Jungkook se metía en problemas cada vez que podía.
Un muchacho descontrolado; decían los profesores.
Pero por suerte existía Seokjin, un ejemplo de tolerancia y solidaridad. Tal vez la única persona que podía hacer cambiar al pequeño Jeon.
—Me estresa tanto que quiero besarlo —decía a sus espaldas.
—¿Que? —cuestionó Jungkook con su ceño fruncido.
—Te volviste a meter en problemas realmente me frustras —contesto Kim—. Hay que empezar con unas buenas lecciones para corregir eso. Abre tu libro de valores.
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El Jinkook es una de las parejas más tiernas que van a ver en su vida.
