Capítulo 6

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Mientras conduzco mi Buick hacia Underwood el lunes por la mañana siento

náuseas. No puedo dejar de preguntarme ¿Qué estoy haciendo? ¿Qué estoy

haciendo? una y otra vez mientras maniobro a través de las familiares calles.

Nuestro plan parece muy delirante a la luz del sol brillante de la mañana.

Por lo menos mi madre pareció creerse la historia del proyecto de la escuela cuando se

lo solté anoche. Ella está tan ocupada en estos momentos con un gran caso de los

derechos civiles, que sospecho que la idea de no tener que preocuparse de cenas por

toda una semana hizo que le dieran ganas de creer mi historia. Ella no es una mala

madre, sólo que es súper en su carrera. Papá no ha estado en escena desde que yo era

un bebé, por lo que ha tenido que mantenernos a flote, lo cual podría no haber sido

fácil.

En realidad, no tener padre es la parte que me pone extra-nerviosa sobre infiltrarme en

Underwood. Si hubiera crecido con un padre o por lo menos con hermanos, sabría algo

de la vida de los chicos. Tal cual es, soy como Dorothy caminando directa a la Ciudad

Esmeralda, absolutamente sin idea.

Llego y ajusto mi calcetín con nerviosismo. Está metido dentro de mis nuevos BVD, y

de alguna manera extraña, tocarlo me tranquiliza. Al igual que un talismán o algo.

Bueno, es simplemente raro.

—Hola —digo con mi voz más profunda—, soy Nat Rodgers.

Suena bien. La doble capa de sujetadores deportivos que agarra mis tetas se siente tan

fuerte, sin embargo, como si estuviera cortando mi circulación. Estoy usando una

chaqueta sobre la camisa abotonada, y el calor del otoño está matando. Me detengo en

un semáforo en rojo y bajo la ventanilla, dando un tirón del cuello.

Me estudio a mí misma en el espejo retrovisor. Es tan raro, salir en público sin ningún

tipo de maquillaje. No soy una de esas chicas que se unta cada pulgada de la cara

todos los días, pero por lo general uso rímel y brillo de labios, por lo menos. Me siento

un poco al descubierto, sin ello, pero obviamente no quiero nada llamando la atención

a mis ojos grandes y mis labios carnosos, que ya son lo suficiente femeninos como para

despertar sospechas, me temo.

Pruebo mi voz de Nat de nuevo. —¡Hey! ¿Qué pasa? Soy Nat. ¿Cómo está todo? ¿Ah, sí? Ella es linda. Estaría con ella sin pensarlo.

Una bocina suena, seguido de otra, y me sobresalto. Al parecer, la luz cambió a verde

mientras yo estaba observándome en el espejo.

—¡Por Dios, cálmate! —Pongo el Buick en marcha y cruzo hacia el oeste, con la cara

ardiéndome de vergüenza.

Nunca había estado en Underwood antes, aunque esté sólo a unos diez minutos de la

ciudad. Sigo las indicaciones, que me llevan más y más alto en una sinuosa y arbolada

Babe in boyland - Harry styles(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora