9: Marina Gómez.

14 0 0
                                    

05 de diciembre de 2016.

09:39

Yucatán, México.

Marina enterró la cara entre sus brazos cruzados sobre la mesa.

-¿Cuánto falta? -le pregutó a Adam, sentado al lado de ella.

-Diez minutos, Marina -contestó- no seas exagerada.

-No me gusta la química -le hizo puchero.

Adam estaba a punto de contestarle cuando una mano tocó el hombro de ella, peresozamente se dio la vuelta.

-Lara te manda esto -le dijo una de sus compañeras con cara de disgusto y le tendió un papel.

Marina lo tomó y lo puso bajo la mesa para leerlo.

"Deja de dormir, la profesora te está mirando."

Levató la vista y efectivamente, la profesora de química la estaba mirando mal.

-¿Alguna duda? -dijo en ese momento.- ¿Marina?

Ella negó con la cabeza, rogando que no le hiciera ninguna pregunta.

-Bien. Ya casi vienen los exámenes y no me gustaría que nadie repruebe.

¡Ja! Estamos hablando de Marina Gómez respecto a la química.

Unos minutos después les permitió salir a su receso. Marina debía ir a la cafetería por sus takis pero tenía demasiada flojera.

-Vamos, Mari -le insistió Lara, no queriendo ir sola.

Con un resoplido la acompañó. Hoy no era un buen día para Marina, casi no había dormido en todo el fin de semana y debía terminar una tarea antes de que comience su clase de español.

Probablemete se veía más cansada de lo que estaba, debido a que había tenido una pelea la semana anterior en su clase de boxeo la cual le dejó un moretón que no desaparecía del todo aún. Tampoco había tomado el tiempo para cepillarse el cabello y utilizar maquillaje verdaderamente no era lo suyo.

En la fila había un grupo de niñas dos años menores que ellas que no paraban de reírse y mirarla. Marina puso los ojos en blanco, no tenía la energía para lidiar con esas mocosas que constantemente se creían mejores que el resto del mundo.

-Estúpidas -murmuró Lara- no les hagas caso.

-Lo sé, Lara.

Compraron lo que debían y regresaron al segundo piso a comer con el resto de sus amigos.

-¿Qué hicieron el fin de semana? -preguntó Daniel.

-Morir -respondió Marina.

-Positiva siempre -el chico le dio un abrazo, ganándose un golpe de parte de ella.

-En serio pienso que deberíamos ir a la fiesta de Isabela -comentó Fátima.

Julieta negó con la cabeza y le dio un trago a su agua.

-Adam no debería -dijo.

-Ya estoy grande, mamá -le reclamó él.

-Claro que no -contradijo- sigues siendo estúpidamente bebé.

Adam le sacó el dedo y cruzó los brazos.

-Estaré bien.

-No queremos que esa estúpida te lastime -le dijo Lara.

-No lo hará. Yo ya la superé -presumió.

-Claro que no -dijo Marina.

-Bueno, ya casi. De todos modos ella probablemete no los dejará entrar si no voy -sonrió con suficiencia.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 22, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Marginales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora