POV. DOVE.
Salí en busca de Sofia, ella me había escrito su dirección, quedaba bastante cerca de la casa de Thomas por lo cual me escabullí con cuidado de no ser descubierta, claro que cuando llegue a tocar el tiembre de la casa de la castaña ella me invito a entrar, pues al parecer aún le faltaba algo, yo la vi completamente perfecta pero ella se opuso a eso. -vives muy cerca de Thomas- le dije y ella caminaba por toda su habitación, buscando algo seguramente. -si, desde muy pequeños somos como vecinos, booboo vive detrás de aquí, normalmente el espía por esta ventana- apuntaba a una cortina, había sido inteligente, la tapó. -¿y, el quiere algo contigo?, es que siempre está pendiente de tus post en Instagram- ella se sentó en la cama junto a mi para atar sus zapatos. -¿qué?, no, para nada, solo le gusta molestar a Sabrina, verás a ella le molesta que alguien coquetee conmigo y el lo hace constantemente, ella no le agrada- dijo la castaña muy sin importancia, -¿nos vamos?- dijo cuando ya había terminado, asentí y la seguí.Íbamos camino a aquel lugar, ella llevaba puesto lo que usaba para su último post de instagram, de repente al caminar, mi mano rozo la suya y de pronto algo se apoderó de mi y quise tomar su mano, quise entrelazar nuestros dedos, pero no, yo salía con uno de sus mejores amigos y me había dejado claro que ella no le traicionaría de esa manera, de repente quise preguntar. -¿que progreso hay con Sabrina?- claro que no me interesaba porque quisiese verlas juntas, al contrario, ella no me agradaba y no le conocía, -mmm, pues tuvimos algunas citas, algunos pequeños besos, pero no estoy segura de poder entablar una relación con ella, como pareja- dijo y metió las manos a los bolsillos de su pantalón, a los traseros, quitándole vista a su perfecto y bien formado trasero, -¿por qué?, ¿no la quieres?- verdaderamente no sabía porque insistí con el tema, eso no me incumbía a mi, -no lo suficiente, además ella no confía en mi como para dejarme andar sola con mis amigos y amigas- dijo y otra pregunta surgió. -pensé que no tenías amigas mujeres, o eso dijiste hace tiempo- le dije con extrañez, ella rió, -claro que las tengo, no voy a los entrenamientos o partidos de boo y thom, me aburre un poco, así que hice amigas, solo que no de las que les cuentas absolutamente todo, son solo amigas- dijo y nos fuimos acercando al pequeño restaurant al que la llevaba y las preguntas extrañas acababan ahí.