Jardín de Rosas Negras

°Capitulo 4°

Rojo. Ese es la palabra que define perfectamente a Namjoon en estos momentos. Rojo a más no poder.

No sabia que hacer o que decir, ni siquiera sabia como había acabado en aquella situación. Lo único de lo cual estaba seguro era que ahora estaba sentado entre las piernas del presidente del consejo mientras este le daba de comer en la boca, como madre dándole de comer a su hijo, mientras que Tae estaba a un lado haciendo pucheros.

Otro bocado de comida se dirigió a su boca. Al parecer el motivo por el cual se encontraba en esa... peculiar situación, es por culpa del chico que esta berrinchando cual niño pequeño en una esquina (aunque el también tiene un poco de culpa es todo eso), debido a que este, en un descuido, se le salio el singular apodo que le había dado a su hyung Seokjin de cariño, aun que a este no le agradara mucho, dejaba que le llamara así mientras estuvieran a solas con los demás chicos que sabían de su encantador sobrenombre, pero no enfrente de otros estudiantes, y mucho menos enfrente del moreno.

Grata fue su sorpresa al volver a salón y encontrarse a los dos chicos riendo y conversando animada mente sobre su querido apodo. Namjoon se veía muy divertido escuchando a Taehyung mientras este contaba como se le había ocurrido ese apodo para su hyung.

Jin dejo a Jungkook hablando solo en la entrada algo confundido, pero aun más confuso fue ver como Jin se acercaba y le tocaba el hombro a Taehyung, dándole una mirada que el de ojos oscuros no pudo ver, pero que fue suficiente para hacer que el menor se levantara con el ceño levemente fruncido, le entregara la la taza con su merienda y los palillos, y se alejara mientras hacia pucheros a una esquina. Dejando a Namjoon completamente confundido, y enfrente de un Seokjin que, como castigo para ambos por casi divulgar su sobrenombre, había tomado con suavidad la cintura del moreno, procurando no las timarlo, y lo había sentado entre sus piernas para alimentarlo como niño de preescolar.

El último bocado de la ex-merienda de Tae fue dirigido a sus labios. Namjoon no se había atrevido a decir una palabra en todo el tiempo que había transcurrido, solo se limitaba a abrir la boca cuando Jin se lo indicaba y agradecer a todos los dioses existentes por que el salón del consejo ya estaba casi vació y ninguno de los estudiante se había percatado de su vergonzosa situación. Jin llamo a Taehyung para entregarle la taza y los palillos. El salón ya se encontraba completamente vació, los únicos que se encontraban en la secundaría eran los 6 chicos del consejo y Namjoon.

-Eeeemmm... Tae ¿sabes que esta pasando aquí?- Pregunto Jimin mientras apuntaba en dirección a donde estaban Jin y Namjoon.

-Una injusticia Jimin, eso es lo que esta pasando- Respondió Taehyung cruzándose de brazos totalmente frustrado.

-J-Jin-hyung, ya me puedo le-

-No-

Namjoon bajo la mirada, luego se asomo por el rabillo del ojo topándose con la mirada divertida de los chicos, haciendo que un leve sonrojo se posara en sus mejillas. Sentía como Jin acariciaba disimuladamente su cintura con la yema de sus dedos, provocando le leves escalofríos con cada tacto. Yoongi se dio cuenta de esto, haciendo que frunciera el ceño levemente.

-Jin ya puedes soltar a Namjoon- Soltó con irritación Yoongi, ya se había cansado de la situación. Ya tenia un tiempo viendo como Jin toqueteaba a Namjoon mientras este solo se removía algo incomodo. Namjoon no es ni una mascota ni un juguete como para que estuviera agarrándolo de esa manera. Los demás chicos se apartaron disimuladamente de la situación, el ambiente se estaba volviendo tenso, sabían como eran esos dos cuando discutían y no querían quedar en el medio de una de sus riñas, pero no podían dejar a Namjoon en medio si de verdad llegaban a discutir.