Una oportunidad para amar

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-Hwasa, ¿Quieres ir a comer algo?-Dije tirada en el sofá del departamento que compartíamos.

-No, estoy bien- Dijo cortante desde su escritorio, solté un suspiro y regrese mi atención al televisor.

Había estado de mal humor toda la semana, no sabia que le pasaba, un día llego del trabajo y empezó todo, primero supuse que había sido algo respecto a la compañía donde trabajaba pero su animo no mejoraba, me respondía cortante, no conversaba conmigo, no jugaba, no veía la serie que nos gustaba conmigo, solo llegaba y se iba a dormir diciendo que estaba cansada y que ya había cenado fuera cuando ella odia la comida rápida.

-Hwasa, háblame- Pedi, ya habían pasado dos horas desde que le pregunte si quería cenar.

-¿Sobre que?- Dijo sin levantar su vista de sus papeles.

-De lo que sea, solo háblame-

-Wheein, estoy ocupada-

-Pero es fin de semana, ¿No puedes terminar eso mañana?-Pregunte mirándola desde el sofá, tenia su pelo suelto y llevado para un lado dejando ver su tatuaje.

-No, no puedo, debo entregar esto el lunes temprano-

-Es que te siento rara, has estado muy cortante toda la semana y parte de la anterior-

-Estoy cansada, es un mes difícil en la empresa- Ella suspiro- Dejando caer su pluma y pasar su mano por su cabello- ¿Qué haces?- Dijo ella tensando su espalda y hombros.

-Un masaje, estas estresada, esto te relajara, luego te hare un te con unas hierbas que envió mama de Jeonju-Dije moviendo mis manos por su cuello.

-No es necesario-Dijo removiéndose en su silla.

-Déjame hacerlo ¿Si? Ha pasado un tiempo desde que te hice un masaje- Ella se relajo un poco y bajo la cabeza dándome mas acceso a su cuello, yo sonreí y empecé a masajear toda la zona. Estuvimos un rato así, vivíamos en el cuarto piso del edificio pero aun así el bullicio de la calle llegaba a nosotras y en este momento eso era lo único que se escuchaba.

-Lo siento- Dijo ella en un susurro que pude escuchar gracias al silencio.

-¿El que?-

-El portarme así contigo durante la semana, pensé que si lo hacia te alejaría, pero parece que soy yo la que no puede alejarse de ti-Pare en seco.

-¿Alejarte?-Pregunte casi gritando volteándola.

-No puedo mirarte al rostro, no puedo hablarte sin querer que la tierra me trague-Dijo mirando el piso.

-Ahn Hyejin, mírame-Exigí.

-No puedo-

-¿Hwasa?¿Que tienes?- Pregunte aun con mis manos en sus hombros, ella no respondió, parecía pensar bien su respuesta o mas bien parecía pensar si debía responderla o no.

-Tengo miedo-Dijo después de un rato.

-¿Miedo?¿A que?-

-A todo, de moverme, de respirar, de hablar, de tocarte, de perderte-Dijo empezando a llorar- Y es tu culpa-

-¿Mi culpa?¿Hice algo mal?¿Necesitas algo de mi?-

-No, no necesito nada de ti, no debo sentir nada por ti, necesito no pensar en ti, no preocuparme por ti-Dijo mirándome por primera vez- Pero no se hacer eso- Dijo acariciando mi mejilla.

-¿Qué quieres decir?-

-Te amo Jung Wheein-Dijo llorando-Y duele, duele tanto, intente cubrir lo que sentía con hostilidad, ignorándote, alejándome de ti, pero no lo resistí-

Pequeñas Historias De Un RábanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora