El final ha llegado, una profecía debe cumplirse y, cuando lo haga, ambos mundo se verán revolucionados para siempre.
Han pasado un par de meses desde que los magos mestizos abandonaron Hogwarts para instalarse en el Campamento Mestizo, ahora es el...
Sala contigua al Salón destruido. Un poco más tarde.
(Narra Jack)
Bunnymund tendió a Anna una taza de chocolate caliente y esta lo cogió casi sin ser consciente de lo que hacía. Tras esto el guardián se dirigió hacia Hiccup lanzándome una mirada.
Habíamos matado a todas aquellas arpías justo cuando la sala había sido desalojada del todo, fue Hiccup quien liquidó al último monstruo y, en ese momento fue cuando descubrí que, dos de las brujas que se habían quedado, eran Elsa y Anna.
-Entonces... ¿Estáis buscando a Rapunzel porque alguien, no sabéis quién, se la ha llevado, cierto? –preguntó Elsa.
Tras la batalla Bunnymund nos había llevado a aquella sala y había empezado a preparar, junto con la chica que yo no conocía, chocolate caliente. Mientras tanto Mérida había decidido explicarles, sin mencionar el tema de los dioses ni el campamento, lo que nos había llevado a hacer aquel viaje.
-Exacto –contestó Mérida y lanzó una mirada de refilón a Hiccup, que alimentaba a Desdentado fingiendo estar distraído –Jack tuvo el presentimiento de que debíamos dirigirnos aquí... ahora que os hemos encontrado tiene sentido su corazonada.
Dejé mi taza de chocolate caliente, la cual no había tocado, y me levanté.
-En realidad, no fue eso lo que me llamaba a venir hasta aquí... era algo relacionado con los guardianes, ¿no es así Toothiana?
Ella clavó los ojos en mí, era cierto que con aquel aspecto era bastante difícil reconocerla, pero a mí no podía engañarme.
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-Si esperas que nosotros te demos la clave de esto, señor Frost, siento decirte que estamos igual de perdidos que vosotros –explicó Bunnymund colocándose al lado de Toothiana en gesto protector, como si yo fuera un peligro...
-Llevamos varios meses huyendo y buscando a Norte y Sandman –me explicó Toothiana y lanzó una mirada a la otra chica (quien observaba todo en un segundo plano) que me hizo fruncir el ceño.
Por unos momentos todos nos quedamos en silencio, fuera de la sala se oía el tráfico y una señal de que pronto tendríamos que buscar otro lugar donde refugiarnos.
-Tenemos que irnos de aquí –comentó Elsa como leyéndome el pensamiento –En nuestra habitación de hotel hay sitio para todos nosotros.
Toothiana y Bunnymund se miraron y luego ella dio las gracias a Elsa, nosotros también le agradecimos la invitación.
-Será mejor que me vaya ya, mi trabajo aquí ha concluido... -dijo entonces la otra chica y caminó hacia la puerta despacio.
-Moana, espera un momento... -empezó a decir Toothiana.
