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— ¡Corre, YiXing, corre! — exclamo el chico de cabello rojo, empujando a un pequeño niño que lloraba asustado. — ¡No pares!

Ambos corrían entre las llamas, gritos y sangre de su gente, haciendo lo posible por aguantar el miedo de sus cuerpos.

Su pueblo había sido atacado por un clan de cazadores y ellos, habían logrado escapar gracias al sacrificio de sus padres. El pelirrojo, el mayor, se forzaba a ser fuerte para poder encargarse de su hermano menor, quien seguía llamando a sus padres entre sollozos, debía tener la cabeza fría ante todo aun cuando sus músculos estuvieran atrofiados del miedo.

— ¡Se fueron por allá! —escucho que gritaban los inmundos humanos.

— ¡Joder, ahí vienen! — gruño aferrando más la mano de su hermano. A ese paso y dado que eran varios, iban a alcanzarlos pronto. — ¡Agárrate, YiXing!

El pequeño se aferró al cuello de su hermano, sintiéndose mareado por la repentina velocidad en la que se movieron una vez que el mayor lo levanto en brazos. A lo lejos, su pueblo ardía en llamas y sus oídos solo captaban los gritos de ayuda y dolor de las personas con las que había vivido en sus cortos ocho años.

Su hermano lloraba también, podía escucharlo y sentir como su cuerpo se convulsionaba por la rabia que intentaba contener. Su padre, un lobo fuerte y noble, se había arrojado a los cuatro hombres que lo amenazaron; su madre, tan amorosa como siempre, les había besado la frente antes de despistar a otro pequeño grupo que iba hacia ellos.

Y al que entonces creyó que era una amable vecina, prometió odiarla y acabar con ella.

Odio a los humanos.


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Su hermano Hobi los llevo hasta uno de los pueblos vecinos, donde recibieron apoyo y donde los cuidaron después de tratar las heridas que tenían y de escuchar todo lo que tenían que decir. El alfa de la aldea Verse, Min SeokJin, los recibió con todo el amor de un padre y la fuerza de un líder.

Hobi, con sus 12 años cumplidos, fue puesto a entrenar para convertirse en un lobo cazador y lograr domar esa sed de venganza que lo volvía violento y agresivo con la presencia de humanos o cambiaformas en aspecto humano que no conocía. YoonGi, el hijo de SeokJin, fue el principal calmante que lograba neutralizar la violencia de Hobi y despejar su mente.

YiXing, por su parte, estuvo recluido en su habitación por semanas, demasiado asustado de la gente. SeokJin había perdido a su compañero, por lo que la carga de trabajo entre dirigir la manada, sus asuntos y cuidar de dos niños traumatizados, era extenuante. El alto hombre de cabello rubio se encargó personalmente de que perdiera una gran parte de su miedo a estar en campo libre y lo educo como un lobo de reconocimiento para canalizar ese odio que tenía por los humanos y evitar que se descontrolara al estar cerca de uno. El más chico de los hermanos tenia tanto odio como su hermano mayor pero a diferencia de Hobi, no quería canalizarlo con un duro entrenamiento para ser un guardián o un proveedor, sino para bordear los terrenos de la manada y mantener lejos a las amenazas, evitando pelear.

Se mantuvieron así por 12 años, cuidando de la manada y enterrando los horribles recuerdos de la masacre de su pueblo. SeokJin corrió la voz entre las manadas vecinas acerca del terrible acto de los humanos pero ninguna de ellas pudo darle el nombre del culpable en exponer su naturaleza y los chicos, habían bloqueado mucha información de sus memorias. No podía culparlos, ambos estaban en su derecho de protegerse.

Y para evitar ser expuestos a los murmullos de otros cambiaformas, Jin les otorgo nombres nuevos.

Hobi recibió el nombre de HoSeok y YiXing fue Lay.

Black & Silver *[SeXing]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora