Ese día será uno de los pocos que ella recordaría por la amargura enajaneda que llegó a sentir.
No hubo anécdotas ni cotilleo sobre el trabajo, sólo pesadez e incomodidad en la mesa a la hora de la cena. Intercambio de respuestas silenciosas y ocasionalmente uno que otro suspiro para recordar que aún seguían con vida.
Cuando llegó el momento de arroparla, Izuku se encarga de explicarle la situación, Eijiro se encontraba dando apoyo a su costado y dispuesto de utilizar otras palabras para hacer entender a la pequeña Kiyoko.
Cuando finaliza la explicación, Kiyoko seguía con sus grandes ojos tan abiertos como en el principio.
—¿Tienes alguna pregunta?
Frunce el ceño, estaba a punto de preguntar porque no podía dejar de sentir el olor de su omega pero se detiene a sí misma y niega con la cabeza.
—¿Estás segura? —cuestiona está vez el padre pelirrojo.
Una vez más ella sólo mueve su cabeza en negación.
Sus padres se miran entre ellos y Kiyoko llega a pensar de que comenzaron a conversar por telepatía, sin embargo no dura mucho ese intercambio de miradas y ellos prosigen con cada uno depositando un beso en su mejilla y con solemnidad dejando la habitación.
Kiyoko cubre sus pequeños pies con la manta lila y sin darse cuenta coloca su mano en su labio intentando analizar todo lo que se le ha dicho con tanto cuidado, pero aunque intentaba pensar en eso, su mente sólo puede enfocarse en Katsuki.
En lo triste que se sentía que tuviera que irse rápido, le hubiera gustado preguntarle sobre como es que hace para mantenerse tan guapo aún cuando peleaba contra incontables villanos cada día, y en sus divagaciones, la imagen del pequeño hijo de su héroe favorito aparecía como algo fugaz.
Su olor, su rostro...
Era lindo pero Katsuki lo era mucho más.
—Vamos, Kiyo-chan. Tienes que despertar.
Sólo soltó un gruñido pequeño, pero a Kirishima le pareció lo más adorable del planeta, si fuera por él dejaría que su hija durmiera todo el día, mas la voz de su esposo le recordaba que no era bueno consentirla tanto.
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Starlight |KiriDeku| CANCELADA
FanfictionEl destino siempre se las arreglaba para arruinar relaciones, enloquecer alfas y omegas, y hasta lograr que los betas se cuestionen si acaso ellos merecían la felicidad. Los que podían librarse de él, sin duda eran bendecidos por alguna fuerza mayor...