Capitulo 8

249 4 1
                                    

Al día siguiente estaba más confundida que el día anterior, no sabía que pensar y por alguna extraña razón comencé a llorar.

Justo en ese momento mi Nana entró a mi habitación y noto mi llanto.

-¿Qué pasa mi niña?- Pregunto abrazándome.

Voltee a verla y comencé a contarle todo.

-¿No crees que lo mejor es que le cuentes a Leo lo que pasó?, si él se entera por otro lado pensará lo peor de ti- Dijo intentando calmarme.

-Pero es que tengo miedo de que no lo entienda, y no quiero romper nuestra relación. ¿Y si espero  a ver qué pasa? Puede ser que Santiago haya estado muy ebrio y nisiquiera se acuerde de nada, el alcohol te hace hacer cosas que no quieres.-

-Puede ser, hazlo que creas que sea mejor pero si llegas a notar otra actitud extraña de su hermano no dudes en decírselo, y decírmelo a mí. No quiero que ése muchacho te haga daño-

-Te prometo que te lo diré, muchas gracias Nana. De verdad gracias por escucharme-

-Sabes que siempre estaré para ti, Te quiero como si fueras mi hija Nicole y nunca te dejaré sola- Dijo abrazándome fuertemente, sus abrazos me hacían sentirme protegida.

El tiempo pasó. Leo y yo ya llevábamos 5 meses juntos y nos amábamos mucho.

Por suerte su hermano se había ido de viaje a Francia y así todo estaba mejor. Leo y yo nos veíamos casi diario y cada día nos llevábamos mejor. Como en mi cumpleaños no pudimos hacer nada por cuestiones de la escuela decidimos que haríamos un viaje a Florida solo los dos, estaba muy entusiasmada, el hecho de pensar que dormiríamos juntos me ponía nerviosa pero a la vez feliz.

Yo era virgen y siempre he tenido la idea de que cuando me entregue a alguien será realmente por amor.

Juntos afinamos los últimos detalles, nos iríamos éste fin de semana y sólo serían cuatro días los cuales aprovecharíamos al máximo.

El gran día llegó, Leo pasó por mi muy temprano. Nos dirigimos al aeropuerto y llegamos justo a tiempo para abordar.

-Te amo- Dijo Leo sentado junto a mí, viéndome con esos ojos azules que me mataban.

-Yo también Te amo y mucho, me encanta estar junto a ti en estos momentos-

- Te prometo que éste viaje será inolvidable, la pasaremos muy bien- Le creía, todo lo que él decía sabía que sería verdad, confiaba plenamente en él y en lo que sentíamos.

Por fin llegamos, entramos a nuestra habitación en el hotel y comenzamos a desempacar.

-Llegamos a buena hora, son las 2pm ¿Qué quieres hacer primero? ¿Tienes hambre? O ¿prefieres ir a nadar?- Me preguntó Leo viéndome con entusiasmo.

-Mmm creo que prefiero nadar, ¿tu quieres?-  Contesté sonriendo y abrazándolo.

-Claro que sí, lo que tú quieras mi vida-

Nos preparamos para ir a la piscina del hotel, la cual estaba casi vacía ya que no era temporada vacacional.

Nadamos un rato, nos divertimos muchísimo, después de eso estábamos completamente hambrientos y fuimos a un bonito restaurante que estaba al lado del hotel, cenamos y decidimos irnos a descansar.

-¿Te gusto la cena?- Preguntó Leo mientras se preparaba para meterse a bañar.

-Me encantó mi amor, espero que a ti también-

-Claro que sí y más con tu compañía. Me iré a bañar ok, no tardo-

Me recosté un momento en la cama a ver la televisión, Leo salió de bañarse y era mi turno. Había soñado con algún día bañarme junto a él pero definitivamente no era el momento.

Al salir del baño lo encontré dormido en la cama, aún no estaba vestido solo tenía una toalla amarrada a la cintura dejando ver su bien formado torso, se veía tan lindo. Me acerque a él y le di un suave beso en los labios, él lo sintió de inmediato y abrió los ojos.

-Lo siento, creo que me quedé dormido-

-Creo que sí, pero te ves hermoso- Dije con una sonrisa.

-------------------LO SIGUIENTE CONTIENE LENGUAJE SEXUAL INCOMODO PARA ALGUNAS PERSONAS ---------------------------------------

Me acosté al lado de él, nos quedamos viendo como 5 minutos a los ojos, profundamente. De pronto él comenzó a besarme lentamente y yo respondí el beso igual.

Cada vez nos besábamos más intensamente, él comenzó a acariciar mi cara, acto seguido me besó el cuello lo cual me causo escalofríos. Sus manos acariciaban mi pecho, desamarro mi bata de baño y comenzó a acariciar mi abdomen desnudo.

Me notó algo nerviosa y me pregunto si quería seguir. Yo me sentía preparada, lo amaba y sabía que él también me amaba a mí. Asenté con la cabeza.

Seguía acariciándome y nos seguíamos besando cada vez más apasionadamente, su mano estaba debajo de mi vientre y fue bajando hasta mi entrepierna, sus manos eran tan delicadas y me hacían sentir tranquila y relajada. Sentí su mano acerándose a mi parte íntima, aquella parte que nadie mas había tocado nunca y él lo sabía. Dos de sus dedos me acariciaban, yo me sentía mojada y eso me dio un poco de vergüenza pero sus besos, su presencia, me hacían sentir tranquila. Introdujo sus dedos índice y medio con mucho cuidado en mí, lo sentí placentero y lancé un gemido no muy fuerte, él lo noto y seguía penetrándome al compás de nuestra respiración.

Le quité la toalla y al rozar su entrepierna sentí su miembro que me dejaba saber que él estaba tan excitado como yo. Se postró encima de mí abriendo lentamente mis piernas, antes de que hiciera lo que los dos sabíamos le pedí que nos cuidáramos, sacó un condón de una pequeña bolsa de su maleta y se lo colocó.

Sentí como su miembro se introducía en mí, Leo se movía penetrándome con suavidad me miraba a los ojos y no dejaba de pronunciar esas palabra que me hacían sentir especial.

-Te amo-

 Al principio fue doloroso pero él no dejaba de besarme y poco a poco lo que al principio era dolor se convirtió en placer, una sensación indescriptible, hermosa. Estaba haciendo el amor con una persona que realmente amaba, sentía como si estuviera flotando.

Terminando, los dos nos quedamos acostados completamente desnudos, viéndonos a los ojos y besándonos dulcemente.

-Eres lo mejor que me ha pasado, quiero que sepas que yo jamás me alejare de ti, esto fue algo especial lo cual me encantó compartir contigo. Por favor nunca me falles.-

-Jamás te fallaré, gracias por hacerme sentir la mujer más especial y amada del mundo-

Después de esto nos quedamos profundamente dormidos.

Abortando mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora