Donde el viento se levante

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Suspire mientras dejaba mi mochila en el suelo, llevaba días viajando sin rumbo, estaba cansada, no comía nada desde ayer, pero era mi última oportunidad para poder tomar el tren, luego vendría el invierno, empezaría a nevar y cerrarían las vías.
El viento me reconforto, a pesar de ser frío me sentó bien, saque mi chaqueta para ponermela, me hice una cola alta y me senté bajo el árbol a esperar, revise mi reloj y aún faltaba una hora.

Había dejado mi casa para poder viajar, era mi sueño, ir sin rumbo por el mundo ,conocerlo, había dejado cosas y gente atrás pero la mayoría de ellas me apoyaban.
Recuerdo la última pelea que tuve con mi novia.

-¿Por que quieres irte?-Preguntó Moon, se notaba la desesperación en su rostro.

-Amor, quiero viajar conocer el mundo-Dije acercándome a ella.

-Déjame acompañarte-Me pidió otra vez tomando mi rostro en sus manos.

-Es algo que debo hacer sola-Dije tomando sus manos en las mías y ella me abrazo fuerte.

¿Como le estará yendo? Pensé mientras acariciaba la pulsera de pareja que teníamos, ya había pasado un año, no había recorrido el mundo, pero había visto mucho, sentía la necesidad de regresar, pero haría unas paradas más en el camino.
El sonido del tren me alertó, me había quedado dormida,puse mi mochila al hombro y corrí cerca a más vías del tren, este era un punto donde el tren bajaba la velocidad ya que había cambio de vías más adelante por lo que era una oportunidad perfecta.
El tren empezó a frenar y yo corrí lo más que pude, una vez estuve en el techo pude respirar. Esto se había vuelto común para mi, correr tras el tren, trepar sin ser vista, era la.única manera de poder viajar tanto y gratis.

El sol estaba fuerte así que decidí bajar a uno de los exteriores de las cabinas, era la única manera de protegerme del sol.

Saque mi libreta y empecé a escribir una carta, Era para Moon.

Logré lo que quería, estoy regresando a casa.

Te ama, Solar

Era corta, pero era significativa, había cumplido mi sueño, no era la primera carta que le escribía, luego de una semana de viaje le escribí una carta fue una postal en la cual decía donde estaba, donde iba y como me estaba yendo, ella respondió.

Cuando termine de escribirla la guarde en mi bolsillo trasero, donde tenía planeado bajar había una oficina de correos, ahí depositaria la carta.

Sonreí mientras sacaba el último sándwich que me quedaba, tenía muchas emociones en este momento, incluso cuando emprendi el viaje, tenía miedo, felicidad, estaba ansiosa, pero decidida a seguir adelante, no fue fácil, pero dicen que debes sacrificar cosas para poder cumplir tus sueños.

Mire el paisaje y suspiro, muchas veces había soñado con paisajes así, con momentos así y ahora están sucediendo, no podía explicarlo que se sentía, la noche llegó y con ella el frío, tuve que meterme de polizon en una de los vagones.
Luego de un día de viaje me desperté por el sonido de las olas.
Subí rápidamente al techo del tren y el horizonte me recibió con una hermosa vista.

Ya estabamo cerca a la costa, las gaviotas gritaban, su grito se escuchaba a lo lejos, la brisa ahora era salada, y el sol estaba alto, mire hacia el suelo para casi desmayarme, no había suelo, estábamos en un acantilado.

-Me gustaría que pudieras ver esto Moon-Susurre al viento, pase el día en el techo del tren y cuando vi la estación empecé a prepararme para saltar.
Camine unas horas hasta llegar a la oficina de correos, envíe mi carta y subí al otro tren, estuve así por tres días más hasta que llegue a mi parada final.

Cuando baje del tren empecé a caminar entre la gente, ellos me miraban, obviamente, estaba despeinada, con ojeras y no recordaba la última vez que me había bañado.

-Demoraste más de lo que pense-Escuche a mis espaldas, cuando voltear me encontré con una versión anaranjada de Moon.
Yo corrí hacia ella y la abrace fuerte.Si, el viaje había sido difícil, las noches habían sido largas, lo días calurosos, había pasado hambre , sed y frío, el viaje fue largo, pero vi cosas que se que casi nadie tendrá el privilegio de ver, aveces es necesario arriesgar para poder cumplir tus sueños.
Sólo debes dejar que el viento te guíe al lugar donde debes estar.

-Bienvenida a casa Yong Sun, te extrañe mucho-Susurro abrazandome y por fin lo sentí, había llegado a casa.

Pequeñas Historias De Un RábanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora