Capítulo 7. Dancing on my own

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Cepeda estaba tirado en el sofá de su apartamento. Asegurándose cada dos por tres de que tenía cobertura, batería y sonido en el móvil. Si. El móvil estaba perfecto. No te va a llamar; pensó. Justo en ese momento sonó.

-Si
-Cepeda tío, ¿te vienes a tomar unas cañas?
-¿Roi? Mmmm venga vale. Me doy una ducha y salgo

La verdad que no le apetecía salir de casa. Solo quería estar tumbado, con su guitarra. Pero ya hacía horas que no podía componer nada sin ahogarse en el intento por la ansiedad que estaba sufriendo. Le vendría bien salir un poco y despejarse.

Eran las dos de la mañana cuando de nuevo sonó su móvil. Pudo ver su nombre en la pantalla.

-Holi- quiso hacer creer a la persona que estaba al otro lado de la línea que todo estaba bien. Que no llevaba horas esperando esa llamada
-¡Pedrito!- Aitana llevaba pensando en él todo el día. Esperó a que Vicente se marcharse para llamarle. Sabía que era tarde pero seguro que estaba despierto
-¿Qué tal está yendo el día?
-Muy bien, haciéndome a mi vida de nuevo
-Me alegro
-¿Y tú?
-Sali con Roi a tomar algo. Y ahora en casa
-Qué morro- Silencio
-Ya
-¿Te he despertado?
-No, aún me queda para irme a dormir
-A mí también... Te quería proponer... - No sabía si atreverse. Tenía miedo a que rechazase su propuesta- Si quieres venirte antes a Barcelona y vienes a comer a casa. Bueno, mis padres os quieren conocer... A los que no vieron el día que fueron a la academia
-¿Nos?
-Si. A ti el primero, la verdad. Pero también vendrán Raoul, Nerea, Agoney... ¿Te apetece?
-Claro. Gracias por proponérmelo.  Hermanita- ese último 'hermanita' lo entonó de forma irónica. Quería que así lo percibiese ella. Quien lo ignoró y se despidió
-Vale pues ya vamos hablando

Llegado el día, Luis cogió el AVE hacia Sants. Por su parte, Roi, que dormía a su lado, le miraba intrigante

-¿Y no te parece raro?
-¿El qué?
-Que te invite a comer con su familia
-No se. No. Supongo
-¿Supones? Tío es raro
-Sabes que hablé con su familia cuando salí de la academia. Bueno, más bien ellos me llamaron. Entiendo que quieran verme
-No, no. Si yo eso lo entiendo. Lo que me llama la atención es que ella quiera verte. Quiero decir, después de lo que casi pasó...
-Lo que casi CREO que pasó. Recuerda que soy experto en montarme películas
-Por muchas películas que te montes, todos sabemos lo que hay. Por parte de ambos.
-No se tío, no me comas la cabeza que luego me pego la ostia.
-Vale, vale. Si yo no digo nada. Pero haz lo que te apetezca hacer
-Lo se- Le dio un abrazo. Roi de había convertido en su hermano. Le quería mucho- Nos vemos luego
-Qué remedio- Contestó lamentándose en tono burlesco

Mientras, a unos cuantos kilómetros de distancia, una conversación iba subiendo cada vez más de tono

-Que no lo entiendo Aitana. Que no lo entiendo
-¿Pero a ti qué más te da? Mis padres quieren agradecerle todo lo que ha hecho
-¿Y qué ha hecho?
-¿Eres imbécil? Que tú no quieras verlo no significa que no se haya portado de puta madre conmigo
-El problema viene al buscar el motivo de ese comportamiento
-No empieces. Otra vez no. Somos AMIGOS. Y si tus putos celos no son capaces de verlo, es tu problema
-Estuvisteis a punto de besaros
-No tienes ni idea. Vete
-¿Por qué no me puedo quedar?
-Joder. Porque no. -Sabía que lo lógico (si la situación fuese logica) sería que su novio se quedase a comer también. Había hablado tanto a sus compañeros sobre él que hasta el propio Raoul se extrañó de que Vicente no estuviese en la comida. Pero Aitana sentía una enorme presión en el pecho al imaginarse sentada, comiendo, con Cepeda y Vicente al lado. No sería agradable para ninguno.

-Nos vemos luego- Contestó el chico a la par que daba un portazo para salir de la habitación.

Justo en ese momento el WhatsApp de Aitana sonó

Por ti estaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora