Mess || Luka x Nathaniel

-7-

-¿Esta bien así?-Oliver se había sentado sobre la banca, colocando sus piernas en forma de flor de loto.

-¿Estas cómodo?

-Si- sonrió.

-Entonces estas bien- ambos soltaron una pequeña risa, mientras Nath sacaba su libreta para comenzar a dibujar algunos trazos- Hace tiempo dibuje a un amigo, y no se puso en una posición muy cómoda, así que después de un rato se acalambro.

-Me lo imagino ahí paralizado por el hormigueo- la risa de Oliver hizo a Nath sonreír, era algo rara pero contagiosa, aunque su rostro sereno después de hacerlo lo hacía sentir más cómodo, tomando en cuenta que no se conocían mucho.

Nathaniel nunca había sido de muchos amigos, siempre se había conformado con la de Julia, por lo cual durante clases, tampoco había hecho mucho esfuerzo por ampliar su círculo.

Aunque tal vez era momento de que eso cambiara.

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-¡Esto es fantástico!- admiro Oliver mientras sostenía en sus manos el dibujo terminado.

-No es para tanto- Nath desvió la mirada algo avergonzado, aunque no esperaba las palabras que después saldrían de la boca de su acompañante.

-Claro que sí, lo hiciste tú, es importante para mí- sonreía feliz al ver como las mejillas de Nath se tornaban del mismo color que su cabello.

Oliver nunca había ocultado su interés en Nath, y esperaba que lo notara, o al menos, que hubiera disfrutado ese rato que pasaron juntos.

Poso su mano sobre su cabello, revolviéndolo un poco, detallando la diferencia de estatura.

-¿Qué te gustaría hacer ahora?- lo miro, notando como se tranquilizaba.

-A decir verdad, tengo un poco de hambre- sonrió tímido acomodando su morral donde guardaba sus cosas.

-Vamos por una pizza- tomo su brazo para comenzar a guiarlo.

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-¿Sales con alguien?- el pelirrojo probaba un bocado de su rebanada mientras miraba a su acompañante.

-Salía con un chico de mi clase de teatro, pero las cosas no salieron muy bien- encogió sus hombros- Aunque Bella no me dejo deprimirme y me ayudo a conseguir trabajo en ese café, me ha ayudado mucho.

-Y henos aquí, ahora- Nath sonrió tomando de su soda.

-El destino es complicado a veces- le guiño el ojo divertido-. ¿Qué hay de ti?

-Lo más cercano que tuve a algo así fue que por accidente bese a mi amiga- rio algo apenado.

-¿Y paso algo más?

-Mmm.... No, tiempo después ella comenzó a salir con una de nuestras compañeras de clase- meneo un poco su bebida- Nunca me ha ido muy bien haciendo amigos, menos en relaciones.

Pues lograste venir a comer conmigo, es un gran avance- aquel chico mostraba un aura demasiado cálida, algo que simplemente le alegraba a Nath.

-Sí, puede que tengas razón.

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La noche llego rápido después de haber charlado tantas horas. Ambos jóvenes caminaban por la plaza, frente a la Torre Eiffel, cuando escucharon algo de música en vivo. Nathaniel de inmediato reconoció la voz de su compañera Rosita. Lo había olvidado, Juleka y su banda tocaría esa noche.

Pasaron entre el grupo de gente que los rodeaba, escuchando igualmente la música.

-Luka...- susurro al verlo al fondo tocando con su guitarra.

A pesar de que varios de sus compañeros se encontraban en el grupo, su vista se enfocaba solamente en aquel chico de mechones azules quien, probablemente ni siquiera haba notado su presencia entre el público. Por alguna razón, en su rostro se dibujó una sonrisa algo reconfortante, nuevamente revivía ese enamoramiento que sabía en el fondo conservaba desde sus pocos nueve años.

Y esto, Oliver lo noto. Sonrió levemente al ver el amor tan puro que el joven podía expresar, pero en el fondo su preocupación era otra. Oliver conocía a Luka de tiempo antes, y sabía que era realmente, un desastre.

Semanas antes...

-Tengan cuidado con esas cortinas- la mujer intentaba evitar cualquier accidente mientras preparaban la obra para fin de semestre- ¡Jason deja de jugar con esa tuba!

Oliver ayudaba a enrollar algunos cables, mirando de reojo a Max, quien conversaba con el guitarrista del grupo de música que ayudaría con la ambientación de la obra. El joven suspiro, sabía que su ex novio quería explorar nuevos horizontes, que buscaba acercarse a esa chica de segundo año pero, coquetear con el hermano de aquella chica, era algo muy bajo.

Aunque el asunto más relevante era que se trataba de Luka Couffaine, el mismo chico que días antes había visto involucrado en una pelea que termino en la expulsión de uno de sus compañeros, y en su suspensión, aunque se había salvado pues lo necesitaban para la obra y no había alguien que pudiera reemplazarlo.

Aquel que continuamente llegaba a clases con olor a tabaco y vodka, y que al parecer semanas después no lo reconocería en la cafetería a pesar de que compartían clase.

Pero se trataba de Luka, la mayoría de veces llegaba borracho a clase, o ni siquiera se presentaba.

Luka Couffaine era un desastre, un huracán que arrastraba a todo aquel que se relacionara con él.

No quería eso para Nathaniel.

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-Te lo juro, Rosita me está volviendo loca- Juleka sacudía su cabello algo estresada-, ¡ya no sé qué es lo que espera de mí!

-Desventajas de salir con alguien dentro del closet- Nath le daba una lamida a su paleta de hielo, hacia demasiado calor aquel día.

-Prácticamente yo también estoy dentro de el- suspiro-. Bueno, mama no le presta mucha atención a otra cosa que no sea la televisión.

-Estas algo rencorosa- el pelirrojo arqueo una de sus cejas, confundido por la actitud de su amiga.

-Desde que papa murió en ese accidente, hemos esperado que salga adelante y se aventure a conocer a alguien más- rasco su cuello algo desanimada-, parece que cada vez se hunde más en su propio agujero.

-Lo mismo decías de Luka- se acomodó mejor en su asiento.

-Sí, pero desde que te conoció sale más de su habitación, ya no lo he visto tan borracho, y creo que se ha mantenido limpio- sonrió mirándolo- Lo estas ayudando mucho.

-No hice mucho, alardeas mucho sobre eso.

-Tal vez no quiere lastimarte, o decepcionarte más, después de todo hiciste algo por el que nadie ha hecho en mucho tiempo- explico apoyando su rostro en su mano.

-¿Qué hice?- cuestiono.

-Te quedaste.