Capitulo 5: Oh, ziegler.

13 1 0
                                    

Sebastián y liam quedaron completamente boquiabiertos, me sentía un poco incomoda a decir verdad. No esperaba esa reacción de su parte.

Me sente decidida a tomar sol cuando Liam solo se levanto y se fue a la piscina dejandome a solas con Sebastián. Aunque no estabamos hablando, nos había dejado allí. No se necesitaba ser muy inteligente pues para saber el tipo de seña que estaba ocurriendo.

O eso era lo que yo me imaginaba.

Idiota.

Gracias.

Mi teléfono empezo a sonar, lo empece a buscar entre mis cosas. No lo conseguía.. no había bajado muchas cosas pero al parecer lo suficiente para no encontrarlo.

-¿Hola?- respondí apenas lo conseguí.

-Chispita- oí la voz de mi padre. -¿Que tal tu fin de semana? ¿Las cosas marchan bien en el Ziegler's?

Mordi mi labio recordando que tenía a Sebastián junto a mi para ocultar la sonrisa que se estaba empezando a formar en mis labios -Bien, mejor imposible- mentí.

-Bien, mañana estare por allá.

-Genial pa, nos vemos.- y tranco al oirme decir eso.

-Sabes meghan..- oí su voz -quería hacerte una invitación- me miro bastante confiado de lo que decía. Yo por el contrario de asombre al oir eso de él -Quiero saber si quisieras venir a cenar conmigo esta noche.

Sentía que me iba a dar taquicardia.

-eh.. s-si claro- respondí intentando sonar igual de relajada y confiada que el pero morí en el intento.

-Genial- se puso sus lentes de sol mientras posaba su mirada hacía en frente donde se encontraba Liam platicando con Emma. -Puedes pasar por mi habitación a tomar algún vestido o algo que te haga falta, pero que sea antes de las siete a esa hora llegare a mi habitación- note como evitaba la risa e intentaba decir las cosas sin sonar divertido pero fallo un poco en el intento.

Lo mire con los ojos a punto de explotar, sentía como mi corazón pedía a gritos ayuda y luchaba para poder salir. Mis mejillas estabas hirviendo, de seguro estaban igual de rojas y hasta más que un tomate.

-C-como lo supist-te?- respondí con bastante dificultad.

Él soltó una carcajada, esto parecía divertirle bastante -Fácil preciosa- paso su mano por su cabello peinandolo hacía atrás y me miro -Tú teléfono- lo señaló -ignorando lo nerviosa que te pusiste cuando te lo di. Y el bikini que llevas puesto

¿Él había revisado..? Oh, lo detallo bastante bien.

-¿Revisaste mis cosas?

***

-¡No lo puedo creer meghan!- dijo por.. ¿Enésima vez? Ya había perdido la cuenta.

Le había contado a emma lo que había pasado temprano en la piscina con Sebastián, lo avergonzada que me sentía y como Sebastián habia logrado ruborizarse también. Ella no paraba de gritarme ya que desde un principio no estuvo de acuerdo en que yo entrara a su habitación, pero como dicen por allí ya lo hecho, hecho esta.

Por otro lado ella también estaba muy contenta. Primero por las entradas a su concierto, no paraba de hablar de él, en serio ya me fastidiaba el hecho de que el fuera tema de conversación cada segundo, pero también sabía que sería así durante este fin de semana, aunque conociendo a mi amiga.. quien sabe por cuanto tiempo más. Segundo, había conocido a Liam otro chico que para ella estaba guapísimo, estuvieron hablando bastante cuando estaban en la piscina, muy a gusto ambos. Mientras yo, quería largarme de ese lugar con el típico tragame tierra.

Dio un gran suspiro para abrir pasos a sus próximas palabras -¿Quieres que te maquille?

Yo sólo asenti y le di paso a mi mejor amiga para que me maquillara ya que tenía una cena con Sebastián.

Luego de la piscina bajamos a su habitación a buscar lo que me pondría, que por cierto, el atuendo lo escogió el ya que yo no sabía si ponerme solo un jean o algo mas elegante. Él se decidio por un vestido blanco, ajustado hasta mi cintura para luego abrirse en campana, acompañado de unos tacones con plataforma color negro. El vestido era un poco corto, pero el lo había escogido y quizás le parecía perfecto para la ocasión. Así que acepte.

Emma me maquillo de forma suave y me peino hacia mi lado izquierdo, haciendome varias ondas. Estaba todo el cabello relativamente suelto a excepción de dos mechones, uno de atras y otro de adelante que se unían en el centro para no dejar que todo el cabello estuviera suelto descontrolado.

-Quedaste perfecta, meg- sonrió emocionada al verme lista -Lo vas a enamorar- me guiño un ojo.

-No quiero enamorarlo em, deja de decir bobadas- reí un poco nerviosa.

No tenía en mente enamorarme o atrapar a algún chico, pues la verdad no me desvivo por ello. Las cosas llegan cuando tengan que llegar y listo. Mientras tanto hay que disfrutar de cada momento que se vive.

Toc toc.

Emma me miro emocionada, incluso más emocionada que yo, se notaba que estaba a poco de saltar por la felicidad. Se dirigió a la puerta abriendola.

-Tu chica esta lista.

Termino de abrir la puerta totalmente dejandome ver a un Sebastián muy bien arreglado. Llevaba una camisa blanca, sencilla, un pantalón oscuro algo ajustados pero no lo suficiente para cortarle la circulación y encima de su camisa llevaba un saco negro. Se veía casual y a la vez formal, en ningún momento pensabas que vestía normal solo que con un saco encima. Y no hablo de un saco de viejo, de esos de los trajes, era parecido pero le quedaba bien, no se veía grande, feo, viejo, ancho. Era perfecto.

-Señorita Ziegler- me dejo ver su dentadura perfecta -¿Nos vamos?- me extendió su brazo esperando que caminara hacia a él y lo tomara. Justamente así lo hice.

-Diviertanse- escuche al fondo la voz se emma mientras nosotros nos retirabamos del lugar.

Sus ojos brillaban cada vez que me veía. No hacía falta que dijera nada, él simplemente no dejaba de verme. Claro que me incomodaba que lo hiciera pero pues no le diría que lo dejara de hacer, ambas cosas eran un poco incomodas. Ese gesto solo provocará que él rubor en mi cara fuera natural y no maquillaje.

¿Una segunda oportunidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora