Habian pasado cerca de 5 meses de interminables llamadas y cientos de mensajes desde que conocia a la chica guitarrista, y aun no me creía que existiera alguien como ella; estar con ella era como si por fin encontraras algo que ni siquiera sabias que estabas buscando,pensaba en esto mientras iba camino a su casa, hacía un par de semanas que ese era el punto de reunión porque la chica guitarrista había decidido comenzar a darme lecciones de guitarra, era genial, debía admitirlo porque de ese modo pasaba más tiempo con ella, pero yo era demasiado torpe, casi no tenía avances, había intentado dejarlo pero cada vez que lo intentaba la chica guitarrista decía "Vamos, tu puedes, algun día tocaras como Slash" debía admitir que cada vez que decía eso me hacía algo de gracia pero me alentaba porque ella confiaba en mi y eso era suficiente, esa era la razón por la que continuaba intentándolo.
Cuando me encontré frente a su puerta toque el timbre y dos segundos después la chica guitarrista estaba justo frente a mi con la sonrisa más bonita que había visto, sin mucho pensalo casi me tire sobre ella, como había querido hacerlo durante toda la semana, era curiosa la forma desproporcionada en la que habían crecido mis sentimientos hacía ella.-Jaja me da gusto verte también- Decía la chica guitarrista mientras me invitaba a pasar
La tarde comenzó como la mayoria de las veces, conversabamos un rato y después la chica guitarrista sacaba dos guitarras y comenzaba a enseñarme, esa tarde intentaba tocar "I won't give up", aunque a decir verdad iba bastante mal pese a ser una canción fácil, eso me desanimaba,y la chica guitarrista pareció darse cuenta de eso, era como si mis emociones fueran transparentes para ella, en cuanto se dio cuenta comenzó a buscar algo, hasta que pareció encontrarlo, era una plumilla...-Esta es la plumilla mágica, es mi plumilla favorita, pero quiero que tu la tengas- No parecía estar bromeando en lo mas mínimo
-No puedo aceptarla, es... es tu favorita- No podía creerme que me estaba dando algo así
-Oh, claro qur puedes- Ella extendió la mano hacía mi y me la dio, seguía sin creerlo, jo, tenía la plumilla mágica, me había dado su plumilla favorita, seguramente para cualquier otra persona era algo insignificante pero ¡¡Era su plumilla favorita, la plumilla favorita de la chica guitarrista y me la había dado!!
Sin decir nada más simplemente comenzó a tocar y tararear una canción de ritmo suave y en ese justo momento me di cuenta de que ella en verdad me importaba y yo parecía hacerlo de la misma forma, en ese justo momento me di cuenta de que tal vez me estaba enamorando de la chica guitarrista...
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Aquella noche
БоевикNada parecía tener mucho sentido en mi vida pero desde aquella noche, desde que ella apareció, maldición, ya nada tenia sentido...