Pequeñas Historias De Un Rábano

In my room

Suspiro entrando a mi departamento y prendiendo la tele, nunca la veía sólo dejaba que el sonido llenará el ambiente, me dirigí a la cocina y el refrigerador estaba vacío.

-Perfecto-Dije cerrando con fastidio la puerta, volví a coger mis llaves para salir a buscar que comer, a pesar que no tenía hambre sabía que no había comido nada en todo el día por lo que si no quería tener anemia debía comer.

Llegué a un restaurante cerca a casa, mientras comía veía como la gente pasaba en parejas, con amigos o estaban esperando a alguien.
No tenía a quien visitar, las chicas ya estaban en su departamento, durmiendo seguramente, suspiro por milesima vez en el día y tome mi teléfono, no tenía mensajes, dejé el celular en la mesa y termine de comer.

Me dirigí nuevamente a mi departamento, había dejado el televisor prendido, no me moleste en apagarlo y me dirigí a mi habitación, me puse mi pijama y me tumbe en mi cama, cuando vivía con mi familia no dormía hasta que todos estaban en casa, pero ahora que vivo sola simplemente no puedo dormir, sigo esperando a alguien que se que nunca llegará.
Recordé la llamada de mi madre, no le había respondido, no me gusta mentirle y si le respondía me iba a preguntar como estaba, ya le había dicho que estaba bien muchas veces, ya le había mentido muchas veces.
Rodé en mi cama pensando por que es que estaba tan sentimental estos días, tal vez sea el periodo, me repetía pero sabía que no era eso. Volví a girar y vi una foto que tenía con Yong Sun, tome la foto , fue el día de mi cumpleaños cuando fuimos al parque temático, ella se veía muy feliz, luego me mire a mi, también tenía una sonrisa en mi rostro, esto fue hace un año.
¿Como era que debía sonreír? Ya lo había olvidado, ya no sonrió tanto como antes, luego pensé otra vez en Yong Sun, ¿Como es que era tan feliz todo el tiempo?, sabía que ella también tenía sus problemas, ella me los contaba ,pero cada vez que ella sonreía tenía envidia, envidia de que ella aún recuerde como sonreír.

Hace un tiempo me había distanciado con Solar, ya no hablábamos como antes, ya no recuerdo cuando fue la última vez que hicimos un vlive juntas o la última vez que fuimos a comer, en cierto modo la extraño, me encantaba verla sonreír. Deje la foto otra vez en la mesa de noche y me gire mirando la pared.

-Creo que tome mucho café otra vez-Me dije a mi misma, probablemente me duerma tarde y despierte tarde, será un desperdicio de tiempo, bueno, no es como si no estuviera acostumbrada. Recordé las pastillas que tenía para dormir, dudé en tomarlas, no me gustaba ser dependiente de ese tipo de cosas, pero necesitaba dormir.

Mi mente viajo a la ventana, está daba a un departamento vecino, allí vivía una familia, pude escuchar las risas de los niños y de los padres, todos parecían vivir felizmente, como si no tuvieran preocupaciones, viven tan optimistas. Aveces me siento mal por ser tan negativa.
Suspiro desesperada, ¿Por que mi mente es tan complicada?, volví a mirar las pastillas y tome el frasco, muchas veces pensé ¿Que pasaría si tomará más de la cuenta?. Moví rápidamente mi cabeza intentando enviar ese sentimiento lejos diciéndome que sólo estoy exagerando, dejó el frasco en la mesa de noche y le doy la espalda, tome mi teléfono y al no tener ningún mensaje otra vez simplemente cerré mis ojos, intentando que mi mente y cuerpo se relajen, mañana tenía que ir a la agencia temprano, necesitaba descansar, pensé en llamar a Solar antes de dormir, pero no tenía el valor, no sabía si nuestra relación seguía siendo la misma, rápidamente dejé esa opción atrás y dejé mi celular en la mesa de noche también, cerré mis ojos y en un punto de la noche me quedé dormida pensando en los momentos que habíamos pasado Solar y yo en mi habitación.
Y luego me di cuenta para muchas personas su habitación era su lugar seguro, era donde se sentían cómodos, eran donde llevaban a sus amigos cuando iban a casa, donde las risas ocurrían, donde los pensamientos ocurrían, los miedos, las dudas, todo eso ocurre en nuestra habitacion