Cuidando al señor Stark.

El desayuno.

Después de aquella escena tan extraña, Tony optó por ducharse luego de que Peter saliera de su habitación; pensando en que ahora él sólo se había complicado la vida y que de cierta forma debía darle una explicación al chico si quería que se quedara, aunque de hecho  le culpaba por ser Tony Stark. Aun con todos sus problemas y crisis personales salió de la regadera y se puso lo más cómodo y casual para luego dirigirse a la mesa. De alguna forma aquel chico castaño, que hace tiempo había llamado su atención por su gran intelecto y sobre todo sus habilidades al convertirse en el hombre araña, era algo torpe pero podía ser audaz, sentía que podía corregirlo y protegerlo, como algún tipo de cuidado paternal, sin duda era algo extraño en él y no comprendía el por qué, pero había ese algo en ese chico que simplemente no podía ignorar y esa era la primera razón del por qué Peter se encontraba en su casa.

Mientras tanto, Peter se encontraba sentado en el comedor del jardín moviendo con una cuchara su taza de té mientras mantenía una postura algo relajada, de pronto le venían a la mente las imágenes del gran Tony Stark totalmente desnudo, pero de igual forma las imágenes del mismo exponiéndose de esa manera, Peter sabia que no era algo normal en Tony y que algo le estaba pasando a éste.

Tony llegaba al comedor pero éste se detuvo un momento antes de entrar, dio un gran suspiro y trato de relajarse.

-Hola niño.- lo miró a los ojos y dio otro gran suspiro al ver que aún seguía ahí esperándolo, tal como se lo pidió.- escucha... sé que acabas de presenciar algo anormal, pero la verdad es que si estás conmigo deberías saber que nada es normal... tal vez... se deba a mi herida mental original, solo imagina con 14 años y aun con niñera...a parte lo de Jarvis... tú te lo buscaste, de acuerdo no, me equivoque discúlpame...- Peter intento decir algo pero enseguida Tony lo interrumpió...- Espera me estoy disculpando y... felicidades lo lograste ahora soy todo tuyo por estos días.-Tony soltó una leve sonrisa mientras me sentaba.

En el centro del comedor estaba un gran plato repleto de hot cakes, un tazón con fruta, una jarra con jugo de naranja y otra de leche, cereales y muffins de avena con pasas, Tony miraba el jarabe de maple en forma de oso y por alguna razón tonta relacionaba lo dulce de la escena con aquella botella .

-Ahora bien... ¿prefieres jugo de naranja o leche?.-Tony le preguntaba con la intención de servirle algo de tomar. Peter decía que estaba bien, que él solo podía servirse pero 
Tony insistía, ambos forcejearon con el vaso haciendo que sus manos se rosaran. -No seas necio, dame ese vaso.-Tony siguió insistiendo y al verlo sonreír menos nervioso, supo que las cosas mejorarían.  

Peter dio una leve sonrisa, sabía que Tony cumpliría con su palabra, él era un hombre. "Un hombre de palabra", al momento de juguetear con aquel vaso, Peter miró fijamente a Tony y se puso algo serio.-Jamás había visto a Tony con esas crisis... tratare de no causarle más problemas... aunque si le llegará a suceder de nuevo... yo estaré ahí para poder calmarlo...-pensaba Peter mientras ambos continuaban  desayunando.

-Bien... ya acabé... ¿qué sigue señor Stark?.-preguntaba Peter mientras se limpiaba los labios con una servilleta.  

-Creo que no es bueno ir directamente a entrenar así, a menos que quieras que compartamos el baño para vomitar...si bien es cierto, los tipos malos no dan tregua pero para eso siempre tengo esto a la mano por si acaso.- Tony extendía su mano e inmediatamente la mano de su traje se envolvía sobre la suya. - Te gustaría ir a...-.La conversación fue interrumpida por teléfono de Tony; Tony al ver quien le marcaba en ese instante se quedó helado, era Pepper. La situación se había puesto radicalmente tensa para él, miró a Peter más feliz y calmado que nunca, verlo sin sus característicos nervios era una escena agradable, aquel chico se sentía completamente feliz, al fin su súper héroe favorito pasaría tiempo con él, no podía ocultar su sonrisa de tan contento que se encontraba cuando de pronto comenzó a sonar nuevamente el  teléfono celular de Tony. Tony seguía dudando si contestar la llamada e incluso Peter aun sonriendo dio a entender que no le molestaba.