoy la vería para estar con ella el resto de su vida.
No era lo que él deseaba pero que otra alternativa tenía, su padre amenazó con deshederarlo y buscar a otra persona si seguía con aquel hombre, pero realmente no era lo que deseaba.
La familia Midford iría a pasar el fin de semana a la mansión Trancy solo para que ambos muchachos pudiesen pasar tiempo y conocerse.

Como es que en pleno siglo veintiuno siguen existiendo los estúpidos compromisos arreglados?...

Alois no dejaba de pensar en aquello, y mentiría si dijese que no deseaba ser rescatado por su ex-amante en estos momentos.
Ser llevado lejos, perderse entre los millones de personas solo para estar con la persona que amaba.

-Oh, están aquí!- Dijo la Mujer caminando rápidamente a la puerta para poder recibir a sus invitados.
Alois por su parte se mostraba sin interés alguno por la visita que llegaría a su hogar.

-No has oído a tu madre?- Preguntó una voz tras él. Se levantó con pesares del sofá de tapizado blanco y camino junto a la mujer.
El mayordomo abrió la puerta para ellos dejando pasar a la familia Midford que se adentraba al lugar con porte y elegancia.

Frances Midford, madre y esposa, una mujer de elegancia palpable y estrictas reglas.
Alexis Midford, padre y bastante serio, es increíblemente apegado a sus hijos, le encanta malcriar y darle todo a sus niños.
Edward Midford, Hermano mayor, demasiado protector con su hermana y se aprecia en el ceño fruncido y disgusto con el observa a Alois en estos momentos.
Y por último Elizabeth Midford junto a...

Y él quien es?

Alois había estudiado a aquella familia en los archivos de su padre, cuando sus ojos toparon con la rubia de verdes ojos su sorpresa fue absoluta pero seguía preguntándose; aquel muchacho quien era?.
Un chico alto, de cabellos violetas y largas hebras que caían sueltas a un costado de su rostro.
La rubia tomo al chico de la chaqueta y le susurró algo al oído mientras ambos sonreían ampliamente.

-Frances Midford, un placer volver a vernos- Los mayores se retiraron dejando a los rubios hermanos, el extraño y a Alois solos en la sala.
Se sentía algo incómodo y dudaba de que acción debería tomar a continuación.
Camino hacia los muchachos y le tendió una mano al rubio mayor.

-Soy Alois... Un gusto- Pero a pesar de sus esfuerzos no fue tomado en cuenta, Edward cruzó los brazos sobre el pecho y le miro con superioridad.

-Edward Midford- Respondió pasando el peso de su cuerpo de una pierna a otra.
Alois miro a Elizabeth que lo observaba con una sonrisa.

-Que pequeño es el mundo, no?- Dijo ella con una sonrisa amigable que alivio la tensión en el lugar. Alois soltó un suspiro y sacudió la cabeza afirmando.
Levantó la vista al pelimorado que le observaba discretamente pero no lo suficiente como para no notarlo.

-Oh, él es Bravat, un primo que se quedará con nosotros un tiempo- Alois asintió y estrechó la mano del sujeto, había algo en aquella sonrisa, sus ojos, un aura extraña pero no lo suficientemente clara como para ser descifrada por el rubio.

Se quedaron en la sala, charlando de cosas triviales como a que universidad pensaban asistir o cual era la profesión opcional que querían adoptar.

Pero aquello a Alois no le interesaba en absoluto.

De que mierda sirve una profesión opcional si de todos modos debo heredar y trabajar en las compañías Trancy?.

Con su dedo índice golpeaba nervioso el tapiz del sofá donde se hallaba sentado. La mirada de Edward le intimidaba, La mirada indescifrable de Bravat le hacia temblar.

Tras la cámara<Sebasciel.(CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora