Capítulo 1

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- Rápido chicas, es el último espectáculo. A dar lo último que hasta más tarde no vamos - exclamó Alba seguido de unos aplausos - Después iremos a comer- seguida de risas y murmullos femeninos.

-¿Conseguiremos la meta con este último?- preguntó Carla desde su silla marcada como "cereza".

-Esperemos que sí, roguemos a que llegue un gran grupo de empresarios y nos ayude a completar está cuota- soltó una risa Laila retocando su labial morado- Está pequeña mora se va- bajó de su silla y partió con un movimiento sutil de caderas.

De un momento a otro, la música empezó a sonar, los silbidos y gritos fueron más fuertes y seguidos. Todas mecanizadas formamos una fila india y hasta el escenario fuimos a dar. Después de haber presentado todas las rutinas, cada una de nosotras fue llevada a distintos cuartos, las que no eran llamadas se encargaban de limpieza, cuando todo finalizaba, cada una partía a su casa.

Afortunadamente se había conseguido la meta.

El hecho de no conseguir lo establecido significaba más horas en la barra y no poder comer. No tenías derecho a replicar, hacer muecas, ni maldecir. Tu figura debía ser perfecta, de lo contrario tus tacones se romperían y despedida serías. La fruta que te corresponde será permanente, si quieres ganar más, más clientes debes traer, si no lo consigues los baños llenos de desechos humanos será una gran experiencia todas las noches después de haber terminado el aseo general.

¿Terminaste?

Sigue, te esperan 11 baños más, pero no todo está perdido, encontrarás jóvenes huérfanas ignoradas y desechadas por sus familias para llegar y ser manoseadas por sus tíos, primos o hermanos. Siempre que las encuentres serán amables, cariñosas, todas se cuidan, cubren, apoyan, guían...son como hermanas con grandes sonrisas, orgullo perdido, corazón inerte y un mundo caído.

Todo está oscuro y frío, mi única compañía es una pequeña chaqueta que cubre una parte de mi piel descubierta. Empiezo mi camino con el cruce de una gran cuadra, los minutos pasan, el taconeo no se detiene al igual que los comentarios en casa esquina.

Después de 15 minutos ingreso a un pequeño apartamento, mi hogar, oscuro y frío, tal y cómo las calles. El único que me espera es un gato negro, de ojos verdes y nariz rosada pálida, lanzo mis zapatos rojos a la esquina, acudo urgente a la cama y como todas las noches Kuk llega a mi lado buscando caricias. Su actitud en el día es misteriosa pero en las noches es todo un ángel.

-Solo un tiempo más...un poco más y llegaré- digo mientras acaricio la cabeza de Kuk admirando el techo manchado por la humedad hasta quedarme dormida.

...

Bppp bppp bppp

Caen una y otra vez gotas de agua en mi cara, siempre es lo mismo, bonita forma de levantar.

Tomo una corta ducha hasta lograr haber eliminado cualquier rastro de rímel seco, me visto rápidamente, tomo mi móvil junto a mi mochila y corro hasta llegar a la cafetera.

- ¡Buenos días!- saludo aún con la cafetería vacía.

-¡Buenos días Panquesito!-la señora Johnson me recibe con una gran sonrisa y los brazos abiertos- ¿Cómo te fue anoche?.

-Pues igual, ni tan bien ni tal mal- le digo sonriendo y correspondiendo a su abrazo - Han existido mejores días, pero eso no es problema, iniciaremos muy bien hoy- la señora Johnson ya sabía mi historial laboral, no comentaba nada, solo me recomendaba que tuviera mucho cuidado.

-¡Esa es la actitud!- sonrió una vez más- Empecemos.

-¡Ahora!- chocamos las manos.

-¡¿Cómo se atrevieron a iniciar sin mí?!- Mark entró de golpe.

-Nunca te dejaríamos por fuera Marcos- llegó y se abrazaron.

-¡¿Y yo?!- exclamé simulando estar ofendida.

-Ven Panquesito, seremos una pequeña familia otra vez, nada de peleas- me recibieron en sus brazos.

-Que hermoso- suspiró Mark limpiándose los ojos, simulando que lloraba.

-Empecemos.

-Si capitán Garfio- respondimos al unísono poniendo nuestra mano derecha en la frente como soldados.

La música empezó a sonar, el horno se encendió, la cafetera inició y los clientes llegaron a la misma hora.

-Buenos días señorita- me saludó el señor que todos los días venía siempre con su teléfono colgado en la oreja.

- Buenos días- sonreí y rápidamente tomé el café - Aquí está su expresso doble, y como recompensa por su fidelidad un cupcake de maní - le pase los productos en una bolsita.

- Muchas gracias - sonrió, la tomo y partió a su ajetreada labor.

Durante todo el día se presentaron distintas situaciones, desde las más cómicas hasta las más trágicas como el vómito de un borracho en todo el mostrador.

Horroroso

La hora de jornada estaba culminando y la desesperación nuevamente me invadió, el sólo hecho de pensar en el presentarme nuevamente me aterraba; se supone que ya con varios años de experiencia se hacía normal pero no había funcionado en mi.

Nuevamente me dirigí a mi apartamento, al llegar rápidamente me cambié de ropa pero está vez me aseguré de llevar algo para el regreso, antes de salir verifique la ventana, Kuk regresaba solamente en las noches a mi espera. Partí por la misma ruta hasta llegar al callejón.

Al llegar, el local se estaba comenzando a llenar

- Más temprano señorita - me recibió Tara, la dueña del lugar con los brazos en forma de jarra.

- Lo lamento mucho, prometo que no volverá a pasar.

- Último llamado- se dio vuelta y salió de la habitación.

Retomé nuevamente el camino hasta llegar a mi silla.

- Tarde tarde otra vez mi niña - susurró Ashley "mango" mientras recogía su cabello en una coleta alta.

- Disculpa, no encontraba mí otro zapato - recogí mi cabello para empezar a maquillarme.

-Típico.

-Lo sé- reí forzosamente. 

-En 3 minutos iniciamos- entró Alba gritando- Más puntualidad, dejen de lado sus malditos asuntos personales, terminen de arreglarse y volveré por cada una.

- Oh oh, al parecer llamaron la atención por alguien - soltó Carla.

- Si si, ya la capté, gracias - resoplé tomando el labial rojo.

- ¿Preparadas?- cuestionó Ashley.

-Ya sabes la respuesta- respondimos todas en el camerino al unísono.

Alba llegó, analizado nuestro maquillaje y vestuario dijo señalándome

- Pera, tú empiezas.

P E R A || EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora