Lucy Weasley y el prisionero de Azkaban ✔️ [Lucy Weasley I]

1. Lucy Weasley

La noche del 7 de marzo de 1980 fue una noche llena de complicaciones.

Para empezar, llovía. Llovía mucho más de lo previsto, y el viento era terrible.

Y las dificultades aumentaban en casa de William y Roxane Weasley.

Roxane gritaba mucho. Todo dolía demasiado. El bebé llegaba una semana antes de lo esperado, y sin embargo parecía que su marido, de lo nervioso que estaba, iba a dar a luz en lugar de ella.

William hiperventilaba. La llegada del bebé lo había tomado por sorpresa, como a todos, en medio de una visita de su hermano y sus sobrinos, y los nervios se habían apoderado de él.

Arthur trataba de clamar a su hermano pequeño, al mismo tiempo que mandaba callar a sus hijos, y pedir al mayor, Bill, que vigilase al pequeño Ronald, de sólo siete días, que estaba tumbado en su carrito.

Molly, la mujer de Arthur, se encontraba en la habitación de arriba con Roxane, dándola toda la ayuda que podía, esperando la llegada de los sanadores.

Remus Lupin, que estaba de visita, trataba de sostener a su amigo Will, a punto de caerse al suelo; y sumando los inútiles intentos por hacerle recuperar su respiración regular sin éxito, también acabó poniéndose nervioso.

Y de pronto, se hizo el silencio; donde sólo se oía el sonido de la tormenta, y las respiraciones se cortaban. Y ese silencio fue roto por un llanto proveniente del piso de arriba, seguido del grito de Molly.

—¡Es una niña!

Con cabello pelirrojo, el ojo derecho azul, el ojo izquierdo verde, y una carita llena de pecas, nació la primera mujer en la familia Weasley desde hacía varias generaciones.

Fue cuando todos los sobrinos de William empezaron a gritar de emoción sin saber exactamente por qué; cuando Arthur le dio un fuerte abrazo a su hermano; cuando Remus gritó que había que decírselo a todos sus amigos, y cuando William se desmayó definitivamente.

Esa misma noche, Sirius Black compró unos bonitos pendientes para regalar. James y Lily Potter envolvían en papel de regalo unos coloridos lazos para el pelo. A Peter Pettigrew se le olvidaba comprar algo por el nacimiento de la hija de su amigo; tenía cosas más importantes que hacer. Remus, que temblaba como un flan de la emoción, era nombrado padrino de la hija de William.

Alvar, el padre de Roxane, saltaba de felicidad, camino a la escuela de hadas de la hondonada, para apuntar a su nueva nieta; mientras su esposa Gadea empezaba a confeccionar unos pequeños zapatitos azules.

Y en una de las torres del castillo de Hogwarts, el nombre de Lucy Weasley era apuntado en la lista de futuros alumnos de la escuela, justo debajo del de Ronald Weasley.

☆ ☆ ☆

Lucy creció como cualquier otra niña. Jugaba, aprendía sobre su mundo, estaba con su familia. Solo que ella no era exactamente igual que otras niñas.

Roxane, su madre, era un hada plumosa; con bonitas marcas en la espalda para sacar y guardar sus alas a su gusto. Y su padre, Will, era un mago. Así que ella era un híbrido entre ambas especies.

Lucy nació sin marcas en su espalda, sin alguna habilidad de hada, pero con un ojo de cada color, como otras hadas. Tampoco daba muchas señales de ser una bruja, y a William le preocupaba que fuera una squib.

Fue a partir de los dos años cuando unas pequeñas marcas comenzaban a salir en su espalda, dando lugar a unas bonitas alas, las cuales estaba aprendiendo a utilizar y controlar.

Con tres años y medio, Lucy aún no daba señales de ser bruja, hasta que en una reunión familiar en La Madriguera, Lucy hizo flotar a su primo Ron, a su prima Ginny y a ella misma por todo el patio. Arthur estuvo a punto de perder una ceja aquel día.