Prólogo

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AÑO 732


El cielo fue tomando un color azul oscuro, las estrellas comenzaron a iluminar la ciudad que rodeaba la superficie del planeta de tonalidades rojizas, la luna se situó en medio del manto nocturno, dando por comenzada la noche, la raza que habitaba aquel planeta era conocida por su carácter orgulloso y hostil, los habitantes se dedicaban a conquistar planetas, luchar y conseguir mas atributos para poder prosperar, al caer la noche toda la ciudad se quedó callada, dando así terminada la extensa jornada de trabajo de los saiyajin, mientras la mayoría de la población dormía, en la edificación más grande de la ciudad se escuchaban pasos que iban y venían de una manera bastante impaciente, en el lugar se encontraba un saiyajin algo alto, de pelo castaño, una armadura de combate roja y blanca, traje negro, botas azules y una capa roja y azul que ondeaba por el constante movimiento que el saiyajin hacia, en su rostro se podía notar una creciente preocupación e impaciencia, el saiyajin se quedó mirando un rato la puerta que había en frente de el, esperando que alguien le diera una pequeña noticia de su esposa, quien estaba dando a luz en ese preciso instante, el saiyajin no tuvo otra opción más que esperar un poco más de tiempo, cuando ya se estaba comenzando a impacientar uno de sus lacayos irrumpió en la sala de una manera un tanto escandalosa 

-¡Mi señor!- gritó el recién llegado.

-¡Cállate que estoy a tu lado insecto!- se quejó el imponente saiyajin.

Su sirviente solo le hiso una reverencia en forma de disculpa -Lo.. lo siento Rey Vegeta, pero solo venia a avisarle que su esposa ya dio a luz- dijo algo tembloroso.

 El Rey Vegeta sonrió un poco -Ya era hora, pero, ¿porqué estás tan preocupado?- dijo en tono serio el rey.

 El lacayo lo miró con cierto temor brillando en sus ojos, pero al final soltó un pequeño suspiro dándose por vencido, no podía ocultarle esa información a su rey, por lo tanto tuvo que explicarle.

-Lo que sucede es...... es... no se como decirlo- dijo temeroso el saiyajin.

 El Rey Vegeta lo agarró fuertemente del cuello.

-¡Me dices ahora, o aquí mismo te elimino!- amenazó.

-Esta bien, está bien, pero por favor bájeme señor- dijo casi sin aire el saiyajin.

 El Rey Vegeta soltó un pequeño resoplido, pero al final dejó a su lacayo en el suelo.

-Bien ya te baje, ahora dime que sucede- ordenó el rey.

El sirviente se paro a duras penas y con la voz un tanto firme dijo -Bueno, el caso es que su esposa ya dio a luz señor, los médicos creyeron que ese era el único, pero no, son dos para aclarar, el mayor es un niño y a decir verdad se parece mucho a usted-.

el Rey Vegeta frunció el ceño -Muy bien y ¿que es lo malo en esto?- preguntó.

-Bueno, el problema es, que su esposa se encuentra en un estado algo grave, al tener a su primer hijo perdió mucha sangre y el segundo viene en camino, los médicos temen que no sobreviva al parto, pero aún no se desespere, el segundo no ha nacido aún, todavía tiene tiempo de ver a su hijo mayor, claro, si usted lo desea majestad-

Dijo el saiyajin, el Rey Vegeta no dijo nada, solo pasó al lado de su lacayo y entró a la siguiente sala, ya en ella buscó la habitación donde debería de estar su hijo, mientras buscaba, su mente se comenzó a llenar de temor e incertidumbre, si su esposa fallecía el no sabría que hacer, cuidar a sus hijos no le parecía un problema, para eso tenia a sus sirvientes reales, ellos le podían ayudar a criarlos, pero lo que le preocupaba era su mujer, la raza saiyajin tenia una característica algo peculiar entre las demás razas, los saiyajines solo tenían pareja con el fin de preservar la raza, no con fines amorosos, pero lo que sentía el Rey Vegeta por su esposa era diferente, el si la amaba de verdad, ella es la persona más importante en su vida, si la llegaba a perder, eso seria perder la razón de vivir del Rey Vegeta, en resumen ella lo mantenía en pié todos los días, después de estar un rato caminando el Rey Vegeta al fin encontró la sala que buscaba, al entrar estaba el doctor parado en frente de una capsula, al oír la puerta abrirse el doctor volteó la cabeza rápidamente

Lost Soul - La Hermana De Vegeta -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora