Capitulo 11

266 5 1
                                    

La pequeña reunión se hizo en una pequeña fiesta en domingo llegaron como 15 personas, no conocía a nadie pero me la estaba pasando muy bien.

Santiago no tenía actitudes extrañas conmigo ni nada raro. Leo y yo comenzamos a tomar y como era de esperarse comenzó el típico ¡“fondo” “fondo”!. Comencé a marearme al igual que todos los de la fiesta.

-¿estás bien?- Me preguntó Leo al ver que me había resbalado, por suerte caí sobre el sofá.

-Si amor no te preocupes, la verdad es que si estoy algo mareada- Había tomado mucho y muy rápido, no podía levantarme porque todo me daba vueltas.

-Tranquila, ¿quieres algo de comer?- Pregunto Leo quien también se comenzaba a ver ebrio.

-No, me sentaré aquí un momento para que se me baje un poco-

Vagamente vi acercarse a Santiago con dos vasos en la mano hacia donde estaba yo.

-Toma cuñada, ésta no está tan cargada- Dijo dándome uno de los vasos.

-No gracias, ya no quiero tomar-

-Si es mejor que ya no tome, no comió bien y se sentirá peor- Agrego Leo.

-No sean aguafiestas, no te pasará nada, solo esta y ya-

-Ok, será la última-

No sé porque la acepte, aún quería seguir tomando pero ya no me sentía en mis cinco sentidos.

Me termine la última cuba que me dio Santiago y como era de esperarse me sentí peor, fui al baño y todo veía borroso.

Al salir tuve que detenerme de la pared para no caerme, Leo fue inmediatamente a donde estaba yo.

-Te lo dije, te sentirías peor, ¿quieres que ya te lleve a tu casa? – Preguntó Leo

Si quería pero al verlo casi tan mal como yo decidí que no era buena idea.

-No amor no te preocupes, llamaré un taxi- Dije sentándome en la mesa de la cocina.

-Claro que no, no te irás en este estado y con un desconocido, te llevo yo-

-No tu no, mejor me quedo aquí un rato. Ya se me pasará-

-Ok, pero mejor te llevo a recostarte a mi cuarto para que estés mas cómoda por si te da sueño que es lo más seguro-

-Bueno, está bien-

Leo me ayudo a subir las escaleras, entramos a su cuarto me quito los zapatos y me acosté.

-¿Qué hora es?- Le pregunte a Leo

-Son las 5:30, aun es temprano. ¿Por qué no te duermes un rato?-

-sí creo que si me dormiré, pero tú no te preocupes, baja y sigue divirtiéndote solo que por favor ya no tomes tanto- Le dije a Leo

-Claro que no, yo me quedo aquí contigo-

-No, tú no te preocupes. Tus amigos te están esperando y van a pensar mal, baja y ya subes en un ratito-

-Bueno está bien, cualquier cosa grítame ok- Dijo dándome un beso en la frente.

-Si amor- Dije viendo algo borroso a Leo saliendo de la habitación.

Intenté dormirme y no podía, tenia sed y me dolía muchísimo la cabeza. Después de cómo 5 minutos me voltee de modo que mi espalda quedo en dirección a la puerta, cerré los ojos y por fin me quedé dormida.

La puerta se abrió y alguien la cerró, el sonido me despertó.

-¿Ya es muy tarde amor?- Pregunte sin voltear hacia la puerta.

Abortando mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora