Tras la cámara<Sebasciel.(CORRIGIENDO)

Capítulo 23: Absurdo pensamiento

Eran las 3:30 de la mañana y Ciel seguía ahí, sentado en la escalera de incendios con los ojos cerrados dejando caer la cabeza hacia atrás, tantas cosas pasaban por su cabeza que le había sido imposible conciliar el sueño a pesar de lo cansado que estaba.

Que pensaría mi padre sobre mi relación con Sebastian?, pienso que seria realmente malo, y si... llegase a ser capas de tomar medidas extremas, No!, si el lo hiciese  mi madre lo impediría, verdad?.

La manera en que afirmaba y contradecía le hacia pensar que su mejor decisión debió ser ignorar a Sebastian. Él era una persona tan buena, amable y sin olvidarse de su atractivo, que pudo ver en un mocoso mimado, de mal carácter y de familia tan problemática?.
Pudo pasar desapercibido pero... que llamo su atención?, tantas preguntas, tantas inseguridades.
Se encogió en las escaleras haciéndose bolita mientras pequeñas gotas brotaban de sus ojos.

Si su duda es; acaso es la primera ves que el pobre Ciel de siente de esta manera, no, incluso a llegado a medidas extremas con tal de terminar con su sufrimiento y su inseguridad.
Siempre se a considerado tan poca cosa, tan insignificante para los demás  que no ve lo mejor que hay en él. Los cortes en sus muñecas o las pastillas para dormir, lo peor de todo es que su adinerada familia esta tan metida en asuntos de negocios que no son capaces de darse cuenta del dolor del pobre Ciel Phantomhive.

-Hey tu!... oye!- la vos chillona y femenina que grito desde abajo de las escaleras le hizo dar un salto del susto, con los ojos rojos e hinchados se inclinó para encontrar a la chica rubia y de ojos verdes viéndolo con preocupación.

-Hey estas bien?- pregunto ella soltando un suspiro de alivio al comprobar que el muchacho al menos estaba con vida.
Ciel la miro con sorpresa, la había reconocido al instante, sus rizos rubios, sus ojos verdes y grandes, sus pestañas rizadas y sus ropajes extravagantes y llamativos.

-Tu eres... Elizabet- Dijo poniéndose de pie a la par de que daba un pequeño brinco para bajar de la escalera y llegar a la calle junto a la rubia.

-Oh... Ciel que gusto verte!- chilló ella colgándose del cuello del chico y dándole un beso en la mejilla dejando sus labios marcados en ella por su lápiz labial rosa.

-Ho-Hola- Respondió Ciel algo avergonzado por la acción de la chica. Esta solo sonrió ampliamente ante las mejillas sonrosadas de Ciel y le tomo de las manos con suma emoción.

-Oye! Y que hacías ahí?- Dijo ella curiosa y animada como siempre. El chico se rasco la nuca nervioso y solo negó con la cabeza restando  importancia al asunto.

-Y tu... que haces por las calles a esta hora?. No es seguro para una señorita- dijo con educación, sin segundas intenciones, con claridad y seguridad.
Las mejillas de la muchacha se encendieron en un color carmín bajo el maquillaje y río nerviosa jugando con sus rizos rubios.

-Bueno, estaba por ahí con mi amiga ya sabes, en la Bickrek y se nos fue la hora- Ciel asintió con la cabeza y se cruzo de brazos acomodándose en una postura más cómoda para sus adoloridas y entumecidas piernas.

-Es el antro que inauguró hace poco no?- Preguntó en busca de un tema de conversación, comenzaba a relajarse y no quería volver al departamento, no tenia sentido si ni siquiera tendría oportunidad de cerrar los ojos y descansar.

-Si! Ese mismo, tu ya lo has visitado?- la rubia se acomodo en la pared junto, recargando su espalda en ella claramente exhausta. Llevaba el cabello algo revuelto, los zapatos de tacón en la mano y un vestido verde lima ajustadisimo.

-No, solo oí de el, dicen que es muy "exclusivo"- hizo las comillas con los dedos. La chica asintió en gesto a comprensión de lo que el ojiazul había dicho.
Ella lo tomo de la mano con emoción.

-Entonces que dices si uno de estos días vamos juntos?- se veía emocionada, y como el pobre Ciel no era la clase de persona que desilusiona a una chica no le quedo mas que asentir algo incomodo por su cercanía.

-Claro... será un placer- sus ojos azules se cruzaron con los enormes ojos brillantes y verdes de la muchacha rubia que le sonrió coqueta con sus mejillas sonrosadas por el rubor del maquillaje, esta posó una de sus manos con las uñas pintadas de rosa en uno de los hombros del ojiazul y Se puso sus tacones viéndose mas alta que su acompañante del momento.

-Es hora de irme, mi madre me matará si no me encuentra en casa- la muchacha inclinó levemente la cabeza y se acercó a Ciel, al que se le enrojecieron levemente las mejillas, la muchacha le beso la comisura de los labios y le sonrió ampliamente.

-Nos vemos- Dijo Ciel en un movimiento de mano. La muchacha se alejo contoneando las caderas y soltó una carcajada haciendo reír a Ciel, luego simplemente desapareció al doblar la calle. Ciel volvió a subir la escalera entrando por la ventana al apartamento. La cerró con cuidado procurando no hacer ruido pues su primo seguía dormido, o al menos eso suponía.

-Que hacías con ella?- Dijo una vos y en un grito Ciel salto girandose, encontrando a su rubio primo sentado en el sofá que prendía la lampara en la mesilla junto a este. Ciel algo nervioso procedió a sentarse junto a el y le sonrió, pero este solo se cruzó de brazos y le miro con el ceño fruncido.

-Él no se merece algo así Ciel Phantomhive, mas te vale no hacerlo sufrir- así concluyó aquella conversación. El rubio se levanto con furia y se dirigió a su habitación, Mientas Ciel solo se mantuvo en el sofá con el rostro recargado en las manos. Pensando, pensando en que exactamente?.

🔯🔯🔯🔯

En que andas metido Ciel Phantomhive!!!

GRACIAS POR LEER AMORES.

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