Capítulo 11: Es una cita?

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Ciel y Sebastian caminaban tranquilamente por las calles de la ciudad rumbo al parque de diversiones recientemente inaugurado.
Ciel se hallaba extrañamente inquieto, su Corazón latía como loco y no podía controlarse a dar una que otra miradita fugaz al mas alto. Dios, ya para, que tanto miras!?, que tanto Lates maldito corazón, , ¡Es todo su culpa!. Pensaba Ciel.

-Hemos llegado- anuncio sacando de sus pensamientos a Ciel.
Ciel quedo completamente maravillado con la enormidad del lugar.

Por suerte habían muy pocas personas debido a que era lunes, una que otra pareja y matrimonios con niños pequeños.
A medida que se adentraban mas al enorme lugar mas asombrosas eran las atracciones. Una gigantesca montaña rusa y una pequeña, una alta rueda de la fortuna entre otros puestos pequeños con juegos y puestos de comida y bebida.

-A cual nos subiremos primero?- preguntó para si mismo el mas alto mientras giraba sobre sus talones admirando cada atracción en el lugar. -Que tal...- dijo meditando un momento la respuesta. -la montaña rusa?- se dijo claramente dispuesto a escucha la respuesta de su acompañante.

-La montaña.. Rusa- Ciel trago en seco, ver la enormidad y altura del lugar le provocaba escalofríos, tanto hací que incluso empalideció.

-Estas bien?... Te has puesto algo blanco- comentó Sebastian acariciando con su tierna y suave mano la cálida mejilla del muchacho, que, al contacto con la mano ajena recobró el color enrojeciéndose mas de su color natural.

-E-esta bien... Vamos- dijo aun algo temeroso Ciel.
La cola para la montaña rusa era algo corta, frente a ellos había unas 7 personas.

-Diez siguientes- anuncio el hombre calvo frente al operador de la Máquina.
Cada asiento era de dos, y eran cinco filas, Parejas delante de ellos se besaban y abrazaban antes de acomodarse los protectores de emergencia.
Ciel estaba nervioso y temblaba como una hoja.

-Estas seguro de esto?- preguntó Sebastian algo mas preocupado por el muchacho.

-Claro, n-no te preocupes- tartamudeo Ciel tratando de verse calmado ante aquellos imponentes ojos carmín. -Solo estoy algo nervioso- sonrió con dulzura Ciel ablandando el corazón de Sebastian y haciendo que este mismo comenzará a latir como loco.

-A demás, estas con migo- Dijo picaron el pelinegro guiñando un ojo al muchacho el cual enrojeció al instante.

-Todos seguros?- preguntó el hombre Calvo cuando su compañero termino de revisar los seguros de los asientos.

-Todos seguros- reafirmó el compañero del Calvo.

-Todos listo!?- preguntó en un grito de aliento a los que estaban en el asiento del riel, todos contestaron con un "Si" muy animado excepto Ciel.

Frente a ellos una pareja de rubios (una chica de pelo algo rizado y un chico de cabello liso y corto), se besaban apasionadamente. Ciel los miraba algo intrigado, creía haber visto aquellas melenas tan familiares. Donde?.

-Por dios...- murmuro Ciel cuando ya estaban en lo alto de los rieles. Unos cálidos dedos tomaron su mano y la voltearon teniendo contacto ambas palmas, Sebastian entrelazó sus finos dedos con los del menor y ambos se miraron a los ojos.
Sebastian sonrío con ternura y Ciel solo se sonrojo ligeramente, aun así no quiso soltar aquel agarre tan reconfortante.

-Que lindo- dijo Sebastian pero antes de ser escuchado los gritos de al frente le opacaron. Creyendo que Ciel no había oído ambos comenzaron a reír fuerte cuando la adrenalina se les subió al sentir el fresco oiré y las vueltas en aquella movida y retorcida montaña rusa.

***

-Muero de hambre y tu?- preguntó Sebastian al muchacho que parecía tambalearse de hambre o por el enorme panda de felpa que este cargaba, Había subido a muchas atracciones aun que aun faltaba una, la rueda de la fortuna, y también habían jugado muchos juegos pequeños de habilidad, en uno de los cuales gano un enorme panda para Ciel, casi del tamaño del muchacho.

-También tengo un poco de hambre- Dijo Ciel con una sonrisa que curvaba sus hermosos labios color cereza.

-Algodón de azúcar, palomitas o... Un helado?- preguntó dirigiéndose a uno de los tantos puestos con ventas de caramelos y bebidas.

-Yo pagaré lo mio no te preocupes- dijo Ciel desprendiendo amabilidad.

-No, no, no. Yo te invite a si que yo pago- pidió dos helados en la barra y los pago antes de que Ciel pudiese objetar algo.

-Vamos a la rueda?- preguntó Sebastian, Ciel asintió con la cabeza y se encaminaron a la rueda, a medida que las horas habían pasado mas personas iban llegando. La cola era algo larga pero valía la pena esperar.

Sebastian pagó al controlador y ambos esperaron a que alguna pareja bajase. La cola tras ellos parecía ser aun mas larga que antes.

-Disfrute la joven pareja- dijo el hombre un tanto mayor que estaba asegurando la barra de la silla.

-Wow, ya me lo han ducho tres veces- dijo Sebastian mientras Ciel le miraba incrédulo.

-Encerio!?- dijo el ojiazul poco creyendo lo que había dicho Sebastian.

-Este señor, el de los helados y al que le gane el panda- Sebastian soltó una de esas risas armoniosas y Ciel se sonrojo.
Ver esa cara de emoción con aquellos ojos brillantez al recibir el enorme oso de felpa fue la gloria.

Una ves la rueda se comenzó a mover ambos quedaron en lo mas alto de esta cuando una pareja se bajo y otra subió.

-Sebastian...?- dijo Ciel en llamado del mayor. Necesitaba una respuesta a su duda.

-Dime- respondió el contrario.

-como es que...- Sebastian le interrumpió.

-Quería tener una salida con tigo, por eso tenia tanto dinero, fue algo pre-planeado. Era obvio que ibas a  conseguir el trabajo- Ciel sonrió para sus adentros y maldijo en vos baja por la ternura de Sebastian. -Ciel, puedo intentar algo?- Ciel le miro sin comprender mucho y el pelinegro sonrió. -Cierra los ojos si?- Ciel serró sus ojos. Sus largas pestañas chocaron con las inferiores y se dejó hacer.

Sebastian, con sumo cuidado, tomo el rostro del muchacho entre sus manos acariciando sus mejillas, unió sus labios en un lento y suave beso, succionaba entre sus labios los mas pequeños sintiendo con deleite su sabor dulce.
Mientras se separaba con lentitud Ciel abrió sus ojos deleitado tanto por el beso como por la persona frente a el, Sebastian dio un ultimo beso casto sobre los labios ahora rojizos del muchacho y volvió a acomodarse en su asiento.

No jodas!!, No jodas!!, Fue mi primer beso. Con un hombre!! Y me gusto!!. Pensaba Ciel mientras se ponía rojo asta las orejas.

-E-esto es una cita?- dijo tan rápido como sus labios le permitieron. Llevaba haciéndose esa pregunta todo el día, cual seria la respuesta?.

-Es probable- respondió el otro en tono malicioso sin intenciones de darle una respuesta.

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Yio quiero una cita asiiii 7-7

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🌸Anónima-san los ama🌸

Tras la cámara<Sebasciel.(CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora