Que Mal Me Caes

Sonrisas Tristes

         Aquí está , buena lectura a todas.

—Entonces me ¿va a decir a quien buscabas antes? —Preguntó tan creída como siempre la profesora.

— A usted no , eso seguro. — Le respondo intentando sonar cortante , no me interesaba seguir por ese camino , saldría mal parada.

Ella por su parte tan solo soltó un par de carcajadas burlonas mostrando su completa incredulidad ante mis palabras. Estaba tan guapa cuando reía que ni me importaba que lo hiciera tan falsamente.

Más aun cuando llevaba mi mano plasmada en en la mejilla...

—Se cree usted el ombligo del mundo ¿verdad? —Pregunto encarándola.

—Por lo menos. —Respondió como si fuera la obviedad más grande que se hubiera dicho nunca.

Su arrogancia era abrumadora , pero también me hacía gracia. No puedo evitar preguntarme si realmente se cree todo lo que dice o tan solo quiere molestarme.

—Nunca había conocido a una persona tan... —Busco un adjetivo capaz de describir fielmente al elemento que se encontraba delante de mi. — tan...

—¿Bella? ¿inteligente? —La profesora completó mi afirmación según su "criterio" al notar mi indecisión , mas yo la miro incrédula , con un hastiado «¿Enserio?» Implícito en la mirada. —¿Elegante? —Continuó probando la profesora en tono de burla y yo no se que odio más si esta faceta suya tan burlesca o la de completa rectitud , seriedad e indiferencia que suele mostrar la mayoría de las veces.

—Egocéntrica. —Termino finalmente mi frase e inconscientemente me preparó para su rebatimiento e inclusa para algún grito.

Pero victoria bajó la mirada y transformó su gesto en una sonrisa amarga y empezó a juguetear con su anillo de bodas , como si de repente florecieran un par de tallos de timidez en su complicada personalidad.

Y  tan complicada...

— Sí , de eso también tengo un poco. —Admitió la morena.

—Ya , un poco. —Digo haciendo gala de mi sarcasmo.

Y un incomodo silencio hizo acto de presencia en nuestra conversación. Lark aun sostenía una extraña sonrisa mientras mantenía la mirada en el diamante de su dedo , parecía pensativa , incluso algo ida  y tras unos pocos minutos más en los que al menos yo di por terminada nuestra conversación , pues ninguna de las dos parecía tener intenciones de decir ni una sola palabra , la profesora al fin rompió su silencio , levantó su verde mirada y la fijó en mi.

Me pregunto cuantas veces tendré que encontrarme de frente con sus ojos para llegar a acostumbrarme a sentir estos  escalofríos , seguramente muchas muchas veces.

—Vannesa —Me tuteó la morena —Quería pedirte que me disculpes por lo que pasó antes en el pasillo yo...—Intentó explicarse pero de repente parecían no salirle las palabras a la profesora de lengua.

Que curioso

—Déjalo simplemente no vuelvas a de tocarme de esa forma nunca más. — Preferiblemente de ninguna otra.

Vale , eso no te lo crees ni tu.

—¿Qué? —Preguntó extrañada la ojiverde y yo me limité a mirarla confundida. —No me refiero a lo que pasó después de poner su matrícula de piano clásico en El Águilas , Dios tendría que estar absolutamente loca como para arrepentirme. —Soltó mientras le dedicaba una oscura mirada a mi cuerpo. —Te pido perdón por haberte retenido al salir de clase en el pasillo , ese tipo de conductas no son propias de mi , mucho menos si tu amiga Marina o cualquier otra persona está presente. —Claro que no eran propias de ella , dudo mucho que alguna vez haya tenido que pedirle nada por favor a una mujer. Por supuesto no se me escapó la cierta variación de su tono de voz al decir eso de «Tu amiga Marina»  —Podrían dar lugar a rumores , no precisamente muy beneficiosos para ambas , entre el personal de esta institución.