Capítulo 1

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Pundonor. Sentimiento que exige a un individuo atención y dedicación continua para lograr y mantener una posición honorable, digna y respetable ante sí mismo y los demás en un ámbito.

Pundonor, una palabra que representa perfectamente ciertas actitudes y filosofías de unas cuantas personas, un sentimiento tan susceptible, algo que parece una fortaleza pero que podría convertirse en una debilidad. Pundonor, algo que fácilmente se confunde con arrogancia y soberbia.

Algunos héroes son realmente pundorosos, pero a los ojos de algunos cuantos, de una minoría oculta, esa característica no era más que despreciable, una soberbia que generaba rencor, desagrado. Algo que los hacía sentirse como si el poder y autoridad de menospreciar e incluso humillar a otros fuera algo digno. Y eso a algunos les hacía enfurecer, les hacía sentirse como si cualquiera que no fuera un héroe o no les rindiera alabanza fuera menos que vil escoria. Los hacía sentir en un mundo de injusticia.

A otros cuantos simplemente les desagrada la idea de que alguien tenga tanto poder.

Otros sienten que son sobrevalorados.

Muchos se dan cuenta de que son privilegiados y los llena de celos y envidia.

Algunos jovenes los odian por la ignorancia que posen los héroes. Los jovenes conocen la situación, saben del privilegio ajeno y al ver qué los héroes son ciegos al respecto, no pueden hacer más que odiarlos y aguardar por el cambio.

En el caso de cierta joven, los héroes le hacen sentir la impotencia sobre el egoísmo de los héroes, sobre la luz que ensombrece a los pequeños héroes, a los que trabajan en las sombras y que los demás no ven o deciden ignorar.

Le hace sentir impotencia que los héroes cieguen a las personas y no les permitan apreciar a los pequeños heroes: abogados que luchan a su manera por justicia; los policías que buscan el orden y la seguridad; políticos que buscan la paz y prosperidad de su nación, de sus ciudadanos; doctores que batallan salvando vidas, que resguardan la salud de sus compatriotas; los bomberos que arriesgan su vida por otros.

La joven lanza un suspiro bajo el mar al pensar en su sentir de impotencia, de frustración.

Tras el suspiro debió entrar agua a sus pulmones, así debió ser, pero a veces el destino es caprichoso con sus cómplices, aún si la complicidad parece ser una simple coincidencia.

Caprichoso Destino, maestro del disfraz, tan encantador que te seguimos sin saber, tan astuto que caemos por ti, tan misterioso que te ocultas tras coincidencias. Maestro de la filosofía, Destino, tú que logras ser parte de las personas al punto de hacernos pensar lo que necesitas que pensemos para actuar, tú que logras movernos cuál peones en ajedrez, tú qué favoreces a torres, que das influencia a alfiles, que domas a los impredecibles caballos, tú qué das el poder a tus reinas y proteges a tus reyes.

Tú, que te ocultas de tu allegada y la haces pensar que está al mando. Tú qué confundes a Yurina Unmei y le haces pensar que es ella la que no quiere morir, la que inconscientemente activó su quirk para no ahogarse, cuando tú lo ves todo, cuando tú lo controlas todo, cuándo eres tú, Destino, quién protege a Yurina Unmei.

La chica sale a la superficie a tomar un poco de aire fresco, desesperada por sentirse libre, lejos de esa burbuja de brillo dorado que la protege y que irónicamente la hace sentir mal.

A Yurina no le gusta la playa, está llena de personas sonrientes y brillantes, no tanto como los héroes, pero es fácil identificar que son fanáticos de esas llamativas personas que disfrutan de herir y humillar a otros seres humanos, de aquellos llamativos humanos con doble moral, que justifican sus acciones por el fin, pero que no permiten a los "villanos" que su fin justifique los medios.

No Necesito Un Héroe [BNHA Y OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora