Capitulo 10

219 2 0
                                    

-Bueno, llegamos- Dijo Leo al llegar a la puerta de mi casa.

Salió mi nana a recibirnos con un gran abrazo.

-¡Mi niña!, ¿Cómo se la pasaron?-

-Muy bien señora, nos divertimos muchísimo-

-Que bueno pero entren, supongo que tienen hambre-

-Sí, la verdad es que estoy muy hambrienta-

-Yo también, el viaje estuvo cansado- Añadió Leo

-Bueno, entonces vamos al comedor, le diré a la cocinera que preparé algo rápido y rico- Dijo mi nana con una enorme sonrisa

-ok gracias nana, ¿y mis padres?-

-Ayer salieron hacía  San Francisco, me parece que fue viaje de negocios y dijeron que regresaban en dos semanas-

-Muy bien- Ya estaba acostumbrada a esas noticias

 En la cena le contamos a mi nana todo sobre el viaje, claro, evitando ciertos detalles.

-Bueno, muchas gracias señora la cena estuvo riquísima pero ya me tengo que ir- Dijo Leo levantándose de la mesa.

-Claro que si no te preocupes, en tu casa ya te han de extrañar- Dijo mi nana

Lo acompañe a la puerta y nos despedimos, los dos con una sonrisa del tamaño del mundo.

-Gracias por regalarme la mejor semana de mi vida- Dije abrazándolo.

-Gracias a ti por compartir todos estos momentos conmigo. Y , ¿Qué te parece si mañana comemos en mi casa?-

-Me parece perfecto-

-Ok pasó por ti a las 2. Te amo- Me dio un hermoso beso y se fue.

Llegué a mi cuarto, me puse mi pijama y caí totalmente rendida en mi cama e inmediatamente me quedé dormida.

-Nicole, Nicole tu celular no para de sonar- escuche la voz de mi nana entre sueños.

De inmediato desperté

-¿¡Qué hora es!? – Pregunté algo exaltada, sabía que había dormido demasiado

-La 1pm- Contestó

-Es tardísimo, me iré abañar. Leo pasará por mí a las 2-

Me arregle lo más rápido que pude aunque para mí eso era difícil ya que normalmente me tardaba horas en pensar que ponerme, pero esta vez lo hice en solo 30min, me sentía orgullosa.

Sonó el timbre y era él.

-Me encantas- Dijo Leo al abrirme la puerta del auto.

-Y tú a mí-

Llegamos a su casa y a pesar de que ya conocía a sus padres aún me ponía nerviosa verlos.

-Hola Nicole, que bueno que viniste, preparé la comida yo misma y la verdad es que me quedó riquísima- Dijo La madre de Leo al vernos entrar

-Buenas tardes señora, estoy segura de que me encantará- Dije nerviosa.

-¿Y mi padre?- Preguntó Leo

-No podrá acompañarnos, fue por Santiago al aeropuerto-

Escuchar de nuevo ese nombre me ponía mal, tal vez fue un malentendido lo que paso pero no quisiera verlo de nuevo, inmediatamente me di cuenta de que fue una mala idea venir a comer a su casa. Solo permanecí callada.

 -¿Santiago? ¿No se supone que estaría en Francia tres semanas?

- Pues sí, pero decidió regresar antes, dijo que tenía que arreglar cosas aquí-

Estaba muy nerviosa y se me quito el apetito.

-¿Qué pasa Nicole?, casi no has comido nada, no me digas que no te gustó- Me preguntó la madre de Leo al notar que casi no había tocado mi plato.

-No señora no es eso, lo que pasa es que desayune demasiado y un poco tarde y no tengo mucho apetito- Mentí

-No te preocupes Nicole, come solo lo que puedas- Dijo su madre amablemente.

De pronto el timbre sonó, la puerta se abrió e inmediatamente escuche la voz de Santiago.

-¡Estoy en casa familia!- Dijo acercándose al comedor.

-Hola hijo ¿¡cómo te fue!?- Dijo su madre acercándose rápidamente a él

Ni siquiera voltee mi mirada hacía la puerta, no quería verlo, ni  quería que me saludara pero muy tarde, sentí sus labios golpear con mi mejilla.

-Hola Nicole, espero que les haya ido muy bien en su viaje- Dijo con una sonrisa extraña.

-Sí, todo estuvo perfecto. El mejor viaje de mi vida.- Dijo Leo antes de que yo pudiera contestar algo.

-Muy bien hermano, bueno me iré a arreglar un poco. Unos amigos vendrán a darme la bienvenida, espero que no haya problema con eso mama- Dijo Santiago

-Claro que no, solo pórtense bien. Tu padre y yo iremos a jugar baraja a casa de tu tía Mónica como todos los sábados.-

-Bueno, entonces supongo que Nicole y yo también saldremos a algún lugar- Añadió Leo

Yo solo permanecía callada.

-Porque mejor no se quedan con nosotros, vendrán Sebastián, Tania y Carlos- Dijo Santiago viéndome de reojo

-No lo sé, ¿quieres quedarte Nicole?-

No sabía que decir, obvio no quería estar ahí, me sentía incomoda pero sentía la mirada de todos sobre mi  y si decía que no dirían que soy una antisocial así es que no me quedó otra salida.

-Sí, está bien-Dije

-Perfecto, es preferible que estén aquí seguros que en la calle llena de peligros- Dijo la madre de Leo tomando su abrigo y el brazo de su marido.

-Bueno chicos, nos vamos. Porfavor no quiero desastres, si toman háganlo con medida y responsabilidad. No llegaremos tarde, espero- Dijo su padre dirigiéndose con su esposa a la puerta de la casa.

-No te preocupes papá, nos portaremos bien- Dijo Leo tranquilizándolo.

-Muy bien, adiós- Dijo su madre cerrando la puerta por fuera.

-Bueno, voy a mi habitación a apurarme, los chicos no tardan en llegar- Dijo Santiago subiendo las escaleras.

-¿Estás bien? Casi no comiste nada, ¿segura de que te quieres quedar?- Me preguntó Leo preocupado.

-Sí, claro que si, no te preocupes, además tiene mucho que no ves a tus amigos que vendrán ¿no? Hay que quedarnos por lo menos un rato.- Dije tranquilizándome y tomando todo con calma.

-Bueno, está bien, pero si quieres irte me avisas ok-

-Sí, yo te aviso- Dije tranquila.

Abortando mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora