Capitulo II: Sorpresas

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Era otro día para Leyna, otro en el que no tenia nada que hacer, pero vaya que se las ingeniaba para tener algo para no aburrirse, en el momento que se levanto recibió un mensaje de Laira, quería que le acompañase a una fiesta a la que fue invitada, era esta misma tarde, Leyna no es que no le gustaran las fiestas solo que siempre que era con Laira algo pasaría y no necesariamente en un sentido malo.


― Me pregunto ¿qué tipo de fiesta sera ahora?...

Tomo su celular y marco el numero donde la esperaba ya una Laira emocionada.


― ¡Leyna! ¿Si vas a venir conmigo a la fiesta cierto? Dime que si, anda, anda di que si, por favor ¡¿siiii?!

Esto causo la gracia de Leyna quien entre risitas le contesto.


― Por supuesto que si Laira, pero antes dime ¿De que es la fiesta?

A lo que Laira respondió con alegría.


― Es una fiesta de Neón, ¿acaso no sabes que es el Neón? Vaya Leyna querida tengo que enseñarte muchas cosas aun.


― Claro que se que es el Neón.. ¿Quién no conocería eso?

Respondió algo indignada Leyna .


― Entonces.. Dime ¿Qué es?


― Pues... si no mal recuerdo es la pintura fluorescente esa que brilla en la oscuridad.


― A no pues si sabes. En fin entonces prepárate que ahora mismo voy para tu casa con todo para arreglarnos.


― Oye tranquila aun falta mucho para que sea la fiesta.


― No me importa, aun así iré o ¿acaso no quieres que vaya?

Leyna se apresuro a decir antes de que se pusiera a hacer drama Laira.


― No es eso, claro que puedes venir. Así podemos irnos a desayunar por ahí si quieres.


― Bien entonces estoy ahí en 5 minutos.


La llamada se corto en cuento termino de hablar Laira. Leyna se levanto hecha rayo y arreglo su cuarto y casa para la llegada de su amiga aunque sabia que todo terminaría de vuelta a ser un desastre. Se cambio ha algo simple como un pants holgado y una blusa corta de mangas largas color blanco, sabia que no debía estar arreglada ya que era temprano y ella seguro iba a traer ropa para ambas.


Tocaron la puerta y Leyna abrió encontrándose con una Laira escondida entre un montonal de bolsas y cosmetiqueras, con trabajos y podía caminar. Le dio paso para que entrara obviamente ayudando le con algunas cosas.


― ¿Enserio te has traído tu sola todo esto? Parece que te vas a mudar Laira.


― Descuida querida, solo es lo que necesitamos ademas mujer prevenida vale por dos.

Laira mira con una sonrisa y un guiño a Leyna quien solo niega con la cabeza riendo.


― Esta bien, si tu lo dices. Entonces ¿a donde quieres ir a desayunar?


― Conozco un lugar magnifico cerca de aquí. Parece que lo acaban de abrir así que veamos que tal esta.


Dicho esto se dirigen a la cafetería que quedaba a un par de cuadras de donde vivía Leyna, era bonito, tenia una buena fachada parecía que el edificio estaba construido con ladrillo rojo eso era algo que le gustaba a Leyna. Entraron y se sentaron junto a una ventana, pidieron la carta y cual fue la sorpresa de Leyna que justo el chico que las estaba atendiendo era el mismo que había visto el día anterior cuando regresaba a casa con sus amigos. Se quedo un rato viéndolo y cuando se dio cuenta se ruborizo y dirigió su mirada a la carta.


Sin duda había podido ver mejor al chico, sus ojos amielados, su rostro parecía ser suave, de tes blanca, labios rosados y un poco delgados, muy varonil, su cabello era café y algo desordenado aunque parecía que así era como se lo arreglaba el, eso le hacia ver muy juvenil, traía una playera algo suelta color beige y un mandil color terracota, a decir verdad, a pesar de su playera suelta podía verse que tenia un cuerpo tonificado, parecía que hacia ejercicio. Ademas que parecía ser mayor a ella por no mas de 2 años. El chico miraba a ambas con seriedad sosteniendo una libreta pequeña y un lapicero, aunque pareciese que su mirada fuese mas dirigida a Leyna.


Después de repasar la carta, pidió un desayuno completo, para el postre un cheescake y una malteada de fresa. El chico anoto ambos pedidos y en cuanto se retiro, Leyna tomo la mano de Laira.


― ¡Laira! ¿Has visto al chico que nos acaba de atender?


― Claro que si como no verlo, esta hecho un cuero.


― ¡Laira no digas eso!


― ¿Por qué no? si es la verdad.


― Es que el es el chico que vi el otro día, cuando me hicieron burla tu y Thero.


― ¿Qué? si eso es verdad deberías hablarle. ¿Qué tal si en una de esas se vuelven cercanos?

Le dedica una mirada picara a Leyna la cual solo niega.


― Por supuesto que no Laira, que pena.

Desvió la mirada, en eso llega el chico con sus platillos y en cuanto sus brazos se acercan vuelve a ocurrir lo mismo que aquella vez, solo que las marcas no se notan pero en sus ojos destella aquella tonalidad rosa pastel, cosa que extraña y causa curiosidad a ambos los cuales se alejan y desvían la mirada.


― Que extraño todo esto.

El joven se retiro con la bandeja no sin antes darle una ultima mirada a Leyna.

CRISTALESWhere stories live. Discover now