La desesperación me estaba carcomiendo, llevaba más de diez horas sin saber nada de mis hermanos. Lo único que he podido conseguir de información es que han salido a una misión, llevaban muchos años sin ir a ninguna.
Podría observar dónde están pero no quería usar mis poderes, no me gustaban, los usaba en casos reales de emergencia.
Los experimentos fueron hace ya ocho años.
En aquel momento sólo quería seguir los pasos de mis hermanos, no quería quedarme sin familia. Y por su parte, ellos querían ayudar a nuestro país, poder salvarlo y darnos una mejor vida, pero nos encerraron aquí para usarnos como armas. Ellos me llamaban para la "última ayuda".
Mis padres murieron cuando apenas tenía siete años, mis hermanos decidieron defender el país y someterse a los experimentos realizados por Strucker. Ellos fueron sus primeras creaciones, Pietro consiguió un metabolismo mejorado junto con una homeostasis también mejorada, en otras palabras, es más rápido. Mientras que mi hermana obtuvo poderes tales como Telekinesis, Telepatía, etc.
Todos los poderes de mi hermana habían sido dados a mi también, el problema era que hubo un fallo en mi cuerpo al recibirlos, al principio los rechazó por lo cual se hicieron más experimentos sobre mí. Cuando por fin tuve 10 años me liberaron de aquellas máquinas, lo único malo es que no puedo controlar mi ira, no soy capaz de ello, y tampoco sabemos de que soy capaz si esto se llevará a niveles extremos.
Desde aquel momento estoy entre estas cuatros paredes en esta habitación, lo único que salía era para los entrenamientos, llevo 7 años encerrada aquí en este edificio, mi único alivio es poder comunicarme con Pietro. La relación con Wanda era menor, nos veíamos en entrenamientos aunque no hablábamos mucho, aun así en el fondo la quiero y admiro muchísimo.
-Irina, ¿estás ahí?- se escucho un susurro proveniente de la rendija.
-¡Pietro! ¿Qué ha pasado? ¿Estáis bien?- realmente estaba preocupada, no sabía de que se había tratado la misión.
-Todo está bien, Iris, por fin vamos a salir de aquí. Fuera te explicaré todo lo que ha pasado esta vez te vienes de misión con nosotros.
-Pero no estoy preparada, no sé controlarlo, no quiero hacer daño Pietro.
-Confío en ti y sé que lo estás- se escuchaba un ruido desde su habitación- Voy para tu habitación, Wanda intentará tirar la puerta.
A los pocos minutos un estruendo retumbó toda la habitación y la gran puerta quedó desplomada.
-¡Iris!- dijo mi hermana dándome un abrazo- Por fin podemos salir de aquí, hemos oído rumores de un hombre al que podríamos ayudar, no tenemos tiempo que perder tenemos que ir para allá.
Mientras que a paso rápido nos íbamos acercando hacia las ruinas de la antigua iglesia que hay en el centro de la ciudad, mi hermano me iba explicando todo lo que había pasado.
-... entonces Wanda le dejó llevarse el Cetro, pero tenemos que recuperarlo- y se calló al ver que estábamos por entrar a la iglesia, intentando no tropezar con todas las ruinas y pedazos de paredes, mi cabeza iba a mil por hora pero sabía que hacer preguntas, no iba a ser de ayuda en ese momento- Ponte detrás nuestra y no hagas ruido- me dijo en un susurro.
-Habla, y si nos haces perder el tiempo...-comenzó a decir mi hermana pero fue interrumpida por el gran hombre que estaba sentado en una especie de trono con una capa roja que lo cubría.
-¿Sabíais que esta iglesia está en el centro exacto de la ciudad?- mis hermanos y yo nos miramos confundidos, yo no quería hablar para no retrasar el plan ¿y este hombre nos empieza a contar la historia de una iglesia?- Lo hicieron así para que todo el mundo pudiera estar igual de cerca de Dios. Eso me gusta, la geometría de la fe.
Realmente confiaba en mis hermanos, pero chicos hay que salir de aquí, este hombre no me da muy buena espina, estoy avisando.
-Te preguntas por qué no puedes mirar dentro de mi cabeza- dijo dirigiéndose a mi hermana, yo ni siquiera lo había intentado, no quería usar mis poderes, no para esto.
-A veces es difícil- cada vez Wanda se acercaba más al hombre, aunque intenté agarrarla del brazo- pero tarde o temprano un hombre se muestra tal como es.
Entonces se dejó ver, y nos quedamos fascinados, era una máquina, un robot, podía pensar y hacer razonamientos por el mismo. En ese momento me entró curiosidad por saber que quería de nosotros y cuál era la misión.
-Ah seguro que sí, pero tú necesitabas algo más que un hombre- mis hermanos dieron unos pasos hacia atrás, mientras yo me quedé en la misma posición con el ceño fruncido- Por eso dejaste que Stark se llevará el Cetro.
La máquina se acercó hasta posicionarse justo enfrente, Pietro vio que yo cada vez me acercaba más y me posicionó detrás suya.
-No lo esperaba, pero pude ver el miedo de Stark, sabía que podía controlarle, hacer que se auto destruyera- respondió.
-Todo el mundo crea aquello que teme, los hombres producen máquinas de guerra- relataba mientras empezaba a dar vueltas por la gran sala- los invasores crean a los Vengadores, la gente crea... gente más pequeña, niños- dijo mientras reía- no encontraba la palabra- dijo mirándome.
-No soy tan niña- respondí en voz baja, ya tenía 14 años.
-Oh claro que no, además tienes unos poderes muy útiles, siguiendo la antigua conversación... niños, diseñados para reemplazarlos, para acabar.
-Por eso has venido- aclaró mi hermana- acabar con los Vengadores.
-He venido para salvar el mundo- dio media vuelta y se fue caminando- pero sí, también. Y ahora debemos volver a la fortaleza, allí os lo explicaré.
El camino fue silencioso, cada uno se hacía preguntas sobre que pasaría y si esto nos dañaría.
Al llegar, Ultrón nos empezó a explicar el plan para poder destruir a los Vengadores.
-Partiremos de inmediato, esto es un comienzo, pero hay algo que si necesitamos para poder empezar el trabajo de verdad.
-Wow- exclamé al ver las gran maquinas que había, nunca había llegado a ver esto, lo máximo de las construcciones de Strucker que vi eran mi habitación y la sala de prácticas.
-¿Todo estos son...?- preguntó mi hermana observando otros robots que habían completando lo que se veía como una gran nave.
-Yo- la interrumpió Ultrón- tengo lo que los Vengadores nunca tendrán, armonía. Son discordantes, discolexos.
-¿Eso si quiera existe?- pregunté pero me ignoraron, al final ni les ayudo.
-Stark ya ha hecho que se vuelvan unos contra otros y cuando tú entres en el resto de sus cabezas...
-Osea que nadie quiere matarnos- hizo una mueca Pietro.
-No necesitamos mártires, necesitas paciencia- se dirigió hacia mi hermano- Ver la imagen a lo grande.
-Yo no la veo a lo grande, tengo una imagen pequeña y la saco y la miro cada día- ya sabía que no se refería hacia la misión, era el recuerdo de aquella maldita noche.
-Perdisteis a vuestros padres en el bombardeo, he visto los archivos.
-Los archivos no son la imagen- respondí yo hacia la defensiva.
-Irina- me regañó mi hermana.
-No- miró a Pietro y le hizo un asentamiento con la cabeza- por favor.
-Tenemos 10 años, Iris 7, estamos cenando los cinco, al impactar el primer bus los pisos de abajo se derrumban, hacen un agujero- agaché la cabeza y me acerque mientras le tocaba el hombro y me devolvió la mirada- Es grande, nuestros padres caen, todo el edificio empieza a derrumbarse. Yo la agarro a ella- dijo señalando a Wanda- mientras ella intenta que nada le pase a Iris, rodamos bajo la cama e impacta el segundo bus, pero... no estalla. Se queda ahí entre los escombros, a un metro de nuestras caras, y en lateral del bus hay escrita una palabra.
-Stark- respondimos Wanda y yo a la vez.
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Perdida [Marvel Universe; Age of Ultron]
FanfictionUna chica, muchos poderes. Un mundo al que salvar, pero ¿Desde qué punto de vista?