Prólogo

159 14 1
                                    

Todos a su alrededor caminaban sin preocupaciones, envueltos en animadas conversaciones sobre su día a día, sin siquiera preguntarle a su acompañante qué tal todo.

El egoísmo de las personas la mataba, la "felicidad" ajena la atormentaba fuera a donde fuera, pues ella sabía que las personas que la rodeaban no eran felices, simplemente se ponían una máscara al salir por la puerta de su casa para ocultar sus heridas y lágrimas.

«Muñecos», así es como ella llama a todos, porque eso es lo que son, simples muñecos movidos por la sociedad, que no sienten pena por ello, pero sí por admitirlo.

Y es que ella también es una muñeca con máscara, una buena máscara que la hacia ver como el ser más feliz del mundo, alguien que flota en sus fantasías y no sabe nada de su alrededor. Pero realmente ella tiene los pies bien parados en el suelo, porque ella solo finge ser alguien que no es para pasar desapercibida entre las personas. Ella está demasiado al tanto de la sociedad.

Y es que Kyoka es consciente de que nadie tiene un final feliz, no al menos con esa máscara puesta.

Sin final felizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora