Put your make up on
Get your nails done
Curl your hair
Run the extra mile
Keep it slim so they like you, do they like you?
Try – Colbie Caillat
10 de Marzo de 2014.
Los últimos días habían sido literalmente un infierno, no tenía ganas de hacer nada, el no comer ya no era para ser delgada, ahora era solo porque no me daba la gana, no valía la pena.
No tenía amigos, Vania se había ido, las princesas se enteraron de que fue mi “culpa” lo de Vania y me odiaban, West también estaba enfadado conmigo, y por ultimo Daniel y yo ya no éramos novios.
No tenía a nadie.
Era una estúpida mañana de escuela, y recuerdo perfectamente que estaba recostada en el césped junto a un árbol, en un escondite que teníamos con Daniel.
{Sra. Wood}
Era un tranquilo día en casa, me había tomado el día libre y decidí dedicarme a ordenar mi casa.
April, mi hija, casi nunca me dejaba entrar a su habitación, pero me sorprendió que estaba relativamente ordenada.
Comenzaba a llegar la primavera y April aún seguía usando ropa holgada y abrigada, así que decidí dedicarme a sacar su ropa más veraniega que estaba bajo su cama.
Al sacar toda la ropa, comencé a ordenar su armario, y me tope con una libreta, algo así como un diario. No debía leerlo, por algo estaba escondido, pero tuve que hacerlo, por el bien de April.
Al leer las primeras páginas me quede sorprendida, eran de octubre del año anterior, mi hija estaba escuchando las palabras de una anoréxica.
Avance varias páginas hasta mediados de diciembre.
¡Hoy me ocurrió lo peor!
Me desmaye en la clase de educación física, había estado haciendo ayuno, pero no me lo esperaba, mi mamá empieza a sospechar, pero me zafe de su comida, otra vez, yo ya lo prometí, “comeré para vivir, no viviré para comer” otra frase del blog. Ya he bajado más de 8 kilos y estoy muy feliz conmigo misma, incluso noto que los chicos me miran más que antes, aunque Vania insiste en que solo me miran de asombro por lo gorda que estoy.
Vienen las fiestas de navidad y año nuevo, y estoy algo asustada por tener que comer, pero intentare no hacerlo o duplicar el ejercicio, ahora debo irme, tengo que hacer 200 abdominales y 50 sentadillas.
Pase mi mano por mi cabeza y continúe leyendo y leyendo, cada vez me asombraba más y creí que me desmayaría en cualquier momento.
Avance hasta el día 30 de enero.
Mi vida apesta, Vania está internada en la clínica. ¡Ana ahora eres mi única amiga!
¿Ana? ¿Quién es ella?
No quiero dejar de ser una princesa, aun no llego a mi maldita meta, pero no me detendré aunque estés enfadada conmigo por delatarla, si no lo hacia ella moriría, además solo le di el número de sus padres a la enfermera.
Aunque ella siempre repetía “Primero muerta, que gorda” y en parte, si tiene razón, pero ella no está gorda, pero si podría estar muerta y eso no me lo perdonaría jamás.
Estoy tan sola, Daniel se fue de la ciudad por las regionales de Futbol Americano, y aunque tuve amigas, desde que me comencé a juntar con Vania las fui perdiendo poco a poco, ahora no tengo a nadie, solo a ti, no me dejes.
Ahora avance a la página siguiente: día 1 de marzo.
Cambio de planes, nueva meta: 40 kg.
Si Ana ¡He llegado a los 45! La verdad 44 kilos y 700 gramos.
Estuve algo triste el último mes, por eso no escribí, pero ahora, entre al blog y las demás princesas me ayudaron a recapacitar, me pese y vi ese hermoso número en la báscula.
No lo hubiera logrado sin ti Ana, y las demás princesas, y por supuesto, Vania, quien fue la que más me ayudo.
Pienso llegar a los 40, ya que creo que 45 no es suficiente, quiero ser más delgada, ojala la más delgada de la escuela, y así ser hermosa, delicada y ligera, como tú.
Lance el diario a un lado y comencé a llorar, mi hija era anoréxica y de eso no había duda alguna.
{April}
Nos dejaron salir un poco antes de la escuela, tome mi mochila y deje que mis piernas me llevaran de regreso a casa, solo quería llegar y recostarme a dormir, pero aún tenía que salir a correr.
Entre y no había nadie en el primer piso, así que subí a mi habitación, y encontré todo desordenado, como si alguien hubiera estado buscando algo.
Trague saliva y seguí caminado, vi en el piso tiradas mis pastillas y laxantes para bajar de peso, estaban desparramados por mi habitación.
Me decidí a entrar y vi a mi mamá como loca intentando buscar algo en mi armario.
– ¿Mamá? –Pregunte en voz baja.
Ella volteo a mirarme, tenía los ojos inyectados de sangre, como si hubiera llorado toda la mañana.
Ella no dijo nada, solo me observo con una mirada triste, decepcionada y al mismo tiempo enfadada. Mire su mano derecha, en ella estaba mi diario, el diario con mis secretos y conversaciones hacia Ana.
Ella había leído todo.
Entonces todo se volvió borroso, comencé a sentir como mi mundo se venía abajo y luego, solo el color negro se apodero de mis ojos y caí al suelo.
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The Crown © (Anorexia)
Roman pour Adolescents"Una princesa jamás baja la cabeza, su corona podría caerse."