Capítulo 4. Los Chase y más reencuentros.

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Motel 4 Ruedas. Más de medianoche.

(Narra Hiccup)

A pesar de que la propuesta de Jack había sido una idea genial al principio, después de pasarme dos horas dando vueltas en aquel colchón roído y duro y escuchando a Jack roncar... aquello ya no parecía tan buena idea.

Sentía sobre mí la respiración tranquila de Desdentado y decidí concentrarme en aquello, fue así como Hipnos consiguió llevarme a su mundo... hasta que un grito decidió sacarme de nuevo de mi pobre y débil descanso.

Me senté sobresaltado al escuchar aquel grito de angustia y oí como Desdentado maullaba furioso, cuando lo localicé en la oscuridad me miraba de manera huraña.

-Lo siento amigo –le susurré acariciándole la cabeza –túmbate y ocupa toda mi cama si quieres.

Él no perdió el tiempo en más, nada más bajar mis pies al suelo ya había ocupado mi almohada sin ningún remordimiento.

Observé a mi alrededor, la cama de Mérida estaba desocupada y, la ausencia de ronquidos me decía que la de Jack también. Eso solo dejaba una persona con la capacidad de gritar así... me giré y comprobé que Rapunzel estaba sentada en su cama respirando entrecortadamente.

-¿Qué ha ocurrido? –le pregunté en un susurro y poniendo una mano en su hombro.

Ella se sobresaltó al verme y eso hizo que yo me preocupase aún más. Decidí sentarme en su cama y clavar mi mirada en la suya.

-Todo está bien... -le susurré mientras le cogía la mano y se la acariciaba con suavidad –solo ha sido una pesadilla.

Ella bajó la vista y vi como algo brillante se deslizaba por su cara... estaba llorando.

-Las pesadillas de los semidioses no siempre se quedan en pesadillas –masculló. ¿Qué significaba eso? ¿Qué había soñado? Me disponía a preguntárselo cuando mis ojos volvieron a clavarse en su rostro, fue entonces cuando me di cuenta de que ya habría otro momento para hablarlo.

Con suavidad decidí acercarme a ella y abrazarla con cuidado, me coloqué de forma que su cabeza reposaba contra mi pecho y me quedé así hasta que noté que había dejado de llorar; entonces le di un beso en la frente y me giré para irme.

-Hiccup... -su voz aún sonaba triste, pero parecía querer volver a dormir -¿Dormirías conmigo?

Me di la vuelta con las cejas alzadas ante aquella proposición, no había imaginado nada pervertido, no me interpretéis mal. Pero fue entonces cuando fui consciente de que yo dormía sin camiseta (una costumbre que uno adquiere si tu madre pone la calefacción a 200 grados siempre). Aquello me hizo enrojecer y creo que Rapunzel fue consciente y ella también se ruborizó. Sin embargo no dijo nada.

Suspiré y miré hacia mi almohada, pelearme con Desdentado no era lo que más me apetecía en aquellos momentos y me preocupaba de verdad aquella pesadilla.

Sin decir nada más me metí con ella en la cama y dejé que ella colocara la cabeza en mi pecho... sentía la incomodidad de ambos pero, a la vez, era como si encajáramos a la perfección el uno con el otro.

***

(Narra Mérida)

Entré en la habitación despacio, sabía que Jack me seguiría en un momento, pero no me quedaría tranquila hasta verle entrar.

THE BIG FOUR. Los magos mestizos IIIWhere stories live. Discover now