12; Tercer año de media 1/2

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Los murmullos dentro del salón se hacían cada vez más intensos, puesto que la profesora había propuesto hacer una actividad para mejorar la comunicación entre sus alumnos.

Los pubertos ni idea de lo que se trataba todo esto, sólo se dedicaron a conversar de lo mucho que detestaban esa clase de actividades.

La profesora había colocado los nombres de todos sus alumnos en pequeños papelitos, para luego meterlos en una bolsa amarilla con diseños de flores. La docente caminó hasta el centro del pizarrón, carraspeando un poco para llamar la atención.

-Chicos-llamó.

Todos seguían hablando.

-Presten atención- mandó elevando su tono de voz, el silencio invadió el aula, permitiéndole poder dirigirse a ellos- Bueno, ya que últimamente la comunicación entre ustedes no es muy buena, he dicidido organizar un juego.

-¿Para el juego tenemos que hacer actividad física? Porque si es así yo no quiero- interrumpió un alumno.

-No requiere actividad física, no te preocupes- explicó, caminando por todo el salón, haciendo resonar sus tacones- Jugaremos al amigo secreto. Ahora pasaré por sus sitios y sacarán un papelito, no se lo pueden enseñar a nadie ¿Oyeron?

Todos asintieron en silencio, el juego no pintaba mal después de todo.

-Ya he jugado esto con mi familia cuando tenía ocho años, mi amigo secreto era mi hermano menor, adivina que me regalaba-Taehyung se encogió de hombros- una carta llena de corazones.

-Que tierno- sonrió Taehyung.

-Claro que no- negó Jimin- toda la familia recibía buenos regalos y yo era el único que recibía una cutre carta-. Se quejó.

-No seas así, el apenas sabía escribir, tenía 5 años, Jimin.

Volvió su mirada a la de su profesora, sólo faltaba un alumno para que le tocara, y estaba demás decir que quería con todo su corazón que le tocara Jungkook.

Metió la mano dentro de la bolsa cuando su profesora se lo pidió, revoloteó los papeles un poco y sacó uno. Estaba emocionado, siempre tenía suerte para esas cosas, pero su rostro de felicidad se desvaneció cuando el nombre no era el que esperaba.

La maestra se percató del cambio de humor de su alumno al ver el nombre de su compañero y estaba muy segura de que éste lo intentaría cambiar, igual que había hecho todo ese tiempo- Dime quien te tocó, tengo que apuntarlo- dijo tomando un lapicéro.

-Jimin- susurró.

-Que suerte- sonrió, escribiendo discretamente el nombre de su alumno más bajo.-no la puedes cambiar Taehyung- avisó antes de pasar al sitio de Jimin.

Inmediatamente su miraba buscó la de Jungkook, éste estaba a tres asientos detrás de él, con su rostro en el pequeño espacio entre de sus brazos cruzados apoyados en la carpeta, sus ojos vagaban por todo el salón hasta toparse con los de Taehyung, su sonrisa cuadrada hizo que desviara la mirada de inmediato y un rubor casi visible se apoderara de sus mejillas.

-¿Quién te tocó? -preguntó, aún sabiendo que nadie podía confesar. Jimin negó en desaprobación.

-Sabes que no podemos decir eso.

-Tu me dices y yo te digo- propuso.

-Me tocó el nuevo.-confesó.

-Oh, suerte- trató de sonreír, si bien era cierto que a penas llevaban un mes desde que comenzaron las clases y los nuevos aún no sacaban su personalidad a flote, pero uno de ellos lo hizo desde que puso un pie dentro del colegio. No era desagradable, claro que no, para Taehyung no había ser desagradable en el planeta.

Un caso totalmente contrario con Jimin, él siempre mostraba tranquilidad ante los demás, sin embargo el nuevo alumno había logrado que sintiera rabia, botando SUS cosas de SU carpeta el primer día de clases, para ponerse a dormir sin al menos pedir disculpas. No reclamó, porque así era él, pensaba llevarse mejor en lo que transcurría del año, pero su amargada personalidad no le permitió acercarse.

-¿Quién te tocó?- preguntó, tratándo de quitarse el mal recuerdo.

-Una persona.

-No debí haber hecho un trato contigo- se quejó el mayor.

-Debiste pensarlo mejor.

-Lo haré desde ahora- desafió.






¿Sabían que esta escritora tiene 25 años? ¿No? Genial, porque no tengo veinticinco.

¿Sabían que esta escritora tiene 25 años? ¿No? Genial, porque no tengo veinticinco

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