Cuando se trataba de hacer estrategias, Midoriya Izuku era tu hombre. El valeroso actual símbolo de la paz siempre conseguía encontrar el punto débil de sus adversarios, gracias a que cada día él siempre intentaba aprender algo nuevo sobre los quirks que veía.
Nunca paraba de entrenar, ni siquiera cuando estaba fuera de servicio. La clave, según Izuku, era siempre estar preparado para cualquier situación, hasta la más inimaginable.
Por eso cuando se enteró de que al fin había quedado encinta, no paró de buscar información sobre los embarazos, paternidad, educación, y sin duda, todo lo relacionado a los bebés.
Elegir un nombre fue lo más complicado, Eijirou quería un nombre que exprese nobleza y valentía, su propio nombre; mientras Izuku deseaba uno que demostrará pureza y la dulzura de su retoño, Yagi por supuesto.
Aunque al final terminaron teniendo una niña.
Ninguno estaba dispuesto a dar su brazo a torcer, por eso entre los padres hubo una guerra interna ya que no se ponían de acuerdo, al final el pecoso ganó gracias al acuerdo de ceder al pelirrojo el derecho de elegir el nombre si tenían otro hijo.
Izuku daba por hecho que la fábrica se cerraría después de su pequeña Kiyoko y que su marido olvidaría la promesa, pero no contaba con que Eijirou recordará ésta simplemente viendo a su hija.
En resumen, Midoriya Eijirou nunca olvidaría esa promesa.
-Vamos, Kiyo-chan. Déjame ponerte tus pantalones -pide Izuku haciendo una mueca intentando emular una sonrisa.
-¡No! ¡No quiero! -chilla enfurruñada mientras corre detrás de otro sofá- ¡No gusta! ¡Quiero pantalón rojo!
-Pero tu pantalón rojo se ensució, ¿Te acuerdas? -explica sin evitar arrastrar las palabras en cada oración- Lo manchaste cuando te pusiste a jugar con el lodo. Mañana podrás tener tu pantalón rojo, hoy déjame ponerte la pijama.
Kiyoko arruga el entrecejo, ladea la cabeza como un cachorro y al final su carita redonda se ilumina por unos segundos, al fin había comprendido el mensaje luego de largos minutos jugando al gato y al ratón en la sala.
-Ya. Hoy quiero pijama rosa de perritos, ¿si?
-Sí, Kiyo-chan. La tendrás.
Al fin pudo suspirar de alivio, y mientras le colocaba la pijama, una sonrisa surca su rostro de manera temblorosa; Izuku estaba orgulloso de su pequeña, por primera vez no le hacía berrinchitos y aceptaba a la primera, aunque ella haya negociado por esto, al fin su pequeña daba sus primeros pasos para dejar de ser una bebé y pasar a la niñez.
Parecía ayer cuando al fin aprendió a caminar. Ahora recordaba también la primera vez que ella dijo papá, Izuku y Eijirou lloraron a mares mientras no paraban de llenar de besos las mejillas regordetas.
Aunque ella estaba poco a poco demostrando más independencia, para Izuku, Kiyoko seguía siendo su bebé y lo sería hasta el fin de los tiempos. Se sentía muy egoísta al pensar eso, pero no podía evitarlo, tampoco dejaba de fantasear en que se volvería su pequeña. Entre tantas posibilidades, sólo una le causaba terror a más no poder.
¿Qué pasaría si Kiyoko quiere volverse una heroína profesional? Intentaría persuadirle que deje ese sendero pero sería algo complicado viniendo del símbolo de la paz. Además que de seguro tendría una déjà vuh por cierto suceso en su adolescencia, sin embargo esta vez los papeles estarían invertidos.
Izuku se estaba preparando para ese día debido a que su pequeña mostraba interés a los héroes, y aunque tenía esa postura contra ellos, no podía evitar incentivar su gusto al ser un fanboy en ese aspecto, jugar en ambos bandos era tan complicado.
-Tierra llamando a rollito de canela, ¿me escuchas?
Rollito de canela se sobresalta y se sonroja por el apodo, Eijirou nunca superaría eso, no importaba cuanto tiempo pasará, el pelirrojo seguía llamándolo por ese apodo vergonzoso.
-¿Qué te preocupa, cariño? No parabas de murmurar sobre Kiyo-chan, hasta ella se preocupa por ti -señala Eijirou mostrando el puchero de la menor.
-Lo siento, Kiyo-chan. Estoy bien en serio, sólo me puse a pensar en tantas cosas y... -Se excusa tímidamente hasta que ve la típica mirada que le da su esposo cuando no le cree- No quiero que Kiyo-chan nos deje. Quiero que siempre la cuidemos juntos, ya sé que estoy siendo egoísta pero... Pronto ella va a ir a la escuela, se conseguirá amigos y quizá se lastime en algún momento y yo no voy a estar para ella cuando necesite consejos ni tú podrás darle tu hombro para llorar, y... -Sus ojos se tornan llorosos, al instante limpia la pequeña lágrima que llega a surgir.
Eijrou toma asiento a su costado y Kiyoko imita la acción al sentarse junto a él. Ella no entendía nada de lo que estaba pasando pero al ver a su papá Izuku llorando sólo lograba que ella también le surgieran las ganas de acompañarlo.
-Tienes razón, entiendo que temas que algo malo le pase después de lo que has pasado, de lo que hemos pasado -corrige dando un apretón a la mano derecha del pecoso-. Quizás no podamos estar siempre para protegerla pero lo que podemos hacer es enseñarle a enfrentar los problemas por su cuenta, así no repetirá nuestros errores. Quizá no pueda estar ahí para dar mi hombro pero estoy seguro que Kiyoko será tan fuerte como tú, ya lo verás...
Al terminar su discurso, Eijrou derrama unas lágrimas antes de abrazar a Izuku. Kiyoko también cede a las ganas de acompañarlo y la familia Midoriya se junta para llorar.
Izuku besa a su esposo y luego a su pequeña, los dos eran su mayor tesoro y sin duda quería proteger a los dos.
-Gracias, Ei-chan. Siempre sabes que decir.
-No es nada. En realidad es gracias a ti que pude entenderlo.
-¿En serio? -cuestiona intrigado mientras acaricia la cabeza de su pequeña que se quedaba dormida en su regazo.
-Sí, tú fuiste quien me dio ese libro.
-¿Qué libro?
-"Hasta un idiota, puede ser padre" -confiesa escondiendo su rostro en el hombro de Izuku.
Él suelta una risita y besa la oreja descubierta de su compañero, sin duda su esposo era el más tierno de todo el mundo. Ahora entendía de donde Kiyoko sacaba la ternura.
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¡Hola a todos!
Sólo pensaba hacer una parte pero bueno he cambiado de opinión xd
Además voy a cambiar algunas cosas, como lo de All Might.
Así que los voy a ver más seguido, ¡Gracias por leer!
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Starlight |KiriDeku| CANCELADA
FanfictionEl destino siempre se las arreglaba para arruinar relaciones, enloquecer alfas y omegas, y hasta lograr que los betas se cuestionen si acaso ellos merecían la felicidad. Los que podían librarse de él, sin duda eran bendecidos por alguna fuerza mayor...