15. Lucy Weasley es una desobediente

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—Me ha enviado una carta contándomelo —informó Hermione—. Va a poder traer a Buckbeak a Hogwarts antes de su ejecución.

—¡No pueden hacerlo! —se lamentó Lucy—. Él no es peligroso.

—El padre de Malfoy atemorizó a los viejos imbéciles de la Comisión. Tu padre estuvo allí, Lucy, intentando ayudar a Hagrid. No sabes la discusión que tuvo con Lucius Malfoy; se le puso la nariz roja como un tomate. Podemos recurrir, aunque no creo que nada cambie...

—Sí, algo cambiará —dijo Ron decido—. Yo te ayudaré. No harás sola todo el trabajo.

—¡Ay, Ron!

Hermione se lanzó sobre el pelirrojo. Le echó los brazos al cuello y empezó a llorar. Ron, que no sabía qué hacer, la dio unas palmaditas en la espalda.

—¡Ron, no seas así! —le regañó Lucy—. ¿No sabes devolver un abrazo?

Ron la fulminó con la mirada, y devolvió torpemente el abrazo a Hermione.

—Siento mucho lo de Scabbers, de verdad —sollozaba Hermione, tras separarse.

—Bueno, ya era un poco viejo... además, a lo mejor mis padres me compran una lechuza.

Aquella noche, Lucy se apresuró a ir a la Casa de los Gritos. Tenía que contarle todo a Sirius. Avanzaba lo más rápido que podía por el pasadizo del sauce, seguida de Pelos y Crookshanks (con quien aún no había hecho las paces del todo). Salió del túnel por la trampilla y subió las escaleras atropelladamente hasta el cuarto donde Sirius esperaba. Estaba dando vueltas por la habitación cuando Lucy llegó.

—¡EL MAPA! —gritó Lucy al llegar—. ¡SÉ DÓNDE ESTÁ EL MAPA!

Sirius dio un salto. No había visto a la pelirroja hasta que empezó a gritar.

—¿Qué? ¿Qué dices? ¿Y por qué has venido tan tarde?

Lucy solía ir hacia las doce de la noche a la casa de los gritos, pero en esa ocasión eran casi las tres de la madrugada.

—¡El mapa del merodeador! ¡Lo tenía Harry! Se lo dieron Fred y George hace un tiempo.

—¿De verdad lo tiene Harry? —preguntó Sirius emocionado.

—Bueno, lo tenía... A ver, te cuento.

Lucy habló a Sirius sobre lo que había pasado durante el día; que Harry fue a Hogsmade, lo que pasó con Malfoy, con el profesor Snape, y cómo Remus les había quitado el mapa y el sermón que les había dado. La pelirroja estaba apenada por eso último. Cuando Lupin la miró, en sus ojos había decepción. Y ella odiaba decepcionarle.

—Créeme que si Remus supiera lo que estás haciendo, no te habría dicho eso —la consoló Sirius—. Pero piensa en lo que podemos hacer. Ahora que él tiene el mapa, hay que tener cuidado. Pero podemos quitárselo sin que se entere. Así podríamos localizar a Colagusano. Y explicarle todo a él y a Dumbledore. Y a todos.

Lucy sonrió vagamente.

—Hablaré con él.

Lucy se propuso a quitarle el mapa a Remus. Tenía que hacerlo de un modo u otro. Sin embargo, sentía la necesidad de hablar con él sobre la disputa que habían tenido.

Caminaba a paso lento por los pasillos vacíos del castillo. Los domingos por la mañana, los estudiantes solían quedarse en sus salas comunes. El día era frío y nublado. Parecía que iba a empezar a llover.

Lucy llegó al despacho de Remus. Antes de llamar a la puerta, esta se abrió con magia. La pelirroja entró y la cerró, quedándose apoyada sobre ella. Remus estaba observando el mapa, extendido sobre la mesa.

Lucy Weasley y el prisionero de Azkaban ✔️ [Lucy Weasley I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora