Manual para madres primerizas [ By Amy ]

Antojitos

Los duraznos son lo único que me interesa en estos momentos, mi pequeño bebe necesita comer y si el desea duraznos, yo también. Por desgracia, Shadow y lo demás están en una base de Eggman robando sus planes conspirativos.

Y de las latas con los duraznos está en una estantería muy alta, mi pequeña pancita ya es algo grande, por lo tanto no puedo saltar como antes así que...

Tampoco puedo usar mi martillo, el doctor me lo tiene muy prohibido, nada de cargar cosas pesadas, mi martillo no es pesado.

- Solo un poco más... - Me pare de puntitas intentando tomar la lata, es imposible, ¡Maldición!, hijo, tu y yo tendremos que comer otra cosa.

Busqué en el refrigerado, en cuanto vi las uvas mis ojos casi brillan de la emoción, ¿Desde cuando veo la comida tan deliciosa?, bueno en sí lo es, pero ahora mucho más. Quisiera poder comer todo lo que hay en el refrigerador.

Aunque, nadie dice que no puedo hacerlo. Saque las uvas y comencé a comerlas, son deliciosas, pero sigo queriendo duraznos.

Hice de todo, para intentar olvidar ese extraño antojo de duraznos, vi películas, comí palomitas, leí libros, escribir en mi Blog.

¡Pero sigo queriendo esos duraznos!, tengo una idea mejor. Subí a mi cuarto por un rico y acogedor suéter, tome las llaves de mi casa y Salí a la tienda, perfecto.

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- Veamos, quiero llevar siete latas, pero el problema es cargarlas – Suspire triste, llevarme solo una lata es imposible, voy a querer mas y creo que siete es el numero indicado.

De acuerdo, las latas pesan aproximadamente tres kilos, y no debería cargar más de nueve kilos, y tampoco quiero arriesgarme a cargar los nueve kilos exactos,  ¿Solo puedo llevarme dos latas?...

Bueno, es mejor que nada. Puse las dos latas de duraznos en la canasta, sentí una miradita, mire a mi alrededor y un pequeño bebe en un carrito me miraba curioso.

Llevaba sus manitas a su boca con ternura, ¡Que lindo!, pronto tu estarás conmigo pequeño bebe. Acaricie mi vientre mientras caminaba a la registradora. No puedo esperar para verte.

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Apenas cruce la puerta de mi casa cuando sentí un par de brazos aprisionarme, abrí los ojos sorprendida, después sentí un par de ojos revisarme, como si estuviera rastreando algún rasguño en mí.

Era Tails, después soltó un suspiro de alivio, ¿Qué paso?

- ¡¿Dónde estabas eriza?! – La voz de Knuckles me alarmo, Tails me quito las bolsas y tuve que explicar todo. Parece que todos llegaron antes de lo que esperaban, al no verme en casa se preocuparon.

La mayoría salió corriendo a buscarme por toda la ciudad, por suerte avisaron que me encontraba sana y salva.

Dios, tanto drama solo por unos duraznos. Tú y yo tendremos muchos problemas cuando tu padre vuelva a casa, Apuesto que se puso todo histérico. 

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Querido Blog, Si tienes antojos, disfrutalos mucho, podrías querer cualquier cosa, incluso hielo. Los míos son los duraznos.

Posdata, mi esposo me regaño por salir "sin permiso" jaja, todo gracias a los antojos.

Amy Rose