°Capitulo 2°

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Namjoon Empezaba a abrir los ojos muy lentamente, le costaba un poco sus parpados le pesaban, casi de inmediato una luz blanca lo segó, y con ello un fuerte puntazo en la cabeza. Subió una de sus manos intentando evitar que aquella radiante luz lo dejara ciego, haciendo una pequeña mueca de disgusto.

-Namjoon...?-

Pudo oír como una voz  lo llamaba suavemente; no sabia muy bien en donde se encontraba en esos precisos instantes, la ultima imagen que estaba en su mente era la de él en el baño, llorando desconsoladamente, casi gritando. Pero muy poco a poco empezaron a llegar las demás imágenes de golpe, completando la película, y con ello, completando también el último acto, en el cual se encontraba él llorando, débil y ensangrentado, justo en frente de los seis chicos del consejo, desmayándose posteriormente sobre los hombros de uno de ellos.

 Al recordar todo lo que había pasado una holeada de vergüenza lo azotó sin piedad, como había dejado que eso pasara? de verdad se había dejado caer en los brazos de uno de ellos? no, no podía ser cierto, quería convencerse así mismo de que todo era un sueño. Pero claramente no lo era, las leves puntadas en su cabeza se lo decían, todo lo que recordaba habían pasado ese mismo día. Cubrió completamente su rostro con las palmas de sus manos, se estaba muriendo de la vergüenza, quería que la tierra le hiciera un favor y se lo tragase; podía sentir como sus ojos se llenaban de lágrimas otra vez.

-Namjoon!! estas bien!??... no te cubras la cara- El nombrado sintió como unas granes manos le tomaban las muñecas, alejando sus manos de su rostro, dejando ver a un Namjoon sonrojado por la vergüenza y con lágrimas en los ojos, <<soy tan patético!! como pude dejar que algo como eso pasara!!?? que acaso no se hacer otra cosa que no sea llorar!??>> con cada pensamiento que surcaba su mente, la frustración de Namjoon aumentaba, pero luego pudo sentir como la mano contraría limpiaban sus lágrimas con una delicadeza admirable, casi como si estuviera quitando le el polvo a una muñeca de porcelana  muy fina, ese delicado tacto logro calmarlo casi en seguida, le hacia sentir... protegido.

-Ya, ya, no tienes por que llorar, ya pasó todo, estarás bien si?- lo último lo dijo agarrando el rostro de Namjoon entre sus manos, terminando de limpiar las pocas lágrimas que quedaban en el rostro de este con sus pulgares, haciendo que los dos se miraran directo a los ojos. Namjoon se sintió hipnotizado por los grandes ojos negros de aquel chico, que para él, seguía sin tener nombre; podía sentir como se hundía en esa mirada tan profunda y penetrante, pero salió rápidamente de aquel trance al notar la cercanía que ambos rostros tenían, separándose casi de golpe, haciendo que el chico que se encontraba frente a él se exaltara un poco, soltando su rostro en el acto.

-Oh, lo siento mucho jeje, debes estar asustado, no es muy agradable despertar con la compañía de un desconocido, mi nombre es Jeon Jungkook, formo parte del consejo estudiantil- Todo lo dijo acompañado de una hermosa sonrisa, estirando su mano al final en forma de saludo esperando respuesta de Namjoon, que después de sentarse en la camilla (la cual en ese instante recién se había enterado que se encontraba en la enfermería), estiro su mano tímidamente a la contraría, haciendo que el chico de ojos oscuros, ahora con el nombre de Jungkook, respondiera rápidamente apretando levemente su mano.

-Ki-Kim Namjoon!!... mucho gusto-Namjoon intento con todo su ser no sonar muy nervioso, pero sus esfuerzos fueron en vano, al notar como Jungkook le daba una mirada divertida, para luego agachar un poco su cabeza y reír por lo bajo, haciendo que Namjoon se sintiera levemente humillado, desviando su mirada a las sabanas avergonzado.

-No estés tan nervioso, tu mano esta temblando. Tranquilo Namjoon no te voy a comer-dijo Jungkook intentando tranquilizarlo, soltando el agarre de sus manos. Namjoon lo vio con curiosidad, al notar que por primera vez en todo lo que llevaba en la secundaría, alguien se presentaba ante él y le hablaba de una manera normal, sin escándalos, sin sarcasmo o insultos, solo dos personas conociéndose,  esa sensación de normalidad lo hacia sentir raro, muy raro, pero lamentablemente los malos recuerdos no se iban, todas sus experiencias le hicieron pensar que solo lo hacía por cortesía, por mera educación, como alguien como ese chico podría importarle socializar con una escoria como él?? todo lo que paso en la cafetería había logrado hacer crecer su auto desprecio.  Su mirada cambió a una de tristeza, bajando más la cabeza, haciendo que Jungkook se diera cuenta.

Jardín de Rosas NegrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora