Capítulo 10. Los secretos de tu cuerpo

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Aeropuerto de Barajas. T4

-Ya pensé que no venías
-Me he quedado dormido
-Que raro en ti- contestó Roi
-Calla imbécil
-¿Qué tal ayer?
-¿Ayer?
-Si. Ayer. Antes de que vinieseis al hotel
-Emmm- Cepeda de rascó la nuca
-Emmm ¿qué?
-Va tío Roi, cállate
-No, no, si yo me callo, pero me parece muy fuerte que no me cuentes las cosas- dijo con la mirada pícara
-Te prometo que llegado el momento te contaré todo

A unos metros de distancia

-¿Os besasteis?
-Tsss Ana baja el tono- contestó Aitana señalando a los dos gallegos que caminaban delante de ellas
-Perdón, perdón
-Si
-Aitiiiii
-Estas tonta Ana- contestó riendo
-¿Y pasó algo más?
-¿De qué?
-Ay Aitana pues de eso
-¡Cotilla!
-Venga cuenta
-Casi pero no

La canaria notó cómo la voz de Aitana se quebraba en esa última palabra

-¿Qué pasó?- preguntó asustada
-Pues... Me da miedo
-¿Miedo? Pero Aiti, ¿tú eres virgen?
-No, no, pero no sé... ¿Y si me ve desnuda y no le gusto? O no se, hago algo que no le guste...  Cuando... Bueno cuando me quité la camiseta y me miró, deseaba evaporarme... No sé Ana, no tengo pecho, no tengo experiencia... Y él viene de estar con una mujer que triplica mi talla de sujetador y...
-Espera, espera, Aitana. Tú sabes que Cepeda no es así, ¿verdad? No es el típico tío que solo va buscando sexo. Aitana, Cepeda está loquito perdido por ti y lo sabes, deja tus inseguridades aparcadas con él
-Ya... Si lo sé... Pero no sé, me siento incómoda al... Al desnudarme delante de alguien... Ya sabes..
-Estoy segura que va a esperar todo lo que haga falta
-Ya... Pero es que...
-¿Qué?
-Que me jode, porque me muerdo de ganas de acostarme con él- Ana rió ante el comentario
-Mira la niña, y parecía modosita cuando la compramos
-Tsss calla que vienen

-¿Qué os pasa?
-Nada, ¿y a vosotros?
-Nada, nada, venga, tirando que vamos a llegar tarde al final

Ana y Roi comenzaron a caminar más desprisa que los amantes de Teruel, quienes permanecían unos pasos por detrás.
Aitana rozó la mano de Luis, queriendosela coger. El gallego la miró con media sonrisa y Aitana metió su mano en el bolsillo con cara de pena. Sabían que había mucha gente y que darse la mano en medio de la T4 provocaría demasiado revuelo.

El avión comenzó a coger velocidad para dejar el suelo bajo él al mismo tiempo que Aitana cerraba fuerte los ojos y respiraba con dificultad

-¿Estás bien?
-Tengo... Miedo a volar
-¿Qué? ¿Y cómo no me lo has dicho antes?
-Joe porque me daba vergüenza Luis
-Anda ven, tranquilízate- Cepeda sujetó la mano de Aitana, quien apretó con fuerza los dedos del gallego y si, se tranquilizó

Un par de horas después abrió los ojos, se había quedado dormida sobre el hombro de Luis. Se frotó los ojos tratando de despejarse

-Dormilona
-Ay ¿cómo no me has despertado? Seguro que has estado incómodo todo el viaje
-Si esto significa estar incómodo, quiero estar incómodo toda la vida- contestó sonriendo mientras que deslizaba su mano por la mejilla de la chica
-Ay Luis eres un pasteloso
-Si- contestó con chulería, lo que provocó el golpe de Aitana en su pecho

El hotel era increíble. Todos pensaron en la lastima que les daba al no poderse quedar más de una noche en la isla, pero al día siguiente tenían un concierto que defender

Tras la cena y la vuelta al hotel, todos se juntaron en la habitación de las chicas. Decidieron que sería noche de pelis pero la realidad era que ninguno estaba haciendo caso a la pantalla.

Ana estaba pintando sus uñas a pesar de las quejas de Roi, quien odiaba el olor a pintauñas y el sonido de la lima.

El sapoconcho editaba un vídeo que habían estado haciendo durante el viaje y no paraba de reírse al ver alguna escena de él.

Por ti estaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora