Capítulo 3: Problemas.

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No sabía por qué, quizás era el miedo a ser descubierta. Gire mi cabeza nuevamente al pasillo y entre rápidamente a la habitación cerrando la puerta, la luz estaba apagada, podía ver muy poco. Pero conocía esta habitación y obviamente podía ver, muy poco pero veía. Igual me ayude con la linterna de mi teléfono, no quería prender la luz.

Entre al baño donde estaban mis cosas, uno de mis cepillos, peines, perfumes y otras cositas que tenía.

Todo estaba intacto, sabía que estas cosas no le pertenecían así que las dejo en el mismo lugar que las encontro, me parecía bien.

Era realmente extraño que yo, estuviera haciendo esto. Jamás me fuera imaginado hacerlo, sabía que corría un riesgo muy grande. El podía entrar en cualquier momento. Mucha suerte tuve al entrar y que la habitación se encontrara vacía, pero cada segundo allí dentro contaba, sentía mucha presión, también sentía que mi corazón iba a salir corriendo en cualquier momento.

Sal ya.

No, no podía. Aún me faltaban cosas.

Entre a la habitación donde tenía mi ropa. Sí, era una habitación diseñada específicamente para mis cosas. Ropa, zapatos, accesorios, bikinis..

Lo se, es un poco extraño pero mi padre quería que este fuera mi segundo hogar, que sus empleados me trataran como tal. Que yo hiciera parte de todos sus proyectos, sus exitos, ya que el me los dedicaba todo a mi.

Eramos solo el y yo contra el mundo, era indescriptible lo que sentía por él y lo inmensamente agradecida que estaba.

-Solo sera un segundo, es que lo olvide- escuche detras de mi.

Una ola de escalofríos recorrió todo mi cuerpo dejandome sin opciones, sacandome de mis pensamientos, haciendo que me sintiera tan, pero tan diminuta, encontrandome en un gran agujero sin salida. Mi teléfono cayó al piso dejando el lado de la linterna hacía el piso, haciendo que lo que no se viera para nada que había alguna linterna o algo que alumbara cerca.

Estaba en la habitación de la ropa, alguien había entrado a la habitación y ese alguien era más que obvio de quien se trataba. Me escondi entre la ropa, ya que este cuarto estaba diseñado solo para colgar la ropa y los pocos gabinetes que habían era para guardar la ropa interior. Así que allí estaba yo, al fondo de esa ropa, deseando que no entrara nadie a esa habitación porque me vería de la cintura para abajo.

Era imposible pensar en la reacción que tendría Sebastián.

"Qué haces aquí?" "Por que te encuentras en mi habitación?"

Y a mi bien sonriente diciendo "Es que quería traerte un regalo ya sabes eres el chico mas deseado del momento" o "Oye parker, esta es mi habitación. Largate"

Pero no, ninguna de esas era opción para mi. Mejor dicho. No era opción para mi que él entrara.

-¿Donde estará?- escuche aún mas cerca. Entre tanta oscuridad lo podía ver dirigiendose hacía la habitación en la que me encontraba.

-Oye sebas- se escucho de alguien más, un chico. -¿No es esto?

-Si, claro- río -gracias Liam- lo escuche alejarse y seguido de eso un fuerte portazo.

¿Estaba libre de peligro?

Serás estúpida.

Lo era. Salí de donde estaba directamente hacía la puerta, no podía permitir que esto pasara nuevente. Sebastián había salido pero era mas que seguro que la próxima vez que entrara, no saldría. Así que abrí la puerta poco a poco mirando que ya en el pasillo no hubiera nadie y me fui a mi habitación.

¿Una segunda oportunidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora