Leroy *Pendiente*

Una cita Yuralex es pronóstico de tormentas.

Bajo con sus patines y vio a Yuri acostado en el sofá mientras miraba el celular pero no había rastro de su hermano u Otabek.

-Ya se fueron- Dijo mientras se ponía de pie sin mirarlo pues no pensaba despegar la mirada de su celular

-¿Por qué los ayudas?, pensé que era tú novio- Caminó hacía Yuri y tomó el bolso del rubio antes de que este lo hiciera

Yuri suspiro tratando de buscar las palabras adecuadas y bajo el celular para ahora dirigirle una mirada

-Supongo que lo dices por como nos viste abrazados- Dijo arrebatándole su bolso y dándose vuelta -No somos novios aunque todos piensan eso por lo cercanos que somos- Dijo encogiéndose de hombros -Es cierto que hacemos todo juntos pero Beka es como mi hermano- Salió de la casa mientras hablaba y camino hacía el carro del canadiense en el cual habían llegado mientras se preguntaba porque rayos le explicaba

El contrario en ese momento se dio cuenta de que si quería llegar al rubio primero debía ganarse al mejor amigo, eso no se veía fácil aunque con su hermano cerca ya tenía un punto a su favor.

-¿Por qué quisiste ir a la pista de hielo?- Preguntó mientras metía su bolso a la cajuela del auto

-Me gusta deslizarme sobre el hielo, es algo relajante. Me volví patinador artístico para estar mucho tiempo en la pista- Respondió acomodando su bolso, una vez hecho el pelirrojo cerro la cajuela

-Pero estando tú aquí pudimos ir a otro lado antes de la pista de hielo- Subió al auto y espero a que el rubio hiciera lo mismo para encenderlo

-Lo sé, es solo qué quiero patinar. Cuando estoy enojado, frustrado, estresado, triste o la emoción que tenga patinar me ayuda, es como ser libre, ahí puedo ser yo, ahí solo estoy yo y ya, sin entrenadores, sin fans, nadie solo yo así que por lo general lo primero que hago después de volar es ir a una pista de hielo, mi abuelo siempre solía llevarme. Es una costumbre supongo- Confesó el rubio, el perfume del canadiense estaba por todo el aire del carro

Pasaron unos segundos antes de que se diera cuenta que le había dicho algo que estaba muy dentro de él y miro por la ventana para esconder su sonrojo

-Supongo que de cierta forma te entiendo- Rompió la tensión del rubio -Siempre me gustó patinar y cuando empecé a jugar hockey fue fantástico. Patinando soy solo yo, se siente refrescante, a diferencia de cuando era patinador artístico ahora me siento mejor

Gracias a sus palabras el rubio se sintió menos idiota por haber confesado algo tan profundo así nada más. El aroma de Alexandre llenaba el carro, era raro pero a Yuri le parecía agradable su aroma, eso lo irritaba de cierta forma.

Se quedaron en silencio pues Yuri se puso los audífonos y se quedo observando el paisaje mientras por ratos escribía algunos mensajes.

El canadiense estacionó el carro y ambos bajaron con dirección a la cajuela por sus bolsos.

-Yo lo llevo siqu...- Yuri no lo dejo terminar porque aún con los audífonos tomo su bolso para entrar a la pista

No era que no lo haya escuchado, simplemente había preferido ignorarlo, no quería ilusionar se, no permitiría que jugara con él.

Una vez dentro el canadiense hablo con la chica sobre haber reservado una pista y los guiaron a ella.

-¿Cuándo la reservaste?- Preguntó el rubio quitándose los audífonos

-Así que si escuchabas- Sonrió levantando una ceja -Desde que mi hermano dijo que vendrían. De si o si tenía que traerte aquí, mi hermano me lo pidió- Le confesó