— ¡¿Qué?! ¡¿A mi?! Pero, ¿por qué yo?
Leyna pregunto abrumada, pues siempre se creyó única hasta la llegada de este chico a su vida.
— Eres pieza clave para ellos, para nosotros. Te necesitamos, es lo único que te puedo decir por el momento. Confórmate.
Leyna suspiró cansada de todo su misterio, apenas podía procesar el hecho que no era la única con su "habilidad".
No sabía que sentir, si estar aliviada de no estar sola en eso o asustada por ser buscada por este grupo que a saber para que la necesitaban o si tenían que clase de intenciones. Todo este tema ya la tenia abrumada por lo que tuvo que tomar asiento en una de las sillas que estaban cerca.
— ¿Pieza clave? ¿Necesitarme? ¿Ellos? ¿Quienes son ellos?
Pensó la chica, su cabeza daba vueltas por lo que tuvo que tomarla con ambas manos recargando sus codos en la mesa.
— No comprendo.
Sus ojos parecían no poder enfocar nada de lo que veía. La noticia le había afectado sin duda. Liam noto lo afectada que estaba y se le acerco.
— Sé como te sientes, perdón por decírtelo así sin más pero no soy bueno con el tacto en este tema.
Intentó sonreír le para tranquilizar la aunque ella ni le miró.
— Creo que fue mucho para una noche. Cuando yo supe de esto también me sentí mal.
Soltó un suspiro acariciando en círculos la espalda de la chica.
— Creo que te dejare sola para que puedas procesarlo mejor.
Se dio la vuelta para irse pero una mano le detuvo, haciendo que él volteará de nuevo.
— No, quédate. Solo un momento.
Dijo ella mirándole aun con confusión en sus ojos.
— Todo esto es muy sorpresivo. Ni siquiera te conozco, solo sé tu nombre y trabajo ¿cómo sabría qué es cierto? ¡Incluso! Si yo no tuviera esto.
Leyna estiro su brazo donde se encontraban aquellas marcas.
— Creería que eres un loco salido de un psiquiátrico por contarme todo esto. Y te sacaría de casa sin dudarlo.
Liam le mira atento, sin comprender a lo que quiere llegar.
— Pero no lo haré. Pero si dices ser como yo... Necesito verlo.
Le soltó del brazo mirándolo fijamente esperando respuesta. Él comprendió lo que quería y con rostro tranquilo asintió.
— Así que quieres que te muestre mis cristales. Esta bien, si esto te ayuda, lo haré.
Levanto la manga de su playera mostrando una forma diferente. Se encontraba vertical y era algo más grande que las de Leyna, aunque él solo tenia una.
— Solo una. Un cristal.
Leyna murmura al ver este, acerco su mano para tocarlo haciendo aparecer ese tono rosado nuevamente.
— Oh, vaya. Ese color otra vez. ¿Sabes por qué ocurre esto?
Señala ambos brazos, el suyo y el de él. Su cabeza ahora va a mil por hora, es una suerte que logre seguir pensando y articulando palabra.
— Ah, esperaba que lo supieses, yo tampoco lo sé.
Se encogió de hombros cosa que ignoró de él, ya que apenas podía centrarse en saber donde estaba parada en esos momentos. Era demasiada información recibida y necesitaba procesarla. Ya no sabia si había sido buena idea pedirle que se quedara a Liam aunque, claro que era buena idea, si se quedaba sola solo pensaría que era algo de su imaginación y tenerlo ahí escuchando sus dudas o solo estando ahí le hacia darse cuenta que sí era real lo que pasaba. Que no era un sueño que estaba teniendo, esto verdaderamente estaba pasando.
— Esto... ¿Es real?
Dijo Leyna en voz baja pero totalmente audible para él.
— Lo es. Puedo pellizcarte si así lo deseas, para que compruebes.
Dejo su mirada fija en la chica, esperando respuesta.
— Ja, ja, que chistoso. No gracias, no estoy para chistesitos ahora. No logro entender nada.
Le miró la chica muy seriamente al chico, se sentía abrumada por todo lo oído en ese momento.
— ¿Es esto acaso una broma de muy pésimo gusto?
Suspira tomando sus propios brazos mientras Liam solo la mira y desvía su vista a un lado, dándole a Leyna la respuesta silenciosa.
— No, no lo es...
Murmura Leyna ahora calmándose un poco. Liam se le acerca y posa su mano en su cabello.
—Es hora de irme Moon, supongo que estas mejor así que es momento de retirarme. Nos vemos pronto. Gracias por curarme.
Ella le miró pensativa mientras él avanzaba hacia la puerta y salia dándole Liam una ultima mirada antes de cerrar la puerta.
— ¿Quién eres en realidad, Liam?
Dijo ella mientras observaba la puerta por la que él había salido.
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CRISTALES
FantasíaLeyna Moon Lavrov es nuestra protagonista en esta ocasión, es una chica común, nada interesante a simple vista podrían decir algunos pero ella esconde algunos secretos e incógnitas que podrían desentrañar una historia sorprendente con muchas cosas q...